III: muerte por amor

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dias despues:

El hispano estaba aterrado. ¿Qué estaba pasando? ¿Por qué lo trataba así? ¿Por qué justo ÉL lo trataba así?
La escena no era muy linda de ver. La Confederación Argentina en el suelo siendo amenazado por el Imperio del Brasil, su querido esposo. Hermoso ¿Verdad?
-- Perdón, amor, pero no te amo, ya no --dijo el imperialista con los ojos llorosos--.
-- Te digo algo... -- Habló el argentino con lagrimas en los ojos-- siempre fuiste un idiota.
-- ¿Qué? esas palabras aumentan mis razones para matarte en este momento --Se negaba a llorar frente a su amado--..
-- Déjame terminar... sos un idiota, pero siempre vas a ser mi idiota... --el hispano ya estaba aceptando su muerte--.
Que lindo ¿Verdad? traicionado por su pareja. Pero el albiazul ya se lo esperaba, eran un imperio y una confederación, ambos peleados por terreno y poder. Y ni hablemos de los conflictos que habian tenido anteriormente.
-- ¿Qué...?
El brasilero solo cerró los ojos con fuerza. Las lagrimas ya caían. Y, en ese instante, disparó sin segundas oportunidades. En el momento que la bala atravesó el cuerpo del menor, con remordimiento cayó al suelo, llorando como nunca. Su enamorado se había ido, y por su culpa.
Uno se preguntará, ¿y los niños? Los hijos de ambos latinos. Argentina y Brasil ¿Dónde estaban?, pues esperando a sus padres, sin saber que pasaba. Estos estaban a varios metros ya. Ojalá no hayan escuchado eso. ¿Y si preguntaban? ¿Qué iba a decir el Imperio? No lo sabia, tocaría improvisar.
Ya pasaron cinco minutos y el brasileño todavía lloraba junto a su amado ¿Por qué tuvo que hacer eso? Si él lo amaba, lo quería y deseaba que la relación llegara a más que a simples viudos casados por obligación.
Ya decidido, enterró el cuerpo del argentino y quitó todas las pistas con las que podrían descubrir quien había cometido el asesinato para luego ir con los menores.
-- ¿Qué le pasa, señor Imperio? -- Preguntó con ternura la albiceleste--.
-- Nada --Respondió poniéndose derecho y con un rostro serio, como la mayoría de veces--.
-- ¿Y papá Confederación? --Cuestionó el pequeño Brasil--.
-- Él luego va a venir ¿está bien? ahora no puede.
-- Oh.... que mal... yo quería verlo... Le tenia una sorpresa...
-- ¿En serio? ¿Y que era? --Al mayor se le hacia un nudo en la garganta--.
-- Mira, mira --El brasilero menor agarró un gran cartel--.... Papá Confe nos contó de su enfermedad así que quisimos hacerle esto...
Al desenrollar el gran cartel solo había unas grandes letras con decoraciones. Hojas de arboles, pasto y dibujos. Decía "Que te megores papa!!" (Son menores, no saben escribir bien)..
-- Que hermoso... Que... ¿Qué enfermedad tenia?
-- No sé... ¡Pero se donde guarda sus pastillas! Aunque... Me dijo que no tenia que avisarte de esto. Para que no te preocupes o cosas así... Pero supongo que ahora no importa porque papá no está en este momento...
-- Vamos, quiero ver que tenia... -Habló el mayor con los ojos cristalizados--.
No podía llorar en frente de ellos, no podía verse débil jamás, menos con sus hijos (biológico e hijastro).
Corrió por otros 5 minutos yendo a la casa que compartía con su amado.
-- ¡Mira, mira! -- Fue directo a uno de los cajones y quitó un metal dejando ver un montón de frascos--. Es de todas las enfermedades... Son muchas, pero me dijo que no le pasaría nada siempre que este con nosotros... con vos...
-- A ver... --Se acercó a su hijastro--.
Empezó a revisar todos y cada uno de los frascos, encontrando pastillas para dormir o "happy pills".
A el imperio ya le estaban cayendo lagrimas.
-- ¿Qué? --Tartamudeó-- ¿Por qué nunca me dijo que tenia depresión...?
-- ¿Es grave? Me dijo que no le pasaría nada...
-- No... O sea, si es grave... Pero no le tendría que pasar nada.... --Las lagrimas empezaron a caer-- Arge...
La menor se sorprendió por el apodo, pues el imperio solía decirle "República Argentina".
-- ¿Sabes si tenia un diario o algo por el estilo? que ponga todo lo que le pasa o sus problemas.
-- Mmmhhh... si, creo que si. Abajo de su cama había algo parecido a un sótano... Ahí se iba muy seguido... Iba a escribir o dibujar. Pero también había cuchillos o navajas... No sé porque, pero una vez entré y... tenia lastimaduras en el brazo... me dijo que no te diga nada... --Informó el argentino alertando al mayor--.
-- ¿A que te referís con "lastimaduras"? --Preguntó el brasilero alertado y preocupado--.
¿Sus sospechas eran ciertas? ¿Su amado se autolesionaba? ¿O era un chiste de mal gusto? Ya era demasiado información en menos de una hora. Happy Pills, pastillas para dormir, navajas y cuchillos, un diario y un sótano ¿Hay más sorpresas?
-- Tenia cortes, en ambos brazos, y sangraba mucho... Me dijo que no le pasaba nada, que estaba bien.. pero estaba llorando... y no lagrimas de felicidad... le dolía mucho.. Nunca me quiso decir que le paso.... -- el menor del lugar estaba a punto de llorar--. Y no fue la única vez... lo vi con quemaduras... y estaba vomitando mucho...
-- ¿Qué? --Tartamudeo--.
Este pensaba que no había secretos en la relación, pero se equivocó.
-- ¿Podrías llevarme?
-- Si... -- Habló triste siendo acompañada por el brasilero menor--.
Fueron a el cuarto de los mayores, el ex-cuarto del hermoso Confederación. El brasilero ya se arrepentía.
-- Mira... ¿Corres la cama?
-- Si... -- El Imperio hizo caso--.
Se encontró con una trampilla. Nunca la había visto en los casi 30 años que vivió con el argentino.
Estaba lleno de navajas y cuchillas, había sangre y trozos de piel.
Pronto encontró un cartón con números.

