~° A Second Chance ~ Hobie Brown / Spiderpunk Y Tu

XVII

Amo que hayan reconocido a Mateo y al abuelito, significa que me vienen bancando hace rato. Los quiero mucho, y si, a Mateo se le reza.

~•~

—Hobie... Hobie... Detente un segundo.—

____ apartó al chico con dificultad, notando que le sonreía divertido.

—¿Qué pasa?—tomó sus manos, dejando besitos en su dorso.

—Que te detengas, un ratito.—

—No quiero, era mi único requisito.—fue haciendo un camino de besitos por su brazo.

—Pero no podemos estar toda la tarde así, cálmate.—

—No quiero...—volvió a atrapar su rostro, apretando sus mejillas y dejando un piquito en sus labios—. Quédate aquí, pasa la noche conmigo.—

—¡Hobie!—

Por el rostro de la chica, Hobie no pudo evitar sonreír.

—A dormir, cariño. A dormir... Que mal pensada eres.—

—Yo no pensé nada.—

—Sí~, lo pensaste.—bajó las manos a su cintura, pegándola más a él—. Si quieres no dormimos...—

—Basta.—lo apartó finalmente—. No seas pajero, no puedo quedarme. Dejé a los perros en el patio y debo entrarlos, que hará frío en la noche.—

—... ¿Puedo ir contigo entonces?—

—No empieces con los problemas de apego.—

—Tarde, muy tarde.—

____ rodó los ojos divertida al sentir que Hobie tomaba su mano y abría un portal.

—¿Pedimos pizza para cenar?—

~•~

—Bueno, Mandarina ya tiene su comidita, Milanesa y Papas duermen junto a la estufa y Paty esta en mi cama.—

—¿Por qué los nombres de comida?—

—Porque son mis cosas favoritas.—

Hobie miró a la chica, que dejaba una pizza, un par de vasos y una jarra de jugo en la mesita de la sala. Frunció el ceño al ver que la chica se sentaba en el otro sofá.

—... No empieces a joder con eso del espacio, Hobie.—

—Bien, bien... Si quieres romper nuestro común acuerdo de amor, solo dilo.—la chica suspiró rendida antes de levantarse y sentarse a su lado.

—¿Feliz?—

—Muy, si.—le dio un besito en la mejilla—. ¿Qué hiciste hoy entonces?—

—Hoy... Vino Mateo, el baterista de la banda.—probó su pizza—. Le di la batería... La que estaba en el otro cuarto.—

—¿La de Hobbs?—ella asintió.

—Yo no sé tocar, no la uso... me pareció que él la apreciaría más. No sé, creo que a Hobbs le hubiese gustado que se siga usando.—

Aquello sorprendió a Hobie, pues veía que la chica ya no sonaba triste cuando hablaba del pasado.

—... ¿Quieres hablar de eso?—

—No realmente, estoy bien. Me hizo bien.—le sonrió apenas—. Además hablar con Mateo me sirvió para aclarar mis dudas contigo.—

—¿Mateo es el responsable de que me hayas ido a buscar?—