Vivir en una casa en las afueras de Londres, fue una de las pocas desiciones que su padre le permitió elegir. Alexis, más conocido por su familia y amigos como Quackity, comenzaría la Universidad, y como todo en su vida, lo eligió su padre.
Estudiaría derecho, no le molestaba la elección de carrera, sin embargo, le molestaba lo alejado que estaba de su país natal, México. Nunca se imaginó viviendo en una de las grandes ciudades como lo era Londres, afortunadamente logró convencer a su padre de que lo dejara vivir a las afueras de la ciudad en una casa justo alado de un bosque.
Quackity, solía disociar demasiado, fue esta la razón por la que no se dió cuenta que había llegado a la que seria su nuevo hogar, sino que fue hasta que el taxista le informó.
- Serían 10£ - le recordó él taxista el costo del viaje.
- oh, claro. - con algo de dificultad por la poca atención que le estaba prestando a su propia acción, logró sacar 10£ del bolsillo de su pantalón.
Al pagar y bajar del taxi, miró la fachada de la casa. No era demasiado grande pero tampoco demasiado chica, era de tamaño promedio, con dos pisos la pintura estaba algo deteriorada, y las ventanas estaban sucias, incluso se escuchó rechinar la puerta justo cuando logró abrirla.
Ahora entendía el porque de lo barata que era la renta de la casa. Una vez dentro dejó sus maletas en lo que parecía ser la sala de estar, caminó hacia la cocina, los propietarios le habían prometido darle la bienvenida con una alacena llena, y así era. La cocina en realidad no estaba mal, ni sucia, de hecho la casa por dentro era completamente diferente a como se veía por fuera. Mientras dejaba una botella de agua que recién había sacado del refrigerador en la mesa, se percató de una carta sobre la misma.
"Alexis, le agradecemos por haber escogido esta casa, pero hay algo que debe saber que no supimos como hablarlo con usted cuando hablamos respecto su estadía en el lugar.
El lugar fue antes habitado por un jóven, que por desgracia, falleció hace dos años. Desde entonces, no hemos podido volver a rentar la casa, ya que cuando pasaban más de 3 días en el lugar, se iban de la casa, sin explicación alguna. Pero para ser sinceros, desde que el jóven falleció, hay cierta tensión en el lugar, que estamos seguros se debe a su ida de el mundo terrenal.
Si al pasar estos 3 días siente lo mismo o decide marcharse lo entenderíamos, pero, si sirve de algo, hemos limpiado la casa más de 5 veces, para eliminar toda energía negativa.
Después de todo esto, espero que aún así decida quedarse, le hemos regalado una despensa entera y hemos aseado la casa hasta el fondo.
Otro punto que debemos mencionar, es que no hubo familiares ni conocidos del joven que reclamara sus pertenecias así que las que no se pudieron vender se quedaron en la casa. Si le gustan, puede tomarlas también como un regalo.
Gracias.
atte. La señora y el señor Watson. "
Al terminar de leer la carta quedó algo confundido ¿a qué clase de tensión se referian? ¿malas vibras?, al final decidió no darle mucha importancia a la carta ya que parecía que los Watson estaban desesperados por querer rentar el lugar.
Se dispuso a explorar más la casa. Era bastante bonita y acogedora, a excepción de una habitación, la cual estaba llena de cajas y justo hasta al frente de todo, había una guitarra, abandonó la habitación tratando de no pensar en que aquellas cosas le llegaron a pretender a alguien que ya no estaba vivo. Soltando un suspiro, se dirigió por sus maletas y las subió a su habitación.
Así pasó una semana, pero a los 3 días que estuvo ahí recibió una llamada de los Watson preguntando si quería seguir viviendo en el lugar, confundido por la actitud de los propietarios respecto al tema de los 3 días, les dijo que si, que seguiría viviendo ahí.
Alex aún tenía tiempo antes de comenzar con sus estudios, por lo que los días en la casa solían ser aburridos. Pero le daba mucha flojera ir a la ciudad, así que siempre se quedaba a leer o salia a un pequeño pueblo cercano donde compraba la despensa o cosas indispensables.
Pero tarde o temprano debería de ir a la ciudad para comprar otras cosas necesarias que no podía encontrar en el pueblo, ese día había llegado. Era un viaje en tren de 1 hora, lo cual le frustrada un poco, pero debería de acostumbrarse ya que pronto haría ese viaje todos los días para ir a la Universidad.
Se estaba terminando de arreglar cuando le pareció escuchar el sonido de las cuerdas de una guitarra, se quedó en silencio un momento para verificar que el sonido había sido real y no parte de su imaginación. Justo cuando iba a tomar su beanie volvió a escuchar ese sonido, por lo que salió de su habitación al pasillo que conectaba con otras habitaciones, entre ellas, la que tenia las cajas y en especial, la guitarra.
Se acercó lentamente a esa habitación para escuchar con atención si el sonido provenía de ahí, pasaron 10 segundos, y nada, 15 segundos y aún nada, y de nuevo, justo cuando se iba a ir volvió a sonar, esta vez entró de inmediato a la habitación, miró las cajas, todo parecía normal con ellas, y después miró la guitarra. Si algo tenía Quackity, era buena memoria y la guitarra no estaba acomodada como la recordaba, trato de pensar que pudo haberse movido sola porque estaba mal acomodada o algo, simplemente trató de darlo una explicación coherente.
Se rio un poco al pensar que el fantasma del joven ese, era el que ahora lo atormentaba pero, seamos sinceros, los fantasmas no existen.
- perdón... - se escuchó detrás de la puerta.
Alex se congeló aún con la mano en la perilla de la puerta, no se encontraba realmente asustado, sino más bien, desconcertado, tratando de pensar que fue su imaginación la que estaban inventando toda esta situación, aún así, contestó.
- ¿por qué te disculpas? - preguntó a la nada, esperando un momento una respuesta, y al no recibirla soltó una pequeña risa para después cerrar la puerta, pero fue interrumpido por la misma voz de antes.
- hice ruido, y te molesté. - silenció, unos segundos que parecieron horas, Alex estaba completamente congelado, extrañamente aún sin miedo - ahora te vas a ir ¿cierto? - no encontraba la fuerza para contestar, menos para moverse, aún así lo intentó.
- ¿qué eres?
- te lo diré solo si prometes no gritar.
- lo prometo, no tengo miedo. - de nuevo, silencio, pasaron máximo 15 segundos en los cuales nada pasó, Alex pensaba que se estaba volviendo loco, pero de repente sintió un escalofrío que recorrió si columna vertebral
- creo que soy un fantasma. - dijo la voz, esta vez detrás de él.
- los fantasmas no existen. - explicó Alex, más que nada para él mismo.
- yo también creía eso.
poco a poco comenzó a girarse, quedando completamente shockeado al ver a alguien alto y delgado frente a él, parecía una persona real, viva, pero algo transparente. Preguntó algo, sabe que preguntó algo, antes de desmayarse.
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fua, escribir una historia del TNT duo es todo lo que necesito para deshacerme de este bloqueo de escritor que tengo.
De verdad espero que esta historia les guste, es el segundo fanfic que escribo, el primero es DNF y está en mi cuenta y se llama "la pareja del edificio de enfrente" (la cual prometo actualizar pronto, lo juro esta vez)
sin más que decir.
Byeeeeeeeeeeee♡
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I'm not afraid [Quackbur]
Random(Esta historia esta basada por los cubitos. Dejemos de lado a las personas reales. Todo es ficción y no apoyamos el abuso domestico, ni a Wilbur Soot.) Después de la muerte de William Gold, la casa en la que vivía volvió a ser rentada por los mismo...