Castelul Purității

inesperado adiós

Eran alrededor de las once de la noche cuando Nigel y Adam regresaron a casa, en cuanto vieron las luces de la sala encendidas y la camioneta de Harlan fuera supieron que algo no andaba bien

- papá debe estar muy molesto -

- no más que mamá, te lo aseguro, prepárate para oír una sarta de gritos en rumano -

- espero que no lo haga, su voz es irritante -

Ambos bajaron del auto listos para la reprimenda que les esperaba por haberse demorado y en el caso de Adam también por escaparse del colegio, con cierto nerviosismo abrieron la puerta y para su sorpresa no se encontraron con los gritos de Ivanna, sino con su llanto mientras Harlan trataba de consolarla con un abrazo, Nigel se alarmó de inmediato al ver a su madre así

- mamá...¡¿que pasa!? -

Fue hasta ella pero su madre lejos de responderle, ahora corrio a sus brazos, Adam instintivamente miró a Harlan y notó sus ojos llorosos

- Harlan...¿que paso? - pregunto con miedo, odiaba  las sorpresas

- Adam...siéntate  -

- ¡no! Quiero que me digas que pasa -

- Adam, tu padre... Joseph -

- ¿papá? ¿Que pasa con papá? ¡dónde está!  -

- Adam, tu padre tuvo un accidente mientras cruzaba la calle...un auto lo arrolló...él...no sobrevivió -

Ivanna se soltó a llorar de nuevo al escucharlo otra vez, Nigel la abrazo con más fuerza mientras acariciaba su cabello, después miró a Adam y lo vio solo ahí parado al pie de la puerta, sin moverse ni parpadear,  parecía que ni siquiera respiraba, Harlan se acercó a él y apretó su hombro en señal de apoyo, pero Adam seguía inmóvil

- Adam, se que esto debe ser muy difícil para ti - habló Harlan - pero quiero que sepas que estoy aquí para ti, todos estamos juntos en este dolor -

Adam lo miró sin emoción alguna, solo camino por el pasillo y subió las escaleras en silencio, Nigel quiso ir detrás de él, pero su madre estaba aferrada a él y en medio de un ataque de llanto y no pudo dejarla

- él estará bien - le dijo Harlan al notar su preocupación - dejemos que exprese su dolor como él quiera -

Adam llego a su recamara y se encerró en ella, aun incrédulo de lo que Harlan le había dicho, miró hacia su escritorio y vio ahí una caja mediana con papel de cometas y listón azul obscuro, se acercó y notó que había una carta con su nombre de parte de su padre, Adam abrió la caja y dentro se encontró con un proyector portátil, justo el que había visto hace siete meses y su padre le había prometido para navidad, Adam tomó la carta y la abrió para leerla

『 para mi querido hijo

Adam, en este día tan especial no quiero felicitarte  solo por tu cumpleaños, si no por lo buen hijo, lo brillante y bondadoso que también eres, estoy orgulloso de ti y estoy seguro de que Julie, tu madre, también lo está, donde quiera que ella se encuentre...

Ahora que te vas lejos a perseguir tus sueños, quiero que uses este proyector y nos recuerdes entre las estrellas, a todos los que te queremos, a Harlan, Nigel, Ivanna, Beth y por supuesto tu madre y yo, eres la estrella más brillante en nuestras vidas, nunca cambies

                                         Con amor, tu padre.』

Adam no pudo soportarlo más y se desplomó en el suelo, sentandose en el piso mientras se recargaba contra la puerta, tratando de desaparecer las lágrimas que corrían por sus mejillas, comenzó a llorar en medio de sollozos y temblores que no podía controlar