III

4 1 0
                                        

"El abandono"

Narra Alicia:

Otro día más en mi enigmática existencia. Me vestí mecánicamente y caminé hacia la cocina, donde hoy no noté la presencia de mis padres. En lugar de su saludo matutino, una nota abandonada en la mesa atrapó mi atención. Pensé que en la nota decía que se habían ido a comprar.

Desplegué la carta con cautela, leyendo cada palabra impresa con determinación inquebrantable:

"Hola hija, Tu padre y yo nos iremos a otro país en busca de una cura para ti. Ahora que tienes 14 años, podrás vivir sola. No te preocupes, volveremos por ti. Te curaremos de tu alexitimia. Con cariño, mamá."

A medida que asimilaba el contenido de la carta, sentí una mezcla de emociones encontradas. Por un lado, estaba sorprendida y herida por la repentina partida de mis padres, dejándome sola a una edad tan temprana. Pero al mismo tiempo, me invadió un sentimiento de determinación y fortaleza al leer sobre su intención de buscar una cura para mi alexitimia.

La alexitimia, esa condición que ha estado presente en toda mi vida, ha sido la responsable de mi dificultad para identificar y expresar emociones. Aunque a veces me siento perdida en un mundo de indiferencia, sé que no puedo permitir que esto defina mi existencia. Debo encontrar mi propio camino y descubrir la belleza y la satisfacción en cada día, a pesar de las limitaciones impuestas por mi condición.

La tristeza se entrelaza con mis pensamientos mientras reflexiono sobre la difícil decisión que mis padres han tomado. Su partida significa que debo enfrentar la vida por mi cuenta, enfrentar los desafíos diarios sin su guía y apoyo inmediato. Pero, al mismo tiempo, surge una chispa de curiosidad, una sed de conocimiento y descubrimiento.

¿Qué país habrán elegido para buscar la cura de mi alexitimia? ¿Qué investigaciones y tratamientos habrán descubierto? Me pregunto cómo será ese lugar lejano, si estarán rodeados de médicos especializados y terapias innovadoras. Mi curiosidad se alimenta de la esperanza de que, algún día, mi condición pueda ser comprendida y tal vez superada. O tal vez, allí mis padres podrían comprender qué puedo vivir bien y cómoda, incluso sin emociones.

Pero lo único que sé es que yo misma podré superarlo sin necesidad de nadie más. Tengo la fuerza y la determinación necesarias para enfrentar este desafío y triunfar. Confío en mis habilidades y en mi capacidad para superar cualquier obstáculo que se presente en mi camino. No importa cuán difícil pueda parecer, me mantendré firme y perseverante. Cada paso que doy me acerca más a mi objetivo y sé que puedo lograrlo. Soy una persona valiente y resiliente, y no permitiré que nada ni nadie me detenga. Mi determinación es inquebrantable y mi motivación es más fuerte que nunca. ¡Estoy lista para enfrentar cualquier adversidad y alcanzar el éxito que sé que me merezco!

La niña rotaWhere stories live. Discover now