Era ella o yo

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Olivia

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Olivia

—Salí de mi habitación con la intención de dirigirme a la cocina y prepararme un jugo verde. Sin embargo, al dar unos pasos, me topé con Nicolás, quien estaba saboreando un café.

Nicolás—Buenos días. —me saludo tomando un sorbo de su taza humeante.

Olivia—Hola. —respondí con una sonrisa.

—Me acerqué a la nevera y saqué un par de espinacas frescas y unos plátanos congelados para mi bebida. Nicolás, siempre con su característico sarcasmo, no tardó en hacer su comentario.

Nicolás—No sé por qué te torturas de esta manera. Seguro eso sabe asqueroso. —expresó haciendo una mueca de asco.

Olivia—No sabe mal, y no considero esto una tortura. Además, me ayuda a tener más músculo que tú. —le respondí burlonamente, señalando sus delgados brazos.

—Nicolás, en su intento de mantener su orgullo, me miró desafiante y respondió jugando con las palabras.

Nicolás—Qué graciosa eres, ¿eh? Si papá estuviera aquí, seguro ya te hubiera regañado por hacerme 'bullying'".

—Mi sonrisa se desvaneció al instante y, sin decir una palabra, me concentré en preparar mi bebida.

Olivia—No me haría ilusiones, papá probablemente no volverá. —dije en un tono apagado que contrastaba con la energía que solía tener.

—Nicolás me miró atónito, sin comprender mis palabras.

Nicolás—¿Por qué dices eso? Eres tonta. —susurró.

Olivia—Es la verdad, que tú tengas la esperanza de que vuelva te hacer ver tonto. Ya lleva casi un año desaparecido, así que déjalo ir.

—Recordé las palabras del chico que conocí en la playa. A pesar de que me cayó mal en su momento, sus palabras resonaban en mi mente.

Olivia—Oye, ¿conoces a alguien llamado Rafe? Trabaja en el mismo club que tú. —Dije nerviosa.

Nicolás—¿Rafe Cameron? ¿Un chico rubio, como de mi estatura? —respondió pensativo.

Olivia—Aja.

Nicolás—Sí, ¿por qué lo preguntas? ¿Te gusta?

—Olivia negó rápidamente con la cabeza.

Olivia—No, nada de eso. Lo vi ayer en la playa, llevaba la cartera de Steven. ¿Qué sabes de él?".

—Nicolás arqueó una ceja, claramente intrigado.

Nicolás—Bueno... ¿qué te hizo?

Duele tanto tu silencio Donde viven las historias. Descúbrelo ahora