Capítulo 17

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Camino a casa de Allison pasaron frente al restaurante favorito de Elio. Ristorante porto di sanova. Un lugar colonial, con muebles y detalles coloniales de la época en Turin. El tiempo se les paso sin darse cuenta para ambos entre bromas y platica.

Entrando a casa lentamente para no hacer ruido y no tener que discutir con Franco por no llegar a la cena. Pero el plan fallo cuando quiso colocar las llaves en su lugar y por lo obscuro del lugar tiro otro par de llaves que cayeron sobre un jarrón de cobre y este callo al suelo haciendo un fuerte ruido al caer al piso y rebotar varias veces.

-¡Mierda!- dijo susurrando.

Se quedo inmóvil deseando que Franco no escuchara, se quedo varios minutos así pero no escucho ningún ruido. Fue a la cocina por un vaso de agua.

-Dijiste que no tardarían.

Allison escupió el agua que tenia en la boca, sintió como su piel se erizaba al escuchar esa ronca voz tras ella, como si hubiese sido tras la oreja. Giro para verlo.

-Lo se Bacchelli, es solo que...

-Se alargo la cena...

-¿Que estas tratando de decir?

Franco le mostró una risa burlona, dio media vuelta y camino hacia la sala de estar. Allison lo siguió.

-Te hice una pregunta Bacchelli

-No trate de decir nada Cara...- detuvo su caminar y giro a verla -No hubieses regresado esta noche y seguirían disfrutando en estos momentos... -dijo acariciando su mejilla y burlándose de ella.

-¿Que te pasa?, no entiendo tu molestia, si Elio y yo tuvimos sexo hace un rato es algo que no te interesa idiota...

-Maldita sea Allison que no me llames así.

-Pues no actúes así, o sientes celos que el pueda hacerme sentir mujer, que me haga llegar al orgasmo y tu no puedas hacerlo...?

Las venas en la frente de Franco resaltaban de lo molesto que estaba, esas palabras habían tocado fuertemente su ego. Se acerco a ella coloco una de sus manos en la nuca de Allison apretando su cabello y juntándola a su cuerpo dijo...

-Si Cara, si siento esos malditos celos, si me molesta que el te toque cuando debería ser yo quien lo haga como la noche en Londres, quiero ser yo quien te haga llegar al orgasmo y no solo uno, quiero hacerte mía...- acercó su labios con los de Allison y sobre ellos susurro -Cara mía, entrégate a mi esta noche...

Allison sorprendida y algo hipnotizada por el dios griego frente a ella que le pedía entregarse a él. No pensaba, no respiraba, no podía moverse y lo único que podía escuchar en su mente le decía que aceptara...

Así que Allison no tardó mas, llevo las manos a su cara y junto sus labios con los de él en un beso desesperado lleno de pasión. Se separaron para tomar aire.

-Vamos arriba Cara mía

Cargo a Allison en sus brazos y así la llevo a su habitación, la dejo de pie frente a la cama, cerro la puerta y con ese caminar pausado y sexy se fue acercando a ella. Allison lo veía acercarse y con cada paso que el daba hacia ella sentía su cuerpo arder más y más.

Estando frente a ella acaricio su mejilla y ella al sentir el tacto cerro los ojos dejándose embriagar por el aroma de ese hombre... Él acuno la cara de Allison en sus manos atrayéndola a su cuerpo y sentirla junto a él.

Viéndola a los ojos comenzó a desabotonar la blusa que ella traía puesta. Abrió la blusa admirando sus pechos, recorrió su abdomen hasta llegar a la orilla de los pantalones de Allison, lo des abotonó y fue bajándolos hasta que se deshizo de ellos. La respiración de Allison era agitada, esa manera pausada y delicada al quitarle la ropa la excito demasiado, lo atrajo hacia ella y lo beso, dando mordidas en los labios cada que podía y jalando su cabello, con sus manos en la cintura de ella la apretaba a su cuerpo más y más. Ella se separo un poco y comenzó a desnudarle besando su pecho y así llegó a sus pantalones quitándolos con todo y bóxer liberando su erección.

Odiame ó ÁmameDonde viven las historias. Descúbrelo ahora