"1 = 17-19-16-2-12-5-13-1-20

2 = 4-9-1-19-9-16

3 = 4-9-2-22-10-16-20"

-- ¿Qué significa esto? --Preguntó tartamudo el mayor--.
-- Es una lista... el 1, 2 y 3 son sus cuadernos y los otros números representan letras. Uno es A, dos es B y así hasta el veintisiete --Sonrió el brasilero--.
-- ¿Sabían de esto? --Ya empezaron a salir las lagrimas--.
-- ¿De que? --Preguntó la argentina--.
-- Que él... Que Confe... Se hacia eso.... ¿Alguna vez leyeron el diario?
-- No... Yo quería pero no me dejó.... Aparte no entiendo su letra... En un cuaderno tenia dibujos... Algunos eran lindos, pero me dijo que tenían significados feos...
-- Yo.... ¿Sabe dónde están? me gustaría leerlo....
-- ¿Mami Confe te dejara? --Preguntó el mediano--.
-- ¡Sí, obvio me deja! Soy su pareja --Sonrió con lagrimas--.
-- ¿Y por qué no sabias de esto?
-- Porque mi amor no quería que me preocupara --Pronto rompería y no pararía de llorar--.
Hace un tiempo había tenido sus sospechas, pues su esposo había bajado de peso demasiado rápido y casi no comía. Pero sus sospechas desaparecieron al ver a su amado sonreír y decir que no le pasaba nada.
-- ¿Seguro? digo... capaz... algo que le dijiste provocó que se ponga mal...
-- ¿Qué? yo no diria nada que haga sentir mal a Confe --Habló--.
-- Pero... una vez te estaba contando sobre sus logros... digo, cuando te estaba diciendo cosas sobre el fútbol, hace uno o dos meses, en la comida. Dijiste "¿Por qué no te callas o simplemente no te ahogas con todo lo que comes? Ya estás gordo"... Esa noche durmió con nosotros y no paró de llorar, a parte en la comida le caían lagrimas y ni siquiera te habias dado cuenta... Al día siguiente no paró de vomitar...esa semana bajó casi 5 kilos.
-- ¿Qué...? ¿Él tiene problemas con su cuerpo? -Se preguntó a si mismo en un tono bajo--.
Empezó a perder el equilibrio, veía borroso y solo escuchaba su llanto. Rápidamente se tiró al suelo insultándose a si mismo
-- Soy un idiota, soy un idiota, no puede ser --Sollozó--.
Pronto se desmayó.

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1280 palabras
Esta es de las que menos cringe dan, fue una de las últimas que escribí y las que más me hicieron sufrir.
Besos en el ortis
Bye homosexuales

Perdón amor, si te dolióDonde viven las historias. Descúbrelo ahora