Liam

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La vida de Liam hasta sus 22 años, nunca fue tan complicada, de hecho si le preguntaran, amaba vivir más que cualquier otra cosa.

Sus padres siempre se esforzaron demasiado en darle la mejor educación posible y él no dudaba en aprovechar esa gran oportunidad. Estudiar gastronomía siempre fue su gran sueño y siempre tuvo el apoyo de su familia para cumplirlo. Comenzó la universidad cuando solo tenía 18 años y se recibió a los casi 22.

Luego, ocurrió la desgracia. Un día, mientras Liam salía de una entrevista de trabajo, recibió la fatal noticia de que su hermano menor, había tenido un accidente muy grave y quedaría cuadripléjico por un daño en la médula espinal; en aquella tarde, Liam supo que sus padres y hermano dependían en gran parte del apoyo que él les pudiera brindar. Así que tomando la primera oferta de trabajo, aunque esta no fuera la que más le conviniera, comenzó a juntar casi todo su sueldo para ayudar en los gastos de su casa.

Ser chef, había sido su más grande anhelo después de cumplir 7 años, ahora solo se conformaba con ser un mesero dentro de un restaurante en New York.

Fue lo que lo llevó a uno de los mejores momentos de su vida.

Aquel día, jamás podrá olvidarlo.

Se encontraba trabajando horas extra, ya que su hermano había tenido algunas complicaciones y necesitaban pagar la cuenta del hospital; estaba tan cansado, había trabajado sin parar durante más de 10 horas y aún le faltaban otras cuatro. Iba tan distraído pensando en lo mucho que quería ver a su hermano, cuando no pudo detenerse a tiempo y chocó con un cliente que iba en dirección suya.

La escena fue todo un desastre, los platos que Liam llevaba en la bandeja, terminaron en el piso, junto con las bebidas.

— Hey, ¿estás bien? — el tipo con el que había chocado le preguntó.

— Puede que me haya cortado con algún vidrio, pero creo que no es nada grave — contestó aún con los ojos cerrados por el dolor del golpe.

Lentamente se puso de pie, viendo de reojo, como la otra persona también se levantaba. Sacudiendo su uniforme lo más que pudo e ignorando las miradas ajenas, fue que por fin observó el rostro del chico.

Vaya chico.

Nunca se había sentido tan avergonzado por su torpeza o apariencia, pero justo ahora, no podía detener el sonrojo en sus mejillas. De todas las personas con las que pudo haber chocado, tuvo que ser con el hombre más guapo y perfecto que Liam jamás había visto.

Pero como la vida se ha encargado de dejarle saber a Liam que no puede tener ni un pequeño momento de paz en los últimos meses, todo su ensoñación se esfumó, dando paso a la preocupación, cuando vió a su jefe caminar hacia ellos.

— Liam, ¿qué has hecho? — preguntó con horror el señor Cooper, viendo todo el desastre ocasionado.

— Yo venía caminando y no sé... — comenzó a tartamudear con evidente miedo de ser despedido.

No le molestaría perder el trabajo, en serio, la mayoría de las personas son tan condescendientes, que Liam rogaría que lo despidieran, si no lo necesitara tanto.

— Lo que yo veo aquí, es únicamente a una persona que se ha quedado sin trabajo — hizo una pausa para tomar a Liam del brazo y comenzar a arrastrarlo fuera del lugar — Estás despedido, Liam.

— No puede hacer eso porque no ha sido culpa de él — intervino él chico que Liam había tirado — Fuí yo quien venía distraído y no me fijé que él venía exactamente por donde yo pasaría. Pagaré por lo que se ha caído.

— ¿Es cierto eso Liam? — preguntó el señor Cooper.

— Yo, yo no lo sé... — comenzó con duda — Fue... si, es cierto, señor.

— Bien, recoge todo esto y cuida que no vuelva a pasar Liam, sabes que aquí no damos segundas oportunidades — dijo dándose la vuelta.

Después de eso, Liam se quedó completamente inmovil. Sentía vergüenza y humillación; pero más que nada, sentía un completo agradecimiento por el chico que lo había ayudado.

Nadie en estos días ayuda solo porque si.

— No tienes que pagar por nada de esto — señaló la comida en el piso — Muchas gracias por la ayuda, sin embargo. No tenías por qué hacerlo. 

— Liam, ¿verdad? — cuestionó, acercándose un poco más, ya que aún había varias miradas sobre ellos — No mentí completamente hace un rato — volvió a sonreír ante la cara de confusión del mesero — La verdad es que si venía un poco distraído.

— ¿En serio?

— Mhm, jamás había visto a alguien tan hermoso.

— Eso es, bueno — contestó con desilusión, obviamente, chico lento — Aún no entiendo por qué tendrías tú que pagar la cuenta — dijo, haciendo que el hombre riera.

— Porque el chico hermoso por el que me distraje, fuiste tú Liam.

— ¿Yo? — preguntó aún más avergonzado al ver al chico sonreír todavía más.

— Tranquilo, ahora ven — dijo tomando su mano — Te ayudaré a limpiar.

Un desastre completo, Liam tendría que quedarse muy probablemente, más tiempo del que había previsto.

— ¿Cuál es, cuál es tu nombre? — preguntó Liam, volviendo a su tartamudeo.

— Zayn, es Zayn — lo miró, amarrando aquella bolsa en la que habían vaciado lo que se tiró y extendiendo su mano.

— Tienes un nombre muy bonito, Zayn.

— ¿Lo crees?

— Sí.

— Gracias Liam, tu nombre también es bonito — estaba seguro que era la primera vez que alguien le decía algo así.

Sonrió una vez más en el momento en que estrecharon sus manos, hasta que tuvieron que separarse. Liam se recordó a si mismo, que aún estaba trabajando.

Después de eso, Liam no pudo formular otra cosa coherente, más que un gracias y una rápida despedida. Se sentía tan tonto, Zayn lo había ayudado demasiado hace un momento y lo único que pudo hacer, fue tartamudear y contestar apenas con monosílabos.

Siguiendo con su turno, buscaba con la mirada a Zayn, pero no lo vió más; le preguntó a una de sus compañeras y ella le había dicho que solo pagó por lo que se había caído y se fue.

Decidió concentrarse nuevamente en su trabajo para irse lo más pronto posible, una vez que terminó, se despidió de sus compañeros y salió del lugar.

Hacía demasiado frío y él no había llevado un suéter en su apuro de llegar temprano, perfecto; caminó en dirección a la avenida para conseguir un taxi que lo llevara al hospital, cuando algo lo hizo detenerse.

— ¡Liam! — una vez — ¡Liam! — escuchó de nuevo.

Se giró para encontrarse con la imagen de Zayn corriendo en su dirección.

— Zayn — fue lo único que pudo decir.

— Me preguntaba — comenzó — Me gustaría saber si quisieras ir a tomar algo conmigo. Sé que es un poco pronto, pero no mentí cuando dije que me pareciste hermoso.

Liam sonrió.

🚒🚒

Aquí otro capítulo

En la película, no pasan una historia como tal de cómo se conocen los protagonistas, así que yo haré algunas partes de ello. Y cambiaré las profesiones de Liam y Zayn.

Muchas gracias por leer 💛

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