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Yoongi caminaba a paso un poco rápido por el pasillo desolado seguido por Seokjin y Jungkook. Éstos últimos, habían decidido acompañarlo para ver lo que el pálido le diría a Jimin, pero Yoongi sabía que lo hacían para poder burlarse de él, mas no dijo nada.

Después de que se pusieran de acuerdo en lo que iban a hacer para que Yoongi le pudiese pedir chico que fuese su omega, los gemelos lo habían mandado a que le pidiera la cita a Jimin.

El alfa siguió caminando, sus nervios estaban a flor de piel, y su frente sudaba un poco. Nunca había hecho algo como esto, por lo que rogaba a la Diosa Luna para que le ayudara de lo contrario, se juraría jamás volver a hacer algo similar.

—No te pongas de esa manera, Yoongi —habló desde atrás Seokjin, alzando un poco la voz para que el pálido le pudiese escuchar.

—Tú no entiendes. —Negó Yoongi.

Siguió caminando hacia el aula en la que se encontraba Jimin.

Las cosas en el colegio eran un poco complicadas, puesto que casi todos allí tenían diferentes edades, pero estaban en el mismo salón, o solo compartían algunas clases juntos. Por ejemplo: Los tres omegas, sus amigos y él, compartían algunas clases juntos, pero o eran mayores por meses, o por un año, y estaban juntos. Lo que pasa, era que el colegio permitía a niños desde los 3 años, pero no todos llegaban a esa edad, algunos llegaban hasta los cuatro o los cinco, y los integraban en los mismos salones, por ello, había diversidad de edades, pero ya que eran muchos, los dividían y a veces sólo compartían una que otra clase.

Jimin y él compartían clases los Lunes y Miércoles, pero ahora estaba en Viernes.

Vaya mierda.

Yoongi siguió su camino hasta que al fin llegó al área en la que se encontraba Jimin, miró su reloj de mano y se dio cuenta que faltaban cinco minutos para que el omega saliera a receso.

El alfa se detuvo a unos cuantos metros de la puerta del aula en la que estaba Jimin, y se recostó sobre la blanca pared, inhalando pesadamente mientras se comenzaba a imaginar diferentes escenarios de Jimin junto a él, o de cómo las cosas podrían llegar a salir.

—¿Estás nervioso? —Preguntó ignorante Seokjin.

—¡No seas tonto! —Le pegó Kook en la espalda a su hermano.

—¿Por qué me pegas? —Seokjin estaba indignado.

—Para que se te quite lo estúpido —rodó los ojos—. Mira al pobre —ordenó, señalando a Yoongi, quien se encontraba casi comiéndose las uñas—, está más nervioso que papá cuando perdió algo.

Los gemelos siguieron peleando, sin ser conscientes del pánico que crecía cada vez más en el pálido. Yoongi estaba que se desmayaba, porque jamás había salido ni siquiera a una cita con algún omega, y que Jimin fuera el primero y al que no quería perder por sus estupideces, le ponía los pelos de punta.

Riiiing.

El sonido de la campana que indicaba el receso sonó, poniendo a Yoongi más pálido de lo normal. Los estudiantes comenzaron a salir como ganado del salón, algunos bromeaban y sonreían, mientras que otros salían dando las gracias por el final de la clase.

Yoongi aclaró su garganta, llamando la atención de los gemelos, y se puso recto. Comenzó a estirar su cuello para poder ver al chico por el cual estaba tan nervioso, hasta que lo vio casi salir de último, el omega venía con Namjoon, se veían muy alegre y lleno de vida. Yoongi volvió a suspirar al ver a semejante omega.

Jimin, quien venía hablando sobre conejitos con Namjoon, fue codeado por este último de un momento a otro. El rubio lo volteó a ver confundido y con una mueca, hasta que vio que su amigo tenía su vista fija hacia un punto en específico. El omega, curioso, siguió la mirada de Namjoon, encontrándose con el dueño de sus mejores sueños y fantasías.

Dos Alfas, Un Omega Y Un Yoongi - YoonminDonde viven las historias. Descúbrelo ahora