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El sonido de choques de labios hacia eco en la amplia habitación. Los aromas de ambos chicos estaban en su punto más alto, y sus lobos batallaban por tener el control y encontrarse en un juego un poco peligroso.

Jimin se encontraba a horcadas de Yoongi, mientras este se dejaba hacer debajo del omega, dándose suaves y apasionados besos. No sabían cuánto tiempo había pasado desde que se habían salido del colegio, pero tampoco es como si les importara. No cuando ambos estaban disfrutando.

—Jiminnie... -llamó sobre los labios del menor.

—Mmh... -Murmuró sin dejar de dar pequeños besos en los labios del mayor.

—¿No... tienes... hambre? -preguntó a duras penas.

Habían estado tan entretenidos en sus sesiones de besos y mimos, que ni siquiera se habían detenido a pensar en qué sus estómagos rugian hambrientos.

—Ya estoy comiendo -susurró, sin querer apartarse del alfa.

Yoongi no hizo nada por querer contradecir al menor. Su estómago podía esperar.

Cuando el peli-gris no hizo ningún intento por separarlo, Jimin decidió que las cosas podrían comenzar a subir de nivel.

Comenzó a mover sus caderas a un compás lento y sensual, creando un fricción entre sus miembros un poco intensa. El chico sonrió cuando Yoongi se tensó.

—Ji...

—Silencio. -Lo calló con un beso profundo.

El pálido no dio ninguna otra objeción, es más, puso sus grandes manos alrededor de la pequeña cintura del omega para pegarlo más a él. En su interior se reprendió a sí mismo por estar tan cachondo, él usualmente no era así, pero el calor de su celo lo estaba calando hasta los huesos.

Jimin continuó con su tarea de restregarse contra el mayor, cada vez haciendo más presión y moviéndose con más sensualidad.

Ambos comenzaron a soltar pequeños gemidos llenos de satisfacción y excitación.

El corazón de Jimin se estaba comenzando a acelerar a una velocidad impresionante, esperando ansiosamente por lo que iba a pasar a continuación.

El rubio se apartó un poco se Yoongi, para llevar sus manos hacia el inicio de su camisa y comenzar a levantarla para quitársela, pero un gran alboroto proveniente de la plata baja asustó a ambos.

Jimin rápidamente se bajó del regazo de Yoongi y se acostó al costado de él, mientras ambos se tapaban con la sabana blanca de pies a cabeza, haciendo el intento por cubrir sus erecciones y sus ropas desarregladas.

—¡Déjenme pasar, malditos! -Se escuchó un grito agudo.

Jimin se puso pálido al reconocer la voz de su padre.

undefined—o! No voy a dejar que maten a mi bebé -Habló una voz femenina.

—¿Su bebé?, Su bebé debe de estar aprovechándose del mío.

El rubio soltó una risita nerviosa cuando diferenció la voz de su otro padre. No sabía si reírse de verdad o sentirse mal, puesto que Yoongi en ningún momento intentó aprovecharse de él. Fue todo al revés.

—Mi niño es inocente.

—Señores Min y Park, respiren profundo. -Se pudo diferenciar la voz nerviosa de Seokjin.

—Tú cállate, copia barata.

—No le hable de ese modo -Se escuchