Daimon
Sus ojos se volvieron una mezcla del color dorado y un rojo intenso, aún no podía determinar qué significaba ello, pero tenía claro que su mano era un gesto territorial.
— No es que no quiera acostarme contigo, es solo que...— me mordí el labio con nerviosismo.
Admitir que los antidepresivos me bajaron la libido no es algo que me llené de orgullo.
— ¿Qué es lo que sucede? ¿Ya no me quieres? — me miró y supe de inmediato que si no decía algo lloraría.
— Vincent— coloqué mis manos en su rostro— Las pastillas que estaba tomando para controlar mis emociones, me hicieron perder las ganas de tener sexo, el psiquiatra ya me cambio el medicamento por uno menos fuerte. Por eso no quería acostarme contigo— traté de explicarlo.
— ¿Por qué no me lo contaste?
— Me daba vergüenza admitir que alguien como yo pudiera tener problema para que...— mire mi entrepierna— Eso se levantara— confesé.
Incluso hablar de esto, estando desnudo solo aumentaba la vergüenza.
— No deberías sentir vergüenza de contarme esas cosas, estamos juntos ahora, tienes que ser sincero conmigo— me recalcó con determinación—Por un momento pensé que ibas a dejar de quererme y te irías de mi lado porque te decepcione— bajo su rostro y alejo su mano de mi cuerpo para tomar distancia de mí.
— Perdón por no hablar de ello y simplemente ignorarte— jale sus mejillas para qué levanté su rostro y me mire— Solo me enoje... Me enojó que no defendieras a los bebés, a Nahiel de lo que tus padres decían. Créeme que me da igual si a mí no me defiendes, pero ellos son tus hijos y tus padres fueron un asco— exclamé molesto.
— Yo... Lo siento, solo no estoy acostumbrado a contradecirlos. Sé que no estuvo bien, prometo que no volverá a pasar y que no dejaré que ellos digan cosas hirientes ¿Me perdonas? — me rodeo con sus brazos.
— Ambos nos equivocamos, la próxima solo intentemos hablar más y pelear menos— pedí.
— Prometido— dejó un beso en mi mejilla— Te amo, mi lobito— está vez cortó la distancia entre nuestros labios.
Mi corazón aún se acelera con su mínimo gesto ¿Cómo este vampiro puede volverme tan loco por él?
— Yo también te amo— susurré encima de sus labios.
— Ahora termina y regresemos a casa... a nuestra casa— me sonrió y volvió a besarme.
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Una semana después....
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Bradly
El clima de hoy no es muy bueno, desde que desperté note que estaba lloviendo, por ese motivo me avisaron que no habría entrenamiento por hoy y que podía tomarme un descanso hasta de mi terapeuta. Al principio me puse a ver películas y comer dulces, pero luego eso me aburrió, así que me puse a jugar con mis sombras.
Me resultaba entretenido mandarles, hacer lo que yo quisiera, fui al cuarto donde acostumbro a pintar y estando allí hice un desastre, me deje llevar por la adrenalina y obligue a mis sombras a llenar lienzos blancos de pintura, luego estos posicionaron los lienzos llenos de pinturas de colores y yo me tiré encima de eso dejando que el arte fuera mi silueta.
Díganme loco, pero algún día me moriré o las cosas se pondrán feas, quiero hacer lo que me plazca ahora sin miedo alguno. Después de todo soy rico.
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EL INVOCADOR DE LA OSCURIDAD (TERCER LIBRO DE LA SAGA AES)
Ciencia Ficción# 3 libro de la saga sangre Justo cuando Bradly creía que había acabado el drama, surgen nuevos problemas entre los cuales involucra ser el hijo del rey de la oscuridad y tener la responsabilidad de salvar el mundo de nuevo, ahora con un enemigo tot...