~° A Second Chance ~ Hobie Brown / Spiderpunk Y Tu

IX

—Sí, sé dónde está ____. No, no te diré. Y no, no te dejaré ir a su dimensión.—

Hobie suspiró frustrado al ver que ni siquiera pudo hablarle a Margo.

—Pero necesito hablar con ella.—

—Según lo que ella me contó, ya le hablaste lo suficiente.—siguió trabajando en su computadora—. Ah, y devuélveme mi reproductor.—

—Fui un idiota, lo sé. Pero no puedes culparme.—la chica finalmente lo miró.

—Sí, sí puedo ¿Cómo pudiste decirle esas cosas?—

—De verdad... Creí que no era nada...—se apoyó en el escritorio—. Que solo me veía como un reemplazo de su Hobie.—

—¿Crees que ella haría algo así? ¿Te parece ser ese tipo de persona?—él no dijo nada—. Y lamento ser tan brusca, pero tú eras el que estaba encima de ella en plan "mírame mírame, estoy desesperado. Dame atención".—

—Si, pero no como otro Hobie.—

—No seas hipócrita... Porque tú y yo sabemos que te aprovechaste aunque sea un mínimo de ese parecido con su Hobie.—bajó la mirada—. Sí, lo imaginaba... no sé cómo lo harás, amigo... Pero algo me dice que ____ tiene más ganas de partirte un violonchelo por la cabeza antes que hablar contigo.—

~•~

—Te dije desde un inicio que lo mejor era no acercarte.—

—Pues me hubieses obligado, no solo decirme.—

Miguel miraba cansado como la chica caminaba cabeza abajo por aquel puente.

—No soy nadie para obligarte, pensé que eras lo suficientemente inteligente como para afrontarlo sola.—

—Yo lo hice perfecto, tenía todo claro. Fue él quien fue un pelotudo.—se puso la máscara —. Mirá si lo iba a usar de reemplazo o algo asi, que estupidez.—

—¿Segura de que quieres hacer esto ahora?—

—Quiero golpear algo, dejame... Atajalo cuando salga.—

La chica saltó al río, y en unos cuantos minutos, una enorme bola de seda salió disparada.

—Dimensión de agua de nuevo, es raro que ya sean dos.—____ miró a Miguel, quien escaneaba el capullo con su reloj.

—Uno menos, solo quedan... Cientos de villanos mal ubicados más.—suspiró—. ¿Crees que ya pueda irme a casa?—

—Espera un segundo.—____ estaba por marcharse, cuando Miguel la detuvo—. Noté que ya no vienes tan seguido a la central... No hagas eso, es bueno verte en el lugar.—la chica bajó la mirada.

—No quiero cruzarlo.—

—Pues eso es fácil de lograr ¿Verdad, Lyla?—

~Yo te aviso, cariño. En cuanto sienta su presencia en la central, nos vamos.~

La chica sonrió conmovida.

—Gracias, chicos...—

—Asi que deja de insultar en español y patear cosas, vamos a la central.—

—Si, jefe.—

~•~

—¿Es que ya no viene?—

—Oh, sí estaba.—Miles señaló la botella de jugo frente a él—. Y salió volando dos segundos antes de que tú entraras.—

—Me sigue evitando.—