PARTE V

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MinGi no estaba seguro en qué momento se quedó dormido.

Sólo recordaba que, después de recuperar las fuerzas, se levantó al baño a botar el preservativo y al regresar, encontró a YunHo esperándolo tal como lo había dejado, tan tentador, que habría ido por una segunda ronda de no haber estado tan agotado. Por lo demás, YunHo también se veía cansado y parecía estar luchando para no quedarse dormido.

Con el calor inundando su pecho ante esa visión, motivó al tritón a meterse entre las sábanas. Ya cubiertos, se miraron en la oscuridad en una atmosfera nada incomoda, lo cual era curioso. Según él, con otra persona se habría avergonzado, pero no con YunHo.

Todo era tan natural con él.

Tal vez por eso mismo es que no supo en qué momento se quedó dormido.

Lo último que recordaba era un susurro. Una voz diciendo que "deseaba que durara para siempre", antes de perder la consciencia del todo.

No fue hasta que un continuo movimiento, lo despertó.

Con ojos cerrados y semiconsciente, MinGi fue recapitulando los últimos hechos de la noche bajo el constante ajetreo, hasta tomar consciencia que YunHo dormía a su lado.

"Es inquieto al dormir", pensó, su mente nublándose de nuevo, presa del sueño.

Un sonido fuerte fue lo que necesitó para despertar otra vez.

Sobresaltado, se sentó en su cama y miró hacia todos lados, desorientado.

¿Qué había sido eso?

Tardíamente miró hacia el lado donde, supuestamente YunHo debía estar, pero, no estaba.

Extrañado, frunció sus cejas.

- ¿YunHo?

Un quejido y varios tosidos fueron su respuesta, eso terminando de espabilarlo. También asustarlo.

Soltando una maldición, apartó las mantas y se movió hacia el lado de YunHo. Aún en medio de la oscuridad y su visión algo comprometida, visualizó la temblorosa silueta del tritón en el piso.

Soltando otro juramento, MinGi se acuclilló al lado de YunHo. Su mano lo tomó del hombro para voltearlo y solo con ese toque percibió el calor en su piel y la humedad del sudor.

Estaba ardiendo, y no en un buen sentido. Que, al voltearlo, YunHo tosiera tapándose la boca, aumentando su preocupación.

- Tengo que llevarte al médico- fue su rápida conclusión, su mano apoyándose gentilmente en la mejilla contraria para ver a los ojos al sirenito enfermo.

Unos ojos que parecieron humedecerse ante sus palabras, a la par que este negaba con la cabeza.

- YunHo...- comenzó, pero este lo calló sujetando su mano con la suya.

- Mar – pronunció con voz apagada, su respiración siendo dificultosa.

Por unos segundos, MinGi lo observó en total incomprensión hasta que sus neuronas hicieron sinapsis, comprendiéndolo de lleno.

- El mar – repitió casi ido – Necesitas ir al mar para recuperarte, ¿es eso?

Al ver que YunHo asentía, MinGi entró en acción.

Tomando unos pantalones cualesquiera, se los colocó con rapidez. Hizo lo mismo con una camisa blanca, con la diferencia que no se abrochó nada. No tenía tiempo para eso.

Mirando hacia todos lados en busca de algo con que cubrir a YunHo, optó finalmente por sacar una frazada de su cama a tirones. Al ver que era demasiado grande, la dobló en dos y con eso pasó a envolver al tritón de pies a cabeza antes de tomarlo en brazos. No tenía tiempo para vestirlo – sin contar que la ropa le incomodaría al tomar su forma original con cola y todo-, así que la frazada era la mejor forma de mantenerlo abrigado durante el trayecto.

Mi Inesperado Sirenito [YunGi]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora