~° A Second Chance ~ Hobie Brown / Spiderpunk Y Tu

XII

—¿Sabes algo? Apenas y noto que aquí no eres un foco LED.—

____ miraba pensativa a Hobie, quien salía del baño tras ducharse -casi obligado por la chica, porque si era por él, no lo veía necesario-

—Ah, Lyla dice que es porque aquí pertenezco.—lanzó su traje a una cesta de ropa.

—¿No viste que todo aquí parece periódico parpadeante?—Miles justo cruzaba por el lugar—. Me hace doler la cabeza...—

—Es genial.—

—No lo es, porque ustedes notan todo lo que me pasa.—____ rió con aquello, acercándose finalmente a él.

—Como sea, es bueno ver al Hobie real.—tocó su mejilla, sonriendo al ver que él también lo hacía.

El resto de la noche, el cuarteto se dedicó a comer y pasar el rato juntos.
____ y Hobie tocaban algo de música en la proa, simplemente improvisando y disfrutando de ese pequeño momento.
Pero ya era tarde, y algunos ya debían volver a casa. Margo fue la primera, Miles no tardó en acompañarla.

—¿Tú no tienes que irte?—

Hobie se acercó a la chica, ofreciéndole una lata de cerveza. ____ la rechazó.

—No me gusta el alcohol, y no, no tengo apuro en irme... No tengo una mamá que me regañe.—

—Me sentiría mal pero yo tampoco tengo una.—Hobie se sentó a su lado, mirándola tocar vagas notas.

—¿Qué? ¿Quieres iniciar una pelea de traumas?—

—... ¿Quieres quedarte entonces?—

Aquello hizo que ____ borrara su sonrisa.

—... ¿Aquí?—

—Pues sí.—

—... ¿Contigo?—

—Y es mi casa, asi que sí.—rió por lo bajo—. Hay un cuarto extra, el que usaba Gwen.—

Aquello no le gustó mucho a la chica.

—... ¿Por qué vivía contigo?—

—Gwen tuvo algunos problemas con el padre, asi que la dejaba quedarse aquí a veces.—

—Entonces invitas a chicas con problemas de canones a dormir en tu casa.—

El tono molesto de aquello hizo que Hobie se sintiera bien de cierto modo. Quería seguir molestándola, pero entonces recordó lo de días atrás y decidió que lo mejor era que no.

—Estaba sola, no tenía donde quedarse... No podía dejarla en la calle ¿Sabes?—abrió su cerveza, dándole un sorbo—. ¿Por qué no tomas?—

—Odio el sabor, y odio el aliento que le deja a la gente. La banda suele ir a festejar cuando terminamos un recital, pero yo nunca voy. Tener a tres tipos ebrios y con ese olor agrio no es de mi gusto. A eso súmale que se ponen todos sentimentales y les gusta abrazar.—

—Oh, entonces no debería beber si estoy contigo.—

—Tú haz lo que quieras, no me importa mucho.—

Auch...

—por cierto, ¿De dónde sacaste el barco? Dudo que lo hayas comprado, y dudo que lo hayas robado.—Hobie sonrió más relajado, dejando la cerveza a un lado.

—Era de mi padre, una de las pocas cosas buenas que tenía.—

—... ¿Quieres hablar de eso?—

—No realmente.—