Capítulo; Décimo S/egundo.

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Edward.

"¿Qué acaba de pasar?" Me quedé pensando mientras todos nos mirábamos unos a otros. Nada de esto debió haber sucedido como lo hizo. Habíamos pasado por esos aterradores y confusos momentos para... ¿Para qué?

Al menos Nicolyn estaba viva aunque no tenga mucho sentido lo que haya dicho. Quizás solo fue la conmoción del momento. Sí, eso debe ser. Cuando se de cuenta de la situación ella entenderá, ella será la misma de siempre, ella solo despertó y no ha vuelto en sí, es todo.

Pensé que Nicolyn estaría feliz —Una pequeña niña interrumpió mis pensamientos, era una de las personas de Nicolyn, pero no puedo recordarla bien—. Abuela, ¿No estaba ella feliz de vernos? —¿Abuela? ¿Marie era la abuela de esa niña?

—Tranquila, Anne. Claro que Nicolyn está feliz de vernos, es solo que esta confundida y cansada. ¿No lo estarías tu si despertaras de un sueño tan largo? —Al menos Marie se dio cuenta rápidamente de la situación.

Claro, tienes razón —Sonrió mostrando casi todos los dientes. ¿Cuándo volverá a sonreír así Nicolyn? —Quizás soñó muchas cosas y por eso reaccionó así. Entonces, hay que quedarnos con ella para que nos vea en cuanto despierte.

Alto, nosotros —Me interrumpí a mí mismo aclarando mi voz ante la sorpresa de lo que estuvo apunto a escapar de mis labios—. Creo que lo mejor es dejar que Nicolyn reposé e ir viéndola poco a poco.

Creo —Encareció Euhemeros en cuanto me vio acercarme al grupo al terminar de hablar y me tomó del hombro deteniendo mi avance. El bruto me conocía de toda la vida, sin mencionar que es mi hermano favorito, es más que obvio que ya reconoció mis intenciones—. que lo mejor es dejar que Shin Ha se quede con ella.

—¿El perro? —Me voltee indignado buscándolo por todos lados. Apuesto mi vida a que la mota de pelos ya estaba con ella. El muy peludo se me adelantó.

Cadejo —Me corrigió Eonses. Ahora que pasaba casi todo su tiempo con nosotros había perdido totalmente la noción del respeto, sobre todo hacia mí. Pero no puedo decirle nada, aun recuerdo como me abalancé sobre ella creyendo que era Nicolyn. Ay, qué vergüenza solo de recordar.

Bien, el Cadejo —Cedí ante la vergüenza que aún no desaparecía.

—¿Qué opinas tú, C.? Medicamente hablando, por supuesto —Era evidente que todos estábamos perturbados por toda la situación. Cibila tenía la mirada perdida y apenas nos miró sacudiendo su cabeza. Marie estaba apoyada en Katherine, aunque parecía que no estaba tan bien como quería aparentar. Ceallaigh tiritaba ahí mismo donde estaba parado. La pequeña Anne aun se aferraba al pantalón de Marie, incluso en su indisposición le tendía una mano hacia el cabello. Eonses estaba parada a mi lado y Euhemeros al otro. No veía a Prince así que, obviamente, también había ido con Nicolyn—. ¿C.? —Me soltó para acercarse a ella—. ¿C.? —Le susurró mientras la tomaba de los hombros—. ¡Cibila! — Reaccionó al instante.

—¿Sí?

—¿Estas bien? —La miramos con preocupación. Estoy olvidando a alguien.

Si, yo estaba impactada por la situación, es todo —Me estoy olvidando de alguien o algo. Comencé a contar a los presentes para asegurarme de que estábamos todos—. ¿Qué me habías preguntado?

—Sobre sí es mejor, medicamente hablando, que Shin Ha esté con Nicolyn.

—Sí, claro que sí. Ella y ... Am... ¿Pricher?

Mi Destino como ThysíaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora