CAPITULO 1 recuerdos y noticia

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La Farmacia Azul, una pequeña farmacia ubicada en la ciudad de Orario. Una farmacia que en sus inicios era próspera y grande, habitaba una familia conocida aunque no como la más fuerte ni de cerca, pero conocida por dedicarse a las pociones, esta era la familia Miach.

Su dios era un Dios bastante benevolente, dedicado a ayudar a quien lo necesitara, amaba a su familia aunque lamentablemente eso cambió en el momento en que uno de sus hijos, exactamente una Chienthrope llamada Naaza Erisuis, la cual en una de sus expediciones con su familia al famoso calabozo de la ciudad para conseguir materiales para las pociones, fue atacada por una horda de monstruos donde la familia Miach consiguió la victoria, pero con el precio de la pérdida del brazo de Naaza y un trauma en ella con los monstruos.

Después de aquel trágico suceso, el Dios Miach decidió buscar una prótesis para ayudar a su hija y recurrió al dios Dian Cecht, el cual le otorgó a Naaza una prótesis de plata pulida con una daga y joyas en las articulaciones. Esta prótesis fue un golpe bastante duro a la economía de la familia, cosa que no le importó mucho a Miach ya que para él, sus hijos eran lo primero.

Lamentablemente, sus hijos no lo vieron así. Después de que la familia quedó en una gran deuda, los integrantes de la familia decidieron abandonar al Dios, todos, a excepción de Naaza, la cual, a pesar de no ingresar a la mazmorra, continuó ayudando a su Dios en la farmacia, atendiéndola y preparando pociones para así ir pagando muy de a poco la gran deuda que tenía con Dian Cecht.

Dian Cecht era un dios orgulloso, siempre miró a Miach como un ser inferior en el mundo de la medicina y se burlaba abiertamente de él, le gustaba molestarlo cada vez que iba a cobrarle la paga mensual de aquella tormentosa deuda, aunque a Miach no le importaba eso, no se arrepentía de haber ayudado a su preciada hija.

Todo continuó de esa manera hasta aquel día en el que un chico albino que siempre usaba una máscara llegó a la Farmacia Azul, le comentó a Miach que quería estar en su familia, que los apoyaría como doctor, siempre y cuando no le diera su falna.

Miach no estaba incrédulo, no veía maldad en él, así que decidió preguntarle el porqué trabajaría para ellos si tenían una gran deuda y no tenía cómo pagarle, que pudo haber escogido a la familia de Diana Cecht.

Al misterioso albino llamado Bell Cranel no le importó responder y comentó que él practicaba la medicina para ayudar a los demás, no para llenarse el ego con eso y que por ello jamás trabajaría con él, además de que los ayudaría a pagar la deuda, que no le importaba con tal de que lo aceptaran en aquella farmacia.

Miach no tuvo más remedio que aceptarlo sin saber que eso sería el comienzo de una mejora continua en sus vidas. En un comienzo, el albino comenzó a hacer pociones y medicinas de muy alta calidad con los pocos recursos que tenían. A Naaza y a Miach les costaba creer lo que veían. Esto atrajo a mucha clientela, los cuales no podían estar más satisfechos con aquellas pociones que no solo eran demasiado efectivas, sino que también eran económicas.

Esto permitió a la familia pagar más fácilmente la cuota mensual, cosa que empezó a fastidiar a Dios Dian, el cual se estaba quedando sin excusas para molestar a Miach. Nadie sabía del albino ya que, por petición suya, solicitó que no revelaran que él estaba en la familia o al menos así se esperaba.

Pasaron semanas, meses, y la confianza empezó a aumentar. En un punto les contó quién era, les dijo su nombre, y ellos al escucharlo casi se desmayan, ya que el nombre de Bell Cranel era muy conocido por ser el médico de la ciudad de los semihumanos, aunque también se dice que fue expulsado por dejar en coma a su gobernante.

Bell no habló al respecto, prefería evitar el tema y seguir con su trabajo. En un momento se empezó a hablar de una chica nueva que empezó a romper el récord de subir más rápido. Era bien conocida por ellos ya que solía comprar pociones allí, pero un día llegó muy malherida. Según parecía, había peleado con un minotauro irregular, ganando la pelea pero quedando tan lastimada que la magia curativa no lograba salvarla.

DANMACHI: Un amor entre un médico y una dragonaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora