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. Jeno puede sentir la mirada de Jaemin en él.
2. Chenle no deja de reírse de él.
3. Su madre se enteró y lo regaño por ser tan tímido, luego beso su cabeza y dio suave palmadas en su espalda
- Guarda silencio, están todos viéndonos. - murmura - Quiero ir a dejar la bandeja. ¿Ya terminaste?.
- Esperate un poco, eres un apurete.
- Ya hubieras terminado de comer, si no te hubieras puesto a reír como un payaso.
- Oye, al final, ¿Qué pasó con Jaemin? Desde aquí me doy cuenta que no deja de mirarte y secretear con su amigo. Quizás le gustas.
- Jaemin es raro, yo creo que me odia porque no lo saludé.
- ¿Quien se enojaría por eso?
- él.
Luego de varios minutos, ambos se levantan a entregar las bandejas del almuerzo, escuchando susurros, Jeno aprieta la bandeja y camino cabeza en alto fingiendo seguridad de sí mismo.
- Oye, ¿porqué miras tanto a mi amigo, te gusta o qué?
No no no, Chenle que estupidez estas haciendo.
Jeno se da media vuelta, observando como su amigo se detuvo en la mesa de Jaemin. Se acerca rápidamente hacia el, lo toma del cuello del poleron y lo arrastra mientras escucha al Chino alegar de que no puede respirar, que se está ahogando.
Voy a matarte Zong Chenle.
