Entre Rumania y California

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Bucarest, Rumania

Nigel condujo a prisa por la avenida hasta entrar a la zona residencial, aprovechando que a las tres de la mañana la calle estaba despejada y no tenía que preocuparse por atropellar a nadie más que a los botes de basura fuera de las casas, pero incluso si arrollara a alguien no es que le importara, de cualquier forma no iba a ser su primer muerto esa noche, tal vez era la adrenalina, tal vez el efecto de la cocaina, tal vez que ya ni siquiera le importaba, siguió pisando el acelerador hasta el fondo, quemando los neumáticos contra el pavimento, entonces al final de la calle pudo ver su casa, la bonita residencia color blanco y azul celeste, con un gran jardín y una pequeña fuente al frente, parecía una casa sacada de una revista, lujo y opulencia que años atrás el joven Nigel nunca se hubiese imaginado tener, llego a la casa y estacionó el auto deportivo que llevaba a medio jardín, derribando la fuente de paso, salió del auto lo más rápido que pudo y abrió la puerta de una patada, no tenía tiempo para buscar llaves en ese momento, iluminado por las tenues luces del largo corredor fue hasta el baño de invitados, al final del pasillo, prendió la luz y reviso su brazo, más específicamente su bíceps izquierdo, el cual sangraba pero no tenia marca de perforación alguna, solo una línea que parecía una quemadura desde su muñeca hasta su codo, un rozón sin duda alguna



- Nigel...¡pero que demonios! - grito Gabi al ver el brazo de su esposo, la mujer había bajado de su recamara en la segunda planta envuelta en su bata



- hola querida...¿te desperté? -



- ¡despertaste a todo el maldito vecindario! ¿Qué fue lo que paso ahora? ¿¡Que hiciste!? -



- Shhh...no grites, la niña puede oírte - dijo mientras abría el grifo y la sangre se diluía con el agua



- si tanto te preocupara la niña no vendrías en el estado que vienes y no trabajarías para ese maldito viejo -



- pues gracias a ese "maldito viejo" es que vivimos como vivimos ¿Qué más quieres Gabriella? Tienes una casa grande, dinero en el banco...incluso pudiste seguir estudiando tu música, todo eso se lo debes al "maldito viejo" -



- preferiría vivir en un pequeño apartamento sin nada a...esto -



- ahhh...¡entonces quieres que volvamos a ser unos muertos de hambre como cuando llegamos!-



- ¡al menos en ese tiempo no vivía preocupada por saber lo que estabas haciendo! -



- ... -



- no soy tonta Nigel, se lo que haces para el viejo Antón, sé que eres su mejor sicario, mucha de la sangre en tu camisa ni siquiera es tuya -



- mami...¿Qué pasa? - pregunto la pequeña de nueve años aun somnolienta asomándose por el pasillo - ¿papi? ¿Qué te paso? -



- no pasa nada mi cielo - Gabi en seguida fue por ella y la cargo para regresarla a la cama - el tontito de papi se tropezó y una botella de catsup le cayó encima -



- ¿de verdad? - pregunto curiosa la niña aún intentando ver a su papá, quien hizo todo lo posible por cubrir su herida

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