VIII.LOS CULLEN Y CONFESIÓN.

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Lynx Black

Al llegar a la escuela, estacioné mi moto y bajé buscando con preocupación a Isabella, pues el fin de semana cuando llegó no tuve la oportunidad de encontrarla en su casa. Echando un vistazo pude encontrarla al otro lado junto con un grupo de personas a las cuales nunca antes había visto.

Fui hasta donde se encontraba la castaña, la cual al ver la expresión de enojo en mi rostro palideció un poco. Llegué hasta ella cruzándome de brazos a lo cual ella me sonrió inocentemente.

—Primero, te lanzas de un acantilado y me toca ir tras de ti para salvar tu torpe trasero. No conforme con eso, te largas a quien sabe dónde dejándonos preocupados a tu padre y a mí, Isabella Marie Swan.—Dije ignorando al resto del grupo

—Buen días para ti también.—Dijo sarcásticamente a lo cual levanté una ceja.—Lo siento tanto, Andy. Pero era de vital importancia.

—Al menos me hubieras dicho y te acompañaba, le inventábamos a tu padre que estabas en mi casa para que no se preocupara, yo que sé.—Hablé ya más relajada.

Inmediatamente nos abrazamos, la relación de Bella y yo había aumentado este último tiempo, haciéndonos muy cercanas. Me separé de ella cuando sentí un piquete en mi cabeza, indicando que alguien estaba intentando entrar a mi mente, me tense inmediatamente e inspeccioné el área llevándome una gran sorpresa al detener mi mirada en alguien que creía muerto.

—Cedric...—Mi mirada estaba fija en un cobrizo de piel pálida y ojos dorados, dándome a entender que era un vampiro con apariencia parecida, más no era Cedric.

—¿Disculpa? ¿Quién?—dijo mirándome extraño y volví a sentir el piquete que me dejó claro que el era el lector de mentes.

—Y-yo... Lo siento, te pareces a alguien a quien conocí.—Limpié una lágrima que corría por mi mejilla.—Nos vemos luego, Bella.

Me encaminé a paso rápido a mi primer clase tratando de sacar de mi mente los recuerdos de la noche en que Cedric murió. Entre al salón de clases y me encaminé al lugar donde siempre me sentaba, sin embargo, justo al lado de mi asiento había una chica de tez pálida y ojos dorados, otro vampiro.

—Hola, soy Alice Cullen. Encantada de conocerte al fin.—Dijo con una gran sonrisa. Fruncí el ceño.

Cullen, como el novio de Bella y el chico que mencionó Paul. Pensé.

—Lynx Andrómeda Black, pero puedes decirme Andy.—Respondí el saludo de la chica y ésta me abrazo emocionada sorprendiéndome.

Definitivamente son vampiros. Pensé.

Decidí poner atención a la clase que ya había empezado, pero no me podía concentrar ¿Por qué tienen los ojos dorados? Traté de recordar lo que había visto sobre vampiros en clase, pero era borrosa la información en mi mente.

—Eres más linda en persona.—Susurró emocionada.

—¿Disculpa?

—Y-yo, se que Bella hablóde nosotros.—Susurró y me regaló una sonrisa algo avergonzada.—Tuve una visión algo borrosa sobre ti... Eres mucho más linda en persona.

—Oh... Lamento lo de su secreto, ella no me dijo nada, se les escapó a la manada. Y muchas gracias, Alice. Tú también eres muy hermosa.—Le dije correspondiéndole la sonrisa.

Dejé la preocupación de lado, pues si estaban rodeados de humanos y aún no habían atacado a nadie, significaba que no se alimentaban de sangre humana.

¡Exacto! Eso es, los iris dorados son reflejo de falta de sangre humana, se alimentan de animales.

—¿De dónde eres? Tu acento es diferente.

Midnight Star | Paul Lahote (Harry Potter x Crepúsculo)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora