10| La señorita rusa odia a la sultana

228 36 2
                                    

Una vez terminada la cena, Anastasia regresó a sus aposentos, su mente aún turbada por los eventos de la velada

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Una vez terminada la cena, Anastasia regresó a sus aposentos, su mente aún turbada por los eventos de la velada. En la quietud de su habitación, el eco de la tensa conversación resonaba en su cabeza. Las palabras entre Mihrimah e Iván seguían retumbando en sus oídos, y la confusión que sentía la envolvía como una niebla espesa. No era la primera vez que compartía una cena con Iván, pero nunca lo había visto comportarse de esa manera, sobre todo cuando la Sultana Mihrimah estaba presente.

Al llegar a su habitación, algunas de sus criadas la recibieron rápidamente. Su rostro reflejaba la incomodidad y la molestia de la noche, y su mirada, normalmente serena, estaba ligeramente alterada.

—¿Cómo fue la cena, mi señora? —preguntó una de las criadas, con una sonrisa curiosa mientras se acercaba para ayudarla a quitarse el vestido.

Anastasia dejó escapar un suspiro, el cansancio y la frustración marcando su tono. Volvió la mirada hacia la criada y con un gesto algo exasperado, contestó:

—Horrible —dijo, dejando que las palabras se escaparan de su boca sin filtro. La habitación se llenó de un silencio momentáneo, como si las criadas esperaran más detalles, pero Anastasia no estaba dispuesta a ocultar sus pensamientos—. Normalmente, cuando ceno con Iván, él solo responde lo que es necesario, o lo que yo le pregunto. Nada más. Siempre tan distante, tan... impersonal.

Las criadas se miraron entre ellas, sorprendidas por el tono de su señorita. No estaban acostumbradas a verla tan alterada después de una cena con el Zar. Anastasia, sin embargo, parecía aún más molesta por algo que no entendía completamente. Se levantó de la silla donde había estado sentada y empezó a caminar por la habitación, sin dejar de hablar.

—Pero cuando la Sultana Mihrimah estuvo allí, todo cambió —continuó, sus palabras cargadas de una mezcla de frustración y celos. —Iván parecía una persona completamente diferente. Incluso cuando se la pasaban peleando, él le respondía apresuradamente, como si no pudiera dejar de prestarle atención. Como si ella... fuera más importante que yo.

Las criadas intercambiaron miradas, sin saber cómo responder. Algunas de ellas se acercaron cautelosamente a su señora, mientras otra comenzaba a preparar su baño, reconociendo que Anastasia necesitaba relajarse después de la velada tan incómoda.

—¿Por qué la Sultana Mihrimah tiene tal poder sobre él? —preguntó Anastasia, casi para sí misma, sin esperar realmente una respuesta. Pero su tono de voz traía consigo una evidente molestia, como si las palabras de Mihrimah y la actitud de Iván la lastimaran profundamente.

Las criadas, aunque cautelosas, respondieron de manera neutra, intentando suavizar la tensión en el aire.

—Quizás sea solo una cuestión de respeto, mi señora —sugirió una de ellas, con voz suave. —El Zar y la Sultana Mihrimah son de mundos muy diferentes, pero parece que hay una... conexión entre ellos.

Has llegado al final de las partes publicadas.

⏰ Última actualización: Dec 23, 2024 ⏰

¡Añade esta historia a tu biblioteca para recibir notificaciones sobre nuevas partes!

𝖬𝗒 𝗌𝗍𝗎𝗉𝗂𝖽 𝗁𝖾𝖺𝗋𝗍|| 𝐌𝐢𝐡𝐫𝐢𝐦𝐚𝐡Donde viven las historias. Descúbrelo ahora