Especial Yoonmin

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Yoongi estaba sentado a la orilla de la camilla, incómodo y abrumado. Jimin no quitaba su mirada de sus labios, y eso hacía que sus nervios crecieran en todo su ser. No sabía que hacer en ese momento, había intentado huir, pero el menor lo detuvo a toda costa.

—Ji-Jimin... —la voz del alfa salió un poco aguda.

El omega le presto más atención al alfa, quitando su mirada de los apetecibles labios del mayor, para posarla en los ojos de este.

—¿Qué pasa, hyung? —preguntó con voz ronca.

Yoongi tragó saliva cuando escucho la voz de menor. La voz de Jimin usualmente era aguda, y muy armoniosa, pero en esos momentos, había sonado demasiado ronca, algo que le encantó al alfa aunque no lo admitiese.

—Deja de verme de esa forma —suplicó en un susurro poco audible, pero gracias al silencio de la habitación, Jimin le escuchó perfectamente.

—No lo estoy viendo de ninguna manera, hyung —dijo viéndolo de manera más intensa.

El alfa entrecerró sus ojos cuando sintió la mirada aún más penetrante de Jimin.

—Listo, me voy.

Yoongi estuvo dispuesto a levantarse e irse, pero la mano que se posó sobre la suya impidió toda acción. El alfa bajó la vista hacia la mano que se encontraba sobre la suya. Un sentimiento de ternura lo invadió al ver las tiernas manos de Jimin. Le daba risa el hecho de que fueran tan pequeñas en comparación de la suya.

—No se vaya, por favor... —El omega a como pudo se sentó sobre la camilla.

El alfa suspiró, era una pérdida de tiempo el negarse a alguien como Jimin. Sabía que sí se quedaba tenía que aceptar las consecuencias.

—Bien, me quedo —dijo resignado y volvió al lugar anterior—. Pero hablemos o hagamos algo. realmente me siento incómodo que tu mirada esté sobre mí.

Jimin asintió y sonrió gustoso. Una idea había surcado por su mente ante las palabras del alfa. Podría ser que tal vez no fuese a terminar bien, o sí, no sabía, pero se quería arriesgar.

—¿Podemos hacer cualquier cosa que yo quiera? —Preguntó con un toque de malicia.

—Por supuesto —aceptó el alfa, sin sospechar ninguna de las intenciones del malicioso omega.

La sonrisa de Jimin creció aún más. Su hyung se veía más hermoso de lo habitual ese día, y sus labios también estaban un poco más rosados. Su cabello se veía algo desordenado, y tampoco dejó escapar ese leve rubor que cubría las mejillas del mayor.

Lo tenía que intentar de nuevo. Era ahora o nunca.

—Acérquese un poco, hyung —ordenó el omega, mientras se acomodaba más sobre la estrecha camilla.

El otro le miró con duda, pero le hizo caso. Se acercó un poco más, hasta quedar sobre la camilla el también.

—¿Qué vamos a jugar? —preguntó inocentemente el alfa.

—A un juego que se que le va a encantar —le susurró sobre el oido.

Una corriente eléctrica atravesó todo el sistema del alfa. La voz de Jimin había sonado tan encantadora, suave y coqueta, que no pudo evitar voltear su cara hacia el omega. Cuando lo hizo, los labios del menor se posaron sobre los suyos.

Jimin sonrió sobre los labios del mayor, mientras aprovechaba de la sorpresa de este mismo. Al principio, sus labios sólo se juntaron levemente, esperando a que uno saliera de su sorpresa. Cuando pasaron algunos segundos y Yoongi sin reaccionar, el omega tomó la iniciativa.

Los labios de Jimin se comenzaron a mover lentamente para dar paso a un beso dulce y suave, dejando que el alfa le siguiera el paso, algo que ocurrió segundos después. El omega soltó un pequeño gemido gustoso cuando sintió los finos labios del alfa moverse al compás de los suyos.

El sonido de los chasquidos que creaban sus labios al chocar fue suficiente para que el omega deseara profundizar el beso. Necesitaba tener todo del alfa, y este era el mejor momento. Comenzó a acercarse al alfa.

Yoongi entendió lo que Jimin quería. Tomó por completo el control del ósculo, y lo comenzó a convertir en un beso dulce pero a la misma vez salvaje. Sus labios cada vez pedían más y más, querían más de lo suave pero intenso.

El pálido se acomodó un poco más en la camilla, sin despegar sus labios. Puso una de sus grandes manos en la estrecha cintura del menor y con la otra lo tomó por su mejilla, profundizando el choque de labios.

Los gemidos gustosos del omega estaban volviendo loco a Yoongi. Su lobo había comenzado a rasguñar su interior, queriendo mucho más de lo que ahora estaba obteniendo, mas Yoongi le ignoró por completo, estaba más ocupado en abrirle paso a su lengua hacia la de Jimin, algo que logró fácilmente. Sus lengua comenzaron una batalla salvaje en el interior de sus bocas, hasta llegar al punto de hacer gemir a Yoongi. Un gemido gutural y lleno de satisfacción.

Siguieron así por unos cuantos minutos hasta que ya no aguantaron la respiración. Yoongi se alejó un poco del omega, haciendo que este gruñera a modo de molestia.

—Ji-Jimin... —Trató de hablar, queriendo regular su respiración.

—Cállate y vuelve a poner tus labios sobre los míos. —El menor volvió a atraer a Yoongi, sin dejar que este dijera algo.

Volvió a juntar sus labios en un beso cada vez más intenso. Ambos estaban conscientes de lo que estaban haciendo y lo que podía generar, pero en ese momento, les importaba poco su alrededor.

Dos Alfas, Un Omega Y Un Yoongi - YoonminDonde viven las historias. Descúbrelo ahora