Capítulo 12

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Allison tomó una ducha antes de dormir. Salió del baño, seco su cuerpo y se colocó simplemente uno de sus boxers de encaje de color guinda, fue a su maleta para buscar una bata de dormir cuando la encontró estiró los brazos para colocarsela...

Franco se dirigió a la habitación que Paula le había indicado, dormiría junto con Allison ya que la otra habitación estaba llena de juguetes. Tocó la puerta pero nadie respondió, así que entró.

-¡Ahhh!- se escuchó el grito de Allison y Franco al mismo tiempo.

Allison bajo la bata para tapar sus pechos al ver entrar a Franco a la habitación. Ambos se quedaron mirándose sorprendidos.

-¿Qué haces idiota?, date la vuelta- grito Allison al ver que franco sólo la observaba. El hizo lo que ella le pidió.

Se apresuró a colocarse la bata, y se metió entre las cobijas.

-Ya puedes voltear, ¿Que haces aquí?

-No te enojes Cara, Paula dijo que sólo ésta habitación estaba disponible.

-¿Y....No te enseñaron a tocar antes de entrar?

-Toque, pero tu eres la sorda, no yo.

-Pues dormirás en el suelo.

Franco no respondió tomó su maleta y entro al sanitario para tomar una ducha. Cuando salió del sanitario Allison estaba parada frente a su maleta buscando alguna cosa que necesitaba.

-Gracias por esa vista Cara mía.

Allison giro a verlo. Ella traía puesto una baby doll para dormir más comoda que llegaba  hasta los glúteos dejando ver sus boxers guindas, la parte que cubría sus pechos era de encaje y en medio de sus pechos tenía un detalle con un moño. Franco llevaba pantalonsillos grises, el torso descubierto dejando ver sus prefectos músculos.

-Por dios Franco avisa que saldrás- trato de taparse con las manos pero no lo logro -Ponte una playera.

-¿Te gusta lo que ves Cara?- caminaba lento hacia ella, solo quería jugar un poco con ella.

-Sólo eres el típico hombre musculoso, no me agrada lo típico- trato de disimular que obviamente la vista le agradaba.

Llegó frente a ella, solo dejo una mínima distancia entre ambos, un paso más y el podría sentir sus pechos pegados a sus pectorales.

Allison se comenzaba a poner nerviosa, acortó la distancia que los separaba completamente, se paro en puntitas y susurró junto a sus labios. Seguiría el juego.

-¿La vista que yo te doy, te agrada Franco?- utilizó la voz más sexy que podría hacer.

-Claro Cara, yo no negaré que tienes un cuerpo hermoso.

Pero que idiotes había cometido, tenerla tan cerca le excitaba, con la distancia completamente cerrada podía sentir su respiración en su barbilla, sus pezones endureciendose al rosar con sus pectorales, ese aroma tan embriagador a cítricos. Necesitaba tocarla un poco.

-¿Y que piensas hacer Franco?- decidió retarlo, estaba clarisimo que ella se sentía tentada por esos perfectos músculos, esa boca y esos ojos azules tan penetrantes que en ese instante estaban concentrados en ella.

Le mostró una sonrisa coqueta.

-No querrás probarme Cara.

-Si quiero, pero esta claro que eres un gallina.

Franco no pudo más. Junto sus labios con los de Allison, los saboreo, primero lentamente para después ir subiendo la intensidad. Rodeo su cintura atrayendola a su cuerpo, ella rodeo su cuello. Caminaron hasta la cama, Franco se dejó caer sentándose en la orilla de la cama, Allison seguía besandolo, saboreando esos labios que la tentaban, él bajo sus manos Hasta sus glúteos apretando, acariciando, disfrutando de esos duros y perfectos glúteos.

Necesitaban más cercanía. Ella se sentó a horcajadas sobre él para lograr la cercanía, juntando sus sexos, ella se movía de una manera sexy. Franco llevó sus manos a los pechos de ella, abandonó su boca para besar su cuello. Necesitaba el control. Dio un giro dejando a Allison debajo de él. Ella lo recibía abriendo las piernas para sentir el roce de su dura erección, lista para ser liberada. Besos, caricias, respiraciónes agitadas rodeaban a esta pareja llenos de excitación.
Franco llevo una de sus manos hacia la parte íntima de Allison tocando con uno de sus dedos el clitoris de la chica, haciéndola gemir de placer, él la besaba para callar esos gemidos.

-Franco- gimió la chica.

-No pidas que pare, te deseo Cara mia.

-No lo hagas, no pares.

Franco sonrió para sus adentros, tenia de nuevo a esa hermosa mujer bajo su cuerpo, sus manos acariciando ese cuerpo de diosa, haciéndola gemir de placer bajo su tacto en cada parte sensible de esa hermosa mujer.

-¿Fran, Ali?- se escuchó detrás de la puerta.

Ambos detuvieron sus movimientos al escuchar la voz de Paula tras la puerta. Franco miro a los ojos a la hermosa mujer que tenia bajo él atrapada en sus brazos, ella lo miro y ambos se decían con la mirada que ignorará aquella voz.

-Ali, necesito hablarte un momento- volvió a hablar Paula tras la puerta.

Franco rodó para quedar a un lado de ella, dejándola libre para levantarse. Ella dudo en levantarse o seguir ahí con ese hombre, si seguían con eso como podrían justificarse ambos después. Se levantó, tomó su bata y salio de la habitación.

Franco llevo sus manos a la cara después de escuchar la puerta cerrarse, no quería soltarla, quería hacerla suya, quería hacerla gemir de placer que gritara su nombre, pero como se justificaría después. Se levantó de la cama, necesitaba un regaderaso de agua fría.

Allison siguió a su amiga hasta la sala de estar. Ambas tomaron asiento.

-Primero, perdón por interrumpir y segundo hablemos de ese dolor.

-Creo que estuvo bien que interrumpieras y ese dolor esta aumentando.

-Le comente al padre de Alex y dijo que te atenderá, y tranquila sólo el y yo lo se.

-Gracias amiga, esperemos que todo valla bien.

-Si, seguro sólo es migraña.

-Yo pienso igual.

Las chicas siguieron platicando por un par de horas más y después se fueron a la cama.

Cuando llegó a la habitación Franco ya estaba dormido, se podía dar cuenta ya que lo escuchaba roncar. Se recostó en su lado de la cama, al recostarse Franco sintió su presencia así que la abrazo y sé acurruco con ella, ella no le molesto y se dejó acurrucar en cucharita.

Odiame ó ÁmameDonde viven las historias. Descúbrelo ahora