ONE SHOTS || Multifandom

Drarry (pt. 2).

¡Aclaración! En esta historia es la continuación de mi otro shot que esta en este mismo libro.

Harry estaba en su quinto año. Habían pasado dos años desde que descubrió que su padrino era Sirius Black, un asesino que en realidad no lo era. También descubrió que su profesor Remus Lupin, era un hombre lobo. Más increíble que ellos dos eran los mejores amigos de su padre, y además eran pareja.

Pero aún más increíble, Harry descubrió que era gay. No le había dicho a nadie, pero el año pasado, había estado descubriendo su sexualidad. Primero se sintió atraído a Cedric Diggory, aquel encantador jugador de quidditch. El azabache se culpaba así mismo por la muerte de él. 

Pero también ahora tenía novio, nada más y nada menos que Draco Malfoy. Su "enemigo".

Harry se encontraba cenando en el 12 de Grimmauld Place, ahora era su hogar. Sirius había cumplido su promesa, todos los veían como un inocente. Dumbledore había conseguido comprobar su inocencia. Ahora Harry no tenía que vivir con aquellos malditos muggles.

El director había aceptado que Harry viviera con Sirius, pero lo obligó a visitar a sus tíos al menos dos veces a la semana. Cosa que no entendía el porque, pero Dumbledore dijo que después se lo explicaría.

—Harry, ¿quieres más?— preguntó Remus con una sonrisa.

Harry negó mientras terminaba de pasar el gran bocado que acababa de dar. Remus asintió aún con una sonrisa.

—Yo sí, cariño— pidió Sirius con una de sus sonrisas encantadoras.

Remus le sirvió otra porción y le dio un "pequeño" beso. Harry volteó a ver su plato vacío como si fuera lo más interesante del mundo y tosió incómodamente. Los mayores se separaron y vieron al azabache.

—Harry, ya sabes que no puedes decirnos si te incomoda esto— dijo Remus con un tono comprensivo.

Harry negó rápidamente.

—No me incomoda, simplemente es un poco sorprendente, aún no asimilo que sean pareja— explicó rápidamente.

Remus y Sirius rieron mientras asentían.

—Por cierto, Harry; esta casa ahora será un refugio secreto, no te podemos contar mucho por órdenes de Dumbledore, por lo que te pediremos que ahora solo puedes salir de tu cuarto o bajar de el piso en la mañana para desayunar, en la tarde para comer y para cenar— explicó Sirius con una expresión seria—. Tus amigos estarán aquí, no te aburrirás.

Harry quedó en shock. ¿Ahora no podría pasar tiempo con sus padrinos?

—Pero... ¿cómo piensan que viva de esa manera?— preguntó Harry aún con la esperanza que sea una broma.

—Lo siento Harry, pero son órdenes de Dumbledore— contestó Remus.

Sin duda no era una broma.

—¿Esto tiene que ver con Voldemort?— preguntó Harry con un tono enojado.

Los mayores se quedaron callados. Harry tomó eso como una respuesta afirmativa.

—¿De qué se trata? Al menos díganme...— dijo Harry, ahora su tono sonaba intrigado.

Quería saber del plan que tenía Dumbledore. Además, él tenía derecho a saberlo, al fin y al cabo, él había visto a Voldemort renacer.

—No podemos. Son órdenes de Dumbledore— respondió Sirius.

Harry se sintió sin emociones. ¿Qué no podían? ¿Cuáles eran esas malditas órdenes de Dumbledore?