La Consumación

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Nigel conducía a la casa de su madre en compañía de su hija, quien hablaba hasta por los codos de lo bonito que era Central Park, de los patos, los mapaches y por supuesto, Adam, con quien había quedado notablemente encantada

- ¿y cuando volveremos a ver al tío Adam, papi? -

- muy pronto cariño, muy pronto...pero antes tengo que pedirte un favor -

- ¿un favor? ¿Yo? -

- así es estrellita, es algo que solo tu puedes hacer-

- ¿que es papi? -

- necesito...que no le digas a nadie sobre tu tío Adam, a nadie, ni a tu abuelita Vanna, ni a tu mami ni a nadie -

La niña frunció el ceño sin entender y ladeo su cabeza

- ¿pero por que? -

- por que...quiero ser yo quien lo haga,  digamos por ahora que Adam es "una sorpresa" y yo soy quien tiene que entregar esa sorpresa ¿me entiendes? -

- ummm...creo que si  - respondió la niña no muy segura

- así que si tu abuelita Vanna te pregunta que hiciste hoy en el parque, le vas a decir todo lo que me dijiste, pero sin hablar de tu tío Adam, dile que solo estuvimos tu y yo ¿entendido? -

- si papi -

- esa es mi niña -

Llegaron a la casa de Ivanna poco antes del anochecer, la niña de inmediato se lanzó a los brazos de su abuela quien la recibió con besos y abrazos

- pero mi amor ¡estas enorme! Esta no es la misma niña que vi en Navidad hace meses -

- crecí casi tres centímetros, abuela -

- si sigues así pronto serás más alta que yo -

- ¿¡como mi papi!? -

Pregunto la niña ilusionada, en ese momento Nigel y su madre se miraron, pero dada a su última charla las cosas aún seguían tensas entre ellos

- si cariño...como tu papi...¿por que no subes arriba a dejar tus cosas? Prepare una habitación especialmente para ti -

La niña tomó su pequeña maleta rosa y subió dando brinquitos por las escaleras, una vez que se fue, Nigel habló

- pasare por ella en la mañana, no la dejes dormir tan tarde, si necesitas algo tienes mi número y el de Gabi, marca por cualquier cosa -

- creí que te quedarías también-

- no, no creo que sea buena idea -

- Nigel...se que lo que dije la última vez pudo ser muy hiriente, no medí mis palabras, pero...-

- ¿pero? -

- debes entender que soy tu madre, todo lo que hago y digo es por tu propio bien, así sea muy chocante de escuchar -

- por dios, ni siquiera pienso escucharte esta vez...-

- ¡Nigel! -

- ¿no lo ves mamá? Este es el mismo problema de siempre, eres incapaz de admitir que te equivocas o de pedir una disculpa siquiera -

- ¿por que habría de disculparme? ¿Por querer lo mejor para ti? -

Nigel rodó los ojos con irritación

- no...no voy a tener esta absurda discusión contigo otra vez ¿sabes que? Me largo, mañana pasaré por Estella -

- ¡Nigel, vuelve acá! ¿A dónde piensas ir? -

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