- Existe un cuento Chino que narra como todas las personas nacemos con un hilo rojo en el dedo meñique, unido al corazón, que nos conecta a con la persona a la que estamos destinados a encontrar, yo aveces pienso que ese pequeño hilo se enredo en mi...
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— Katsuki, Katsuki, — dijo con felicidad, quería sentir lo real de la sensación — te tengo, ya está todo bien, ya estás a salvo.
Cómo le hubiera gustado que fuera cierto, que no fuera parte de una ilusión cruel que le hizo su propia mente al no poder tener a aquel rubio en sus brazos.
Todo era mentira, ¡Maldición!
El cariño de un padre es algo único no hay nada que se le iguale por eso mismo Aizawa no quería estar en una realidad donde había fallado como héroe a todos pero en especial no quería estar en un mundo donde le había fallado a Bakugou.
[...]
— Todo estára bien, ya acabo.
— Supongo, no lo siento como un final.
Bakugou miro a su profesor preocupado desde que había salido de su casa había una especie de incertidumbre cerca de el todo el tiempo y no lo comprendía pensaba que se sentiría aliviado pero era todo lo contrario.
— Es normal pero yo me aseguraré de que estés bien, vigilare toda la noche si es posible. — con cariño tomo la mano de su estudiante, Aizawa nunca se lo diría, aquel pensamiento moriría con el pero amaba a Katsuki como un hijo.
— Yo confío en usted.
[...]
— Eraser Head, ya sueltalo, podrías alterar la evidencia.
— No, no, no — con el corazón roto miro a su amigo, Aizawa tenía sus ojos rojos, sus ganas de llorar y gritar lo superaban. — Yo se lo prometí, lo aseguré y le falle.
Present Mic alejo con cuidado a Shouta quitando al joven que tenía en sus brazos, ahora que lo miraba con atención se daba cuenta de lo frágil que se notaba, de lo delicado que parecía ser ahora que estaba ahí en el suelo sin poder decir una palabra. El cuerpo herido de Bakugou podía gritar miles de lamentos pero tanto Mic como Aizawa solo podían escuchar suaves risas como si aquel niño estuviera feliz de ser hallado y que no lo olvidarán en medio de tanta oscuridad.
— Déjame aquí, déjame cuidarlo un poco más.
— Ven conmigo.
Aizawa y Yamada salieron del sótano dejaron que los oficiales y el forense entraran a hacer su trabajo después ellos podían recoger el cuerpo de Bakugou del suelo donde estaba.
Con el pasar de las horas el trabajo de todos ya estaba hecho. Aizawa no quería que llevarán a Katsuki a la UA en una bolsa de plástico negra, se negaba a tener tal imagen en su cabeza, solo quería llevar a Bakugou en su auto, lo dejo recostado dando la apariencia de que estaba dormido.
