Una historia de amor entre Rivers y su contrincante en la velada del año.
Todo comienza con un malentendido en un directo de Twitch de ___, Rivers se pone a la defensiva e Ibai decide montar el que será el espectáculo del año.
La linea temporal me l...
Ya era el día de la gala y estaba un poco nerviosa. Ayer me había despertado con Rivers cerca de mi pero decidí pasar del tema ya que no quería incomodarla, también vinimos al ensayo del evento pero sobretodo estuvimos descansando todo lo que podíamos. Ahora mismo venía una camioneta a recogernos para ir a vestirnos y maquillarnos. Al momento de subir al coche la noté muy nerviosa así que agarré su mano, ella me miró y me dio una ligera sonrisa, no la solté en todo el camino. Una vez llegamos a la oficina de mi manager, la ayudé a bajar de la camioneta y fuimos a vestirnos, ella no soltó mi mano en ningún momento. Después de unas horas ya estábamos listas, yo no la había visto porque la llevaron a otra sala pero fue salir al pasillo y caérseme la baba. Llevaba una falda de tubo color negro con una abertura en un lateral combinada con una chaquetilla también negra con una franja blanca alrededor de las mangas y la cintura, su cabello estaba adornado con una diadema del mismo color y su abdomen quedaba al aire pues debajo llevaba un top blanco satinado. Su maquillaje se basaba en una sombra de ojos del mismo tono negro y un pintalabios que contrastaba con su pálida piel, en sus orejas descansaban unos aros plateados.
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-Estás preciosa- dije sin poder quitarle los ojos de encima.
-Cállate, que me pongo nerviosa- nos quedamos mirando unos segundos en silencio hasta que ella volvió a hablar -Tú también estás bien- yo reí.
-Joder, qué halago, estoy bien-
Yo llevaba un traje negro adornado con perlas que a mitad del brazo dejaba ver la camisa que llevaba por debajo, además de un broche sobre la corbata, En la idea original iba a usar un abanico del mismo color pero decidí que era demasiado en el último momento.
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-¿Vamos?- le pregunté mientras le ofrecía mi mano para ir al evento, ella cogió su cámara y la guardó en un pequeño bolso que complementaría su vestimenta.
Tras habernos metido en otra camioneta nos tocaba bajar a la alfombra, alguien de realización nos abrió la puerta del coche y salimos, comenzaron a sonar los flashes de las cámaras como si de una canción se tratase. Volví a coger su mano y la guie conmigo hasta donde debíamos posar, no muchos nos conocían pero eso no les importaba, ellos seguía sacando fotos, acerqué a Rivers a mi y la agarré de la cintura para que nos fotografiasen mejor.
