Calm

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Ambos jóvenes comían sus respectivos alimentos en silencio, no parecían tener un problema en ello...

— Tokito-san... Qué clase de problema tuvo por su.. entrenamiento? —preguntó el cicatrizado deteniéndose un poco al comer, Muichiro inclinó su cabeza hacia el y abrió sus labios débilmente.

— Umm, me excedí quizás un poco en ello.. —respondió mientras miraba al suelo con los ojos entrecerrados.

Genya solo suspiró un poco comprendiendo y hasta sintiéndose un poco identificado en ello.

— Entiendo...si necesita algo puede pedírmelo si lo desea —mencionó el joven cicatrizado mostrando una leve y agradable sonrisa, Muichiro asintió y termino de comer lo último que le quedaba.

Genya solo se quedó en silencio viendo al cielo mientras se sentía tranquilo, miró de reojo al pilar...este cabeceaba un poco, tal parecía, su cuerpo había decidido que ya era suficiente de entrenamiento por ese día...

Genya sintió algo de ternura por ello y simplemente después volvió a mirar al cielo... Tan solo faltaron segundos para después sentir el leve peso de Muichiro en su hombro, había caído agotado por completo, Genya al principio se sobreesalto pero después no se dió cuenta y una leve sonrisa se formó en sus labios, cargó a Muichiro con delicadeza para no despertarlo, en cuanto lo cargo entre sus brazos el menor se acurrucó como un pequeño gatito...

Un tono rosa cálido se forjó en sus mejillas. Acomodó el futón y recostó al pilar en el, lo cubrió con la cobija y lo puso en una posición cómoda...

Se veía muy lindo de esa forma...

Se dió cuenta de sus pensamientos e intento despejar, acomodó un poco el lugar..en cuanto lo hizo se acercó al pilar.

— Hasta luego Tokito-san... —susurró viendo el dulce rostro del menor, sonrió un poco y se retiró de la finca.

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Era un nuevo día, Genya está vez había empezado sus entrenamientos en la mañana y los había terminado empezando la tarde, estaba algo agotado, pensaba ir a las aguas termales pero tenía otra idea que le agradaba más que esa...

Pocas veces había ido al pueblo, y en una de esas encontró un puesto en el que vendían sandías..el las sentía diferentes, más dulces y deliciosas.

En cuanto estuvo en el puesto compró una..pensaba en llegar a la finca en la que se hospedaba y probar un trozo de la sandía.

Iba de regresó a la finca, caminaba por un bosque en silencio, ese lugar le llegaba a agradar, de reojo vió unos arbustos moverse un poco, se acercó al lugar para revisar que era...

Se agachó un poco. Casi cae al suelo en cuanto aquello que causaba el movimiento salió de un brinco, era un pequeño conejo color blanco...

Genya se sintió un poco tonto por llegar a temer por ello, se acercó al pequeño animal, se veía muy agradable... acarició un poco sus orejas, estaba muy dedicado en acariciar al conejito...recordó al joven pilar de la niebla y paró un poco las caricias, se sentó de cuclillas y suspiro un poco, aquel animalito se quedó viéndolo mientras sus orejas se ladeaban hacia un lado.

— Me estás juzgando o intentando apoyar..? —susurró hacia el animalito, el conejito solo se quedó inmovil mientras su nariz se movía muy tiernamente.

Genya cerró sus ojos un momento, un rubor se forjó en sus mejillas. La sensación que había sentido por el pilar había sido extraña, fue como si un fuego artificial estallara en su corazón... Aún así estaba confundido y queriendo saber más sobre aquella sensación que estaba sintiendo...

Se despidió con una última caricia al conejo para después seguir su rumbo.

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Ok...pensé mucho en Hearstopper
al escribir la historia, posiblemente en las últimas se dieron cuenta algunos.
Y.. también pensé un poco en mi la primera vez que me gustó mi noviesita.

Espero les haya gustado. ^^♡
♡Sayonara♡

_Heal Together_Donde viven las historias. Descúbrelo ahora