Dos personas importantes para sus respectivas organizaciones, gracias a un descuido, cambiaron de lugar.
Ranpo Edogawa y Chuuya Nakahara no tenían ni la más mínima idea de cómo arreglarlo, pero mientras eso sucede, la agencia y la mafia tendrán que...
A partir de este capítulo en delante se empiezan a tocar temas delicados ya que se trabaja con los métodos de la mafia. Se sabe que por los eventos recientes del anime y manga estas cosas no se comparan, pero gustos hay muchos y acá se respetan.
(👆Estaba debatiendo el dejarlo o no, pero por si acaso lo dejo👆)
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
Desde que ambos empezaron a vivir juntos, las cosas se pusieron más tensas de lo usual. No hablaban entre ellos más de lo que tuvieran que decir, así que eso hacía que permaneciera la paz por más tiempo.
Habían pasado al menos dos dias, y ambos decidieron que sería bueno comenzar a trabajar. Querían encontrar pistas sobre aquella mujer que los engaño cuanto antes y acabar con aquel martirio.
Cuando Chuuya llegó a la agencia, todos lo recibieron con gusto. Un Ranpo con temperamento de Chuuya no les daba más miedo que un Chuuya siendo Chuuya. Este quedó extrañado, ya que esperó más hostilidad.
Tal fue su sorpresa que lo trataban tan bien que lo traían de un lado a otro, haciendo que se probará cosas y tomándole fotos. Ya sabía a donde iba aquello.
— ¿Van a usar esas fotos como material de chantaje?
Dazai y Yosano solo se miraron entre sí, no queriendo admitir lo obvio.
— Por qué si es así, hagamos que valgan la pena.
Chuuya dió una sonrisa malvada y empezó a hacer poses aún más vergonzosas, a lo que Dazai y Yosano no pudieron evitar hecharle porras y seguir tomándole aún más fotos.
Kunikida y Fukuzawa solo podían ver esto con decepción mientras Atsushi le tapaba los ojos a Kenji y Kyouka.
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
En cuanto a Ranpo, las cosas fueron más o menos iguales, solo que en vez de fotos varios miembros lo bombardearon con preguntas.
Aquellos miembros no eran más que Elise, Higuchi, y Tachihara.
— Wah, entonces es verdad. Ch- quiero decir... Eh, ¿Como deberíamos llamarlo? — Preguntó Tachihara.
— Un mafioso con cortesía, eso no se ve todos los dias.