Capítulo 20

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Como le prometió a su amiga almorzar con ella, lo cumplió. Paso toda la mañana con su mejor amiga y al medio día de nuevo con su familia. Llegadas las 4 pm era tiempo de tomar el vuelo que la llevaría de regreso a Turín.

Se despidió de su familia pensando que tal vez en unas semanas no tendría ni la menor idea de quienes eran esas personas. Se durmió durante todo el vuelo y que por alguna razón se sentía muy agotada.

Escucho hablar al piloto indicando que habían llegado, se levantó para seguir su camino. Pensó que Franco iría por ella pero lamentablemente no fue de esa manera. Algo vibró en sus jeans.

-¿Diga?

-Principessa, ¿Ya has llegado a Turín?

- Hola Elio, si aun estoy en el aeropuerto.

-Ire por ti , no te muevas de ahí, además necesito que me acompañes a buscar algo que ocupo

-Esta bien, aquí te espero

La chica se sintió algo triste ya que esperaba encontrarse con Franco, era a la única persona que quería ver al llegar a Turin. Su amigo llego al rededor de 15 minutos después de la llamada, le ayudo a cargar sus cosas subiéndolas a su auto, de ahí se dirigieron a un restaurante para así tomar energías y platicar de lo sucedido en Londres.

-Después de relajarte y ya que terminaste tu comida ahora iremos a la parte seria- Elio la miro directamente a los ojos -¿Que dijo tu doctor?.

-Te diré pero antes tienes que prometerme que no interferiras en mi decisión y me apoyaras, si así lo deseas

-Me estas asustando, solo dime.

La chica le contó sobre su plan ya muy bien elaborado sobre lo que pasaría después de la operación.

-¿Todo eso pensaste?- ella movió la cabeza afirmando -¿Cuando?- el chico estaba algo sorprendido y molesto.

-En el avión, se que es una idea tonta o como la quieras llamar, pero no puedo dejar que terceras personas sufran por mi.

-Pero son tu familia- ella lo miro directamente -Esta bien, te prometí que no diría nada y te apoyaré.

-Gracias, cambiemos de tema.¿En que te ayudo?

-Levantate- le exigió su amigo.

Salieron del aquella cafetería, se dirigieron al centro de la ciudad. Elio se detuvo frente a una joyería, muy elegante, con ventanas grandes de cristal que dejaban a la vista el interior de este lugar, los estantes que mostraban algunos modelos elegantes de pendientes, argollas, collares y muchos más, el primero en entrar fue Elio quien apresuraba a su lenta amiga que con cara de confundida no entraba aquel lugar.

-¿Que hacemos aquí?- susurro la chica

-Shh, solo espera y lo sabrás.

Detrás del mostrador de cristal apareció una mujer algo grande, de cabello corto y morena.

-¡Bienvenidos!, ¿En que puedo ayudarles?

-Muchas gracias, busco una argolla de compromiso.

La chica volteó a ver a su amigo totalmente sorprendida.

-¿Una que?- balbuceó Allison

-En seguida señor- la mujer sacó varios muestrarios con todo tipo de argollas, desde el mas pequeño al mas grande al igual que los precios.

-Ayudame a escoger, anda, quita esa cara y ayudame.

La chica se repuso e hizo lo que su amigo le pedía , viendo los anillos hubo uno que le pareció hermoso, lo señalo para que su amigo lo observará.

-Ese esta hermoso, supongo que a tu chica le facinara

-Es el mismo que yo escogí, tienes buen gusto principessa

La chica le sonrió, pero...¿Para quien era ese anillo?¿Quien sería esa chica que tenía como idiota a su muy reciente amigo?, cuando escogió la argolla por una extraña razón pensó en Nina, omitió ese pensamiento y siguió observando a su amigo pagar por aquella argolla.

Salieron de aquel lugar para después ir al departamento de Allison y Franco. Al llegar, el auto de Franco estaba estacionado afuera, Elio dudo al entrar pero ella lo animo, no tenía nada que temer o esconder.

(...)

Al entrar al departamento se escucharon risas que resonaban en todo el lugar. Ambos sabían de quien provenía esas escandalosas y aturdidoras risas, se dirigieron a la terraza no sin antes preparar un par de bebidas.

-¿Cuando conoceré a la misteriosa chica?

-Hoy, ella quiere conocerte también. Organice una cena esta noche, no dejaré que pienses en la operación y todo éso, sí ella acepta te involucraras en la boda

Ella sonrió.

-Déjame ver otra vez la esa argolla- estiró su mano derecha sobre la mesa.

Elio sacó la pequeña caja de su chaqueta colocandola sobre su mano.

-Definitivame le encantará y espero que su respuesta sea "si"

-Lo mismo estoy esperando - el tomo la pequeña caja, sacó la argolla y mirando a su amiga -Vamos pruebatela

-¿Que?, no, para nada. Es de mala suerte.

-Yo no creo en esas tonterías, anda, ella y tu tienen manos idénticas ayúdame a saber si le quedará o aún estoy a tiempo de cambiarlo

Allison lo miro a él y a la argolla, dijo que no moviendo la cabeza, su amigo tomó la argolla y jaloneo la mano de su amiga colocando la argolla.

La chica miro su mano con mucha atención, pensando que podría que ella nunca viviría algo así o al menos no lo recordaria.

-Por fin llegaste... creí que te quedarías en Londres- escucharon una gruesa y ronca voz. Ambos giraron a ver al dueño de esa voz.

-Te dije que volvería Bacchelli- se puso de pie.

Franco observó lo que había sobre la mesa, una pequeña caja color azul de esa en las que envuelven la joyería, escaneo a Elio, el no traería nada de ese estilo paso su mirada hacia Allison recorriendo su cuerpo de pies a cabeza y de regreso... ¡Fermata!.

Se contuvo para no abrir los ojos de golpe, ¿ese era una argolla de compromiso sobre la mano de Allison?, imposible, tal vez vio mal. Volvió a echar una mirada de nuevo que le sirvió para confirmar lo que veía, ella hablaba sobre sus amigos en Londres pero al momento de ver esa argolla todo se volvió sordo y sólo podía pensar en esa argolla.

Allison noto que Franco estaba distraído y sólo veía a un punto exacto, siguió a ese punto que veia, estaba mirando la argolla sobre su mano... ¡Mierda!... rápidamente movió su mano para esconder la argolla.

-¿Estas escuchando lo que te estoy diciendo Bacchelli?

El reaccionó al escuchar su apellido. Pero la ira se apoderó en seguida de su mente.

-No, la verdad estaba pensando en lo que le tengo que hacer a la chica que me espera arriba- le mostró su sonrisa pícara, miro directamente a Elio -Siempre recogiendo lo que es mío ¿no? Elio- se burló -Hasta luego amico.

Ambos quedaron confundidos sobre lo último que Franco mencionó.

Más tarde Elio se retiró a su casa para prepararse para la cena. Franco seguía encerrado con su amiga. Así que Allison decidió ducharse rápidamente y dormir un poco, antes de ir a la cena con Elio y su novia.


¡Hola!

Una disculpa por la demora, pero he estado trabajando por las tardes y por las mañanas me ocupó en otras cosas y al llegar del trabajo prácticamente sólo llegó a dormir, estaré subiendo de dos capítulos por semana, el de esta semana el primero será este no se que día será el segundo pero trataré de que sea muy pronto. Gracias por su atención

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