¿De que le había servido que Bali Bey se casase con ella? De nada, todo aquella ilusión se esfumo.
Junto a su inocencia y su juventud.
Aquella niña que soñaba con ser su esposa, ya no existía, pues había desaparecido junto con cualquier otro sueño.
...
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──¿Casarme?──Le pregunte a mi madre, aun ya sabiendo la respuesta de la situación.
No era la primera vez que pasaba por esta situación, de hecho, era la segunda, pero igual como la primera podía llegar a preocuparme.
No era la primera vez que yo existia en este imperio, era la segunda, pero algo habia cambiado de la anterior.
Mehmed seguia todavia vivo y ahora tenía una provincia, esperaba alguna señaló de vida por parte de él o Emine, lo que pasara primero.
──He decidido que te cases con Bali Bey.──Dijo La Sultana Rusa, sorprendiéndome.
¿Y Rustem? ¿Que habia pasado? ¿Por que ahora era Bali bey?
──¿Y Rustem?──Pregunte confundida.
──Rustem esta casado con otra mujer, me dijo que el deseaba pasar su vida junto a ella.──Informo Hurrem.──Después de todo el también merece alguien que lo ame y lo haga feliz.
No dije nada, estaba feliz por él, me alegraba que el haya conocido a una mujer que lo amase, como yo no lo había hecho y quizas nunca lo haría.
Por otro lado...Mi corazón se derretia al pensar que Bali Bey y yo conformariamos una pareja, dormiriamos en la misma cama y tendriamos niños que serian una mezcla perfecta entre nosotros.
"Aún la veo como la pequeña niña que iba detras mio."
Inconscientemente esas palabras hicieron ecos en mi memoria.
Es cierto, Si el todavia me veia como una niña, ¿Que habia cambiado?, ¿Por que ahora si y antes no?
──¿Bali Bey quiere casarse conmigo?──Pregunte a mi madre.
──Sí.──Respondió firmemente.──De hecho no pensaba casarte con nadie despues de lo de Rustem, pero el se ofreció y dijo que queria contraer nupcias contigo.
Bueno, aquello me llamo mas la atención, esto estaba muy raro, demasiado diria yo.
No dije más y simplemente asenti con la cabeza, bueno, realmente Bali Bey tenia cierto poder y podria ser de ayuda para entronar a mis hermanos.
Mi madre tomo mi silencio como señaló de aceptación a la boda y se acerco hasta mi, me sonrió y me recordó mas de una vez que esto era para proteger a mis hermanos, añadió que de igual manera estaba respetando mi deseo de casarme con quien yo quisiera, y yo amaba a Bali Bey.
Ambas caminamos juntas por los pasillos, en dirección a mis aposentos, pues me comentaba que ya estaban las criadas con las telas ya que queria que escogiera uno lo más rápido posible.
Me acerque hasta la fila de mujeres y elegí una azul con detalles dorados, estos estaban hechos con hilos de oro.
Luego de eso comenzaron con las preparaciones para la boda, pues querian que se celebraran lo más rápido posible, mi padre estaba completamente de acuerdo con todas las decisiones que tomase mi madre, claro estaba que si yo estaba de acuerdo primero.
Al cabo de un mes tuvieron todo listo, estaba absolutamente todo preparado, el palacio lucia de esplendor.
Y aunque realmente me encontraba feliz por mi matrimonio, tenía un amargo sabor en la boca, pues ninguno de esos locos de Emine y Mehmed se habia manifestado, nada, ni siquiera una carta.
Aquello me mantenía preocupada, y ni siquera podiamos ir a visitarlos, puesto a que mi padre dijo que Mehmed estaba lo suficientemente grande como para estar solo, y que debía estar muy ocupado con los asuntos de Manisa.
──Esta hermosa.──Dijo Afife cuando me vio.
Sonreí y camine hasta ella, la mujer me indicó que iriamos en la procesión juntas, pues ya todos me estaban esperando y que luego partiríamos al palacio del difunto Ibrahim Pashá.
El mejor amigo de mi padre y el esposo de la tía Hatice, otro detalle que tampoco había sucedido en mi vida pasada.
Mi sorpresa fue grande cuando me dijo que ese seria mi palacio, el queria que viviese lo mas cerca de él.
Sin duda un gesto generoso, y todo esto vino acompañado de un te quiero y un beso en la frente.
Sonreí mientras caminaba hasta mi ceremonia, escuchando como preguntaban tres veces si estaba de acuerdo o no con el matrimonio.
La respuesta fue que si en todas las veces que preguntaron, lo mismo con Bali Bey.
Una vez termino la ceremonia, Bali Bey y yo fuimos juntos en el carruaje hasta el palacio de Ibrahim.
Todo el recorrido fue en silencio, y algo que ignore en ese momento debido a mi emoción por haberme casado con quien mas amaba, fue que el no sentia ni la quinta parte de emocion que yo.
