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《《》》

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《《》》

Ara miraba fijamente al hombre que tenía frente a sus ojos. Jeon llevaba un traje color gris que le quedaba espectacular, en toda su vida, Jamas había sentido atracción hacia un hombre con traje.

Comenzó a caminar lentamente hasta llegar al lugar donde se encontraba dicho hombre.

—Pensé que no llegarías.

—Tenía ganas de verte, si por mi fuera hubiera llegado en avión pero eso ya es mucho.

Abrió la puerta de copiloto para Ara, la cual rápidamente se adentro al carro.

—¿A donde me llevaras? —Pregunto la menor mientras El pelinegro comenzaba a conducir.

—Me dijiste que querías conocer a mi hijo... Le he hablado de ti y esta encantado de poder conocer a la mujer que lo ayudó a estar cerca de su bello padre.

—¿Así? No me digas. —Contestó entre risas.

Durante el camino todo iba tranquilo, Ara sentía una tranquilidad inexplicable cada vez que estaba cerca de Jungkook, y Jungkook se sentía feliz cada vez que la veía.

Jeon no buscaba enamorarse, no tenía ganas de entablar una relación más allá de sexo con nadie. Mientras que a Ara, lo único que la acercaba a Jungkook era una supuesta venganza, la cual ni ella misma sabía el porqué, pero con tal de sentir una vez en su vida que su madre esté orgullosa de ella, la hacia sentir bien.

(...)

Ambos habíamos ingresado a la casa de los padres de Jungkook, por lo que me dijo, el niño se estará quedando unos días en casa de sus abuelos para recuperar momentos perdidos debido al alejamiento al  que se vieron obligados por parte de la madre del pequeño.

A decir verdad no me imaginó cuan duro ha de ser que te alejen de tu hijo o nieto solo por el deseo de arruinar una familia.

A lo lejos Oí la voz de los padres de Jungkook hablando con su nieto, al parecer habíamos llegado a la hora de la cena.

—Familia —Hablo Jungkook ingresando a aquel gran salón mientras y seguía cada uno de sus pasos.

—¿Ara? Linda, ¿Como has estado? —Hablo la señora Jeon muy sonriente al verme. —Me alegra que mi hijo te haya traído, quisiera verte más seguido aquí.

—Muchas gracias señora Jeon, prometo que volveré seguido para verla.

—Eres bienvenida aquí, ven siéntate junto a mi hijo.

—¿Tu eres Ara? —Oí la voz de un pequeño, baje un poco mi mirada para encontrarme que el dueño de aquella dulce voz.

—Si, Tu eres Jeonsan, ¿verdad? —Pregunte sonriendo y a la vez sorprendida por el parecido de aquel niño con su padre, ambos eran como una gota de agua.

El menor tenía los mismo ojos y nariz de su padre, también compartía con este el mismo lunar bajo el labio inferior.

Sentí los brazos del pequeño rodear mi pierna, lo cual me causó ternura.

—Sabes, nunca he visto a un pequeño tan lindo y tierno como tu.

—Gracias, papá tenía razón, tu eres muy bonita.

Aquellas palabras me tomaron por sorpresa, Jungkook le hablo cosas lindas de mi a su hijo, jamás me hubiera esperado aquello de él.

Debo aceptar que la reputación que le han armado debido a sus escándalos no es lo que el es en realidad, Jungkook es una persona muy diferente a la que aparenta y eso lo descubrí con tan solo pasar unos cuantos minutos con su hijo.

Todos cenamos juntos, Jungkook prometió llevarme a casa así que me despedí de la señora Jeon y prometí volver pronto y así charlar un rato, debo admitir que ella es una mujer muy hermosa y cariñosa con todos, a excepción del señor Jeon el cual desde que llegué se la pasó serio y prefirió irse a su habitación al terminar de cenar, supongo que le caigo mal, no lo se, sinceramente lo único que me acerca a esta familia es mi venganza.

Y la voy a cumplir cueste lo que cueste.

—Gracias por todo, la pase increíble. —Comente sonriendo.

—No es nada —Hablo el mayor soltando una pequeña sonrisa.

De la nada simplemente el carro se detuvo en medio de la carretera, no había nadie, simplemente ellos dos.

Jeon frustrado bajo del carro para poder ver que era lo que sucedía pero al no entender nada de mecánica simplemente cerró nuevamente el capo del coche y se sentó en este mirando a la nada.

Mientras Ara aún dentro del coche intentaba comunicarse con alguna persona que pudiera ayudarles esto fue en vano ya que en aquel lugar no había señal.

Jungkook camino nuevamente hasta dentro del coche y suspiro cansado.

—Discúlpame, es la primera vez que pasa esto.

—No te preocupes a todos nos puede pasar, lo que me parece extraño es que no hay señal, intente llamar a varias compañías de grúas pero nada. —Hablo preocupada y no precisamente por miedo a quedarse varada junto a Jungkook en una carretera oscura donde no hay más autos que pasarán a esta hora por allí, más bien, por la mañana debía entregar unos expedientes importantes y el miedo de no llegar y perder su trabajo la consumían.

—Tendremos que esperar a que algún coche pase por aquí. —Respondió resignado. Aún que la idea de quedarse allí junto a la sexi abogada no le parecía nada mal.

Sin esperar un segundo más el mayor coloco su mano sobre el muslo de la castaña. Ambos conectaron sus miradas, cada uno sabía lo que quería, ambos sentían esa tensión que había entre ellos.

Las ganas de besarse se hicieron presente a lo que Jeon no espero ni un minuto más y unió sus labios en un beso algo salvaje.

Mientras Ara colocaba su mano en el cuello del mayor, este la tomaba de la cintura para poder levantarla y colocarla sobre el sin importar cuan incómodos se sentirian.

Jungkook bajo sus besos húmedos por el cuello de Ara dejando en el pequeños mordiscos y a la vez haciendo que la manor soltara gemidos de placer.

Tocaba cada parte de su cuerpo, sin saltarse nada.

Debía admitir que aquella mujer lo traía loco, y jamás había sentido esto con ninguna de sus conquistas. Al conocerla lo único que pensó fue que se llevarían mal de por vida y para lo único que trendian encuentros sería por trabajo pero, como todos dicen, nada es lo que creemos.

Ahora tenía a aquella sexi abogada gimiendo mientras el tocaba su cuerpo y disfrutaba de este.

Aquellas sensaciones que que Ara le hacia sentir lo volvían aún más loco y con deseo de más.

Con cualquier otra mujer sentía la necesidad de tener sexo y al terminar simplemente las dejaba y nos las volvía a ver más pero esta vez es diferente, Ara lo hacía querer más, tener más de ella.

Era una cosa inexplicable.

Aunque su deseo sexual era demasiado debía cuidarse, no quería enamorarse nuevamente y terminar lastimado.

Only mine //JJKDonde viven las historias. Descúbrelo ahora