Capítulo 3

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El padre de Franco, el señor Orazio Bacchelli convocaria una junta con todo su personal para presentarles a su sucesor, su nuevo jefe, todos se sorprendieron cuando él anunció que se iba de la clínica, creyeron que muchos perderian su trabajo con la llegada del sucesor, para las 9 am estaria programada la junta y su hijo como siempre puntual se presentó en su oficina junto con esa británica, a el no le agradaba la idea de que ella trabajará con él ya que la última experiencia con una británica en su familia y con su hijo menor no resulto muy bien.

-Ciao papà.

-Mio Bambino- ambos se abrazaron, el señor Orazio observó a Allison de pies a cabeza por encima del hombro de su hijo, ella sabía que ese hombre no la queria desde que la conoció cuando estuvieron anteriormente en Italia de vacaciones y mas por la manera en como la estaba mirando.

-Padre, ¿Recuerdas á Allison?

-Por supuesto- Orazio extendió su mano -Ciao bella, veo que aceptaste el trabajó.

-Si señor Bacchelli, yo acepto cualquier retó- su subconsciente gritaba 'mentirosa, odias los retos'

-Me alegra oir eso bella- Orazio forzó una risa e invitó a sus visitantes tomar asiento, conversaron datos importantes de la clínica y minutos después caminaron hacia la cafetería para dirigir la junta.

Cuando entraron por la puerta de la cafeteria todos los empleados dirigieron su mirada hacía ellos, Allison no había sido el centró de atención de tantas personas y se sentia muy nerviosa, vio a los dos hombres que iban a su lado, a su derecha Franco y a su Izquierda Orazio, tan serios y profesionales que decido imitarlos. Orazio saludo a sus empleados y en primer lugar presento a Franco y por último a ella, todos respondieron amablemente, Orazio repitio varías veces que su sucesor habia llegado y todos tendrían que aceptar sus órdenes. Franco se dio cuenta de la preocupación de sus ahora empleados de perder sus empleós por lo que cuando tuvo la palabra tranquilizo esos pensamientos, Allison solo permanencia callada observando a un punto exacto, el siguió ese punto y se topo con un hombre de ojos azules que la miraba con una sonrisa coqueta, vio como ella se sonrojaba ante la mirada de ese hombre, no pudo evitar sentirse molesto, así que paso una mano alrededor de la cintura de Allison.

Allison recorría todo el lugar para ver a todo el personal que puediera capatar, se topo con unos ojos azules que la miraba, piel clara, cabello castaño obscuro un poco rizado y un poco largo, llevaba barba acomulada de tres dias, labios carnosos con un color rosado natural, cejas pobladas, Alto, buen cuerpo, estaba cruzado de brazos y la recorria con la mirada de pies a cabeza, se sonrojo cuándo ese hombre le sonreia, ¿estaría riendose con ella o de ella?, sintió algo alrededor de su cintura pero aunque no queria dejar de mirar a ese hombre se obligo a mirar que era lo que sentía, era la mano de Franco sobre ella, le sorprendió demasiado '¿Porque me toca?' Fue lo primero que llego a su mente, pero decidió no hacer preguntas pero más tarde las haria.

-Cara, Vamos a conocer nuestro consultorio- ella queria volver a mirar a ese hombre pero Franco se lo impidió.

Caminaron junto con mas personal hacia el consultorio, Orazio les presentó a su secretaría, les mostro el consultorio y algunos puntos a tratar para después dejarlos solos a cargó de la clínica Maria Vittoria. Franco se dejo caer en la silla giratoria y suspiró.

-¿Que le pasa Jefe?- el sonrió por como lo llamó Allison y el gesto que hizo con la mano como los militares.

-Nada señorita Stone.

-Estas asustado y no tienes que estarlo, yo si debería, no se nada con respecto a esta especialidad.

-Te dije que yo te apoyaría.

Odiame ó ÁmameDonde viven las historias. Descúbrelo ahora