Only mine //JJK

8.

《《》》

Había pasado una semana desde la última más que me vi con Jungkook, a decir verdad sentía la necesidad de verlo nuevamente y no sabía el porqué. Simplemente quería saber si estaba bien, no se.

—¡Buenas tardes! No sabes lo que paso, fui al centro comercial y me encontré con tu cliente, o lo que sea, Jungkook.  —Hablo sentándose a mi lado. —andaba muy bien acompañado. Hija, tu única responsabilidad es enamorarlo, ¡No lo estas haciendo! —Exclamo enojada.

—Sabes que, tengo cosas mucho más importantes que andar detrás de ese idiota.

—Te lo van a ganar y no vas a hacer lo que prometiste, serás una cobarde por no cumplir una promesa que me hiciste a mi y a tu padre.

—¡No metas a mi padre en esto! —Hable con los ojos cristalinos y las lágrimas a punto de salir.

—No sabes cuánto me avergüenza ser tu madre, una cobarde como tú no merece llevar mi sangre.

Salí de la casa, no quería seguir escuchando las palabras de mi madre. Cada vez que habla siempre logra romper mi corazón con sus palabras fuertes.

Aun recuerdo que cuando era pequeña la dueña de mis lágrimas siempre fue mi madre, con sus palabras lograba herirme siempre, ahí siempre estaba mi padre para consolarme, aun extraño sus abrazos y sus cariños.

—Ara, querida, que bueno tenerte aquí. —Oí la voz suave de la señora Jeon al abrir la puerta.

Si saber a donde ir simplemente pensé que la mejor opción era venir a visitar a la señora Jeon.

—Lamento haberme aparecido así, tuve una pequeña discusión con mi madre y no sabía a donde ir, recordé su invitación la última vez que nos vimos. Espero no ser inoportuna.

—Claro que no linda, ven, adelante.

Seguí a la señora Jeon hasta la sala donde esta se encontraba antes de mi llegada.

—¿Quieres contarme que sucedió? Puedes confiar en mi Ara.

Sonreí y asentí.

—Desde la muerte de mi padre todo empeoró, mi madre jamás me ha querido como su hija, creo que su odio por mi aumento aún más desde que mi padre falleció. 

—Oh, mi niña. —Se acerco aun más a mi y tomo mis manos. —No sabes cuánto hubiera deseado tener una hija como tú, amo demasiado a mi hijo, pero también he deseado con toda mi alma tener una niña, así como tú. Cuando conocí a mi esposo Jungkook tenía pocos meses de nacido, el tomo a mi pequeño como su hijo y le dio un apellido, pero el jamás quiso que tengamos otro hijo aparte de Jungkook.

Jamás me hubiera esperado que Jungkook no fuera hijo del señor Jeon, eso me tomó por sorpresa.

—Desearía con todas mis fuerzas que tu fueras la esposa de mi hijo, serias una gran esposa, nuera y madre. Estoy segura que mi hijo sería feliz contigo, Ara.

Lo lamento señora Jeon

—Yo no se que decir —Solté una pequeña risa.

—¡Buenas tardes mamá! Llegamos.

Oí la voz de Jungkook acompañado de sus pasos que se acercaban cada vez más a la sala. Mi cuerpo se tenso un poco, en nerviosismo me invadió por completo ya que volvería a verlo.

Mi mirada choco con la de él una vez que ingreso a la sala.

—Ara, ¿Que haces aquí?

—Y-yo ya me iba —Me levanté —Nos vemos pronto señora Jeon, gracias por sus gratas palabras.

—¿Tan pronto te vas? Pero si acabas de llegar, quédate a cenar con nosotros.

—Se lo agradezco pero tengo cosas que hacer, tal vez en otro momento.

Me despedí de la señora Jeon y salí de su casa, caminaba en dirección a mi carro pero de pronto sentí unas manos fuertes tomar mi muñeca. Al girarme me tope con la mirada sería de Jungkook.

Estaba dispuesta a hablar pero fui callada con sus labios, sus labios suaves se movían lentamente sobre los míos, mi cuerpo estaba completamente paralizado debido a la sorpresa. Sentí que sus manos rodearon mi cintura y me acercaron más a él.

No podía explicar como me sentía en estos momentos, mi cuerpo se lleno de emociones una vez que respondí a su beso, aquel beso lleno de pasión. Era distinto a los demás.

Sentía que mi cuerpo iba a explotar debido a las emociones, mis manos viajan por sus hombros y cuello, al igual que sus manos por mi cintura.

Al separarnos unió su frente con la mía y miró mis ojos fijamente.

    

Al verla allí con mi madre removió miles de cosas en mi cuerpo, cosas que nisiquiera sabía como explicar.

Camino hacia la salida y sentí su aroma dulce chocar contra mi nariz, aquel aroma que disfrutaba sentir.

Sin esperarme más salí casi corriendo tras ella, necesitaba sentirla, sentir sus labios sobre los míos.

Tome su muñeca y la besé, sentí su sorpresa cuando la besé pero luego de unos segundo respondió a mi beso volviéndome completamente loco.

Uní su frente con la mia y la mire fijamente, su perfecto rostro estaba rojo debido al nerviosismo. Tome su mejilla con mi mano y acaricié esta lentamente.

—¿Que fue lo que me hiciste? Porque déjame decirte que esto que siento no es normal.

Besé nuevamente sus labios sin dejarla hablar, simplemente quería disfrutar de aquel momento maravilloso.