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—¡Kim Namjoon! —El grito resonó por el pasillo poco transitado.

Namjoon que en ese momento se dirigía hacia la gran piscina del colegio, se dio media vuelta buscando la voz que le llamaba.

No esperaba encontrarse con unos de los gemelos.

—Uh... ¿Hola? —Preguntó algo confuso.

—Lo siento si estoy siendo molesto, pero quería que me ayudaras con algunas cosas. —Habló rápidamente.

—Ahorita tengo que ir a nadar —Contestó apenado—. He reprobado natación el período pasado, y en profesor me ayudará pero para eso tengo que entrenar más.

Bufó cansado. En esa clase no podía usar nada que tuviera que ver con su sabiduría, porque no le servía de nada.

—Prometo no molestar mucho. —Su voz salió a modo de súplica.

—Jin, ¿cierto?

—El mismo. —Asintió con una gran sonrisa— Espera... ¿Cómo sabes que soy yo?

Seokjin se sentía confuso. La única vez que ellos han interactuado mucho, fue cuando se encontraron en el centro comercial, y fueron a comer helados. Ese día se divirtió mucho, pero nunca hablaron profundamente, sólo se conectaron por medio de los juegos.

Ya era común que convivieran mucho con las demás personas, pero no importaba cuanto socializaran o se vistieran diferentes; siempre los confundían.

—Por tu cabello. —Namjoon sonrió divertido— Tú tienes el cabello rubio, y tu hermano lo tiene color negro.

Seokjin se sintió estúpido al darse cuenta de ese detalle. —Oh... Cierto.

Namjoon volvió a sonreír, haciendo que sus hoyuelos se marcarán más. —Además, tus hombros son un poco más anchos que los de tu hermano, y la mirada es diferente.

—¿En serio? —carraspeó un poco interesado en la descripción—. Y... dime, ¿quién de los dos crees que es más guapo? —cuestionó. Si los podía diferenciar muy bien, entonces significaba que uno de ellos debía de ser más hermoso que el otro.

Las mejillas de Namjoon se pusieron de un rojo claro. —Creo que tu sonrisa es muy linda —apretó sus labios, en realidad quería decir que él era más guapo, pero eso sería demasiado extraño decírselo en su propia cara.

Seokjin sonrió gustoso por la respuesta. La mayoría siempre le recalcaba que era idéntico a su hermano, por lo tanto, no tenía nada que lo hiciera especial.

Por un momento se quedó perdido en la hermosa sonrisa que omega le había obsequiado luego de decir tales palabras, sus hoyuelos se marcaron más en sus mejillas y sus ojitos se cerraron un poco cuando sonrió. No podía negar que ese chico era hermoso. Pero no.

No, no, no.

Él no podía pensar así, él estaba enamorado de Jimin.

—Entonces... ¿Me ayudarás?

El omega asintió con mucha felicidad evidente, le encantaba ser de ayuda para todo aquel que lo necesitaba. Su omega bufó en su interior.

—¿Con qué quieres que te ayude?

—Quiero saber todo sobre Jiminnie. —Suspiró fuertemente.

Toda la alegría que Namjoon sentía, desapareció rápidamente. Tenía que haber sabido que ese hermoso alfa jamás se le acercaria sólo para hablar con él, debía de haber deducido que sólo le hablaba porque era amigo de su amor platónico.

—Oh, bueno... ¿Qué quieres saber? —Namjoon se sentía incómodo.

—¿Qué cosas le gustan y que cosas le desagradan? —Dio un pequeño saltito. Estaba feliz porque podría saber que debía de regalarle a su adorado omega.

Dos Alfas, Un Omega Y Un Yoongi - YoonminDonde viven las historias. Descúbrelo ahora