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Olivia...
—Tenía insomnio, así que dormí muy pocas horas. Estaba despierta desde las seis de la mañana, así que salí a correr un poco para despejar mi mente. No entendía a qué estaban jugando los chicos, si les gustaba una o les gustaba la otra, y ahora yo estaba muy confundida con lo que sentía por Jeremiah...
—Mientras corría, empecé a escuchar una voz, pero no le di importancia porque llevaba puestos mis audífonos. De repente, esa voz se acercaba cada vez más, lo que me obligó a detenerme.
—¡Por fin te alcanzo! —dijo una chica pelirroja de mi misma estatura.
—Miré a la chica y rápidamente me quité los audífonos.
Olivia—¿Puedo ayudarte en algo?
—Soy yo la que viene a ayudarte en algo.
Olivia—¿Ah, sí? ¿En qué?
—Bueno, me llamo Amanda y soy la ex de Rafe.
—Mi rostro se transformó en una expresión de disgusto y decidí seguir mi camino...
Amanda—Tranquila, no vengo a decirte que te alejes de él, eso lo decidirás tú.
—Detuve mi caminata y sin mirarla le dije que me contara lo que sabía...
Amanda— Él solo te está utilizando. Quiere quedarse con el dinero de tu familia, o más bien, su padre es el que quiere el dinero de tu familia. Han quedado en bancarrota y, en realidad, conociste a Rafe no por casualidad. Él había planeado todo previamente para que estuvieran juntos.
Olivia—¿Cómo sabes eso?
Amanda—Lo escuché hace algunos días y preferí venir a decírtelo antes.
Olivia—Ya... ¿y cómo sé que puedo fiarme de ti?
Amanda—Nunca lo vas a saber, a menos que al final salgas perdiendo con él. Yo solo he venido a advertirte.
—Permanecí mirando a la chica y me puse los auriculares de nuevo para continuar con mi caminata. No podía entender lo que estaba pasando, ahora todos me estaban utilizando. Rafe solo quería mi dinero, Jere ahora quería a Belly y Conrad también. Nadie me tomaba en serio. En mi rostro no podía reflejar ninguna emoción, solo estaba seria sin poder creer lo que estaba sucediendo.
—Regresé a casa agotada después de una larga caminata. Mientras me dirigía hacia mi habitación mi paso se detuvo en seco al escuchar voces apenas audibles que se filtraban por la puerta entreabierta. Me aproximé sigilosamente y pude distinguir las voces de Jere y Belly. Mis oídos se enfocaron en sus palabras.
Jeremiah—No quiero presionarte ni nada, pero en algún momento quiero hablar sobre lo que sucedió la otra noche.
Belly—Sí, claro. Pero vendrá Taylor, además tenemos el torneo, y no sé cómo se lo tomará Olivia, porque...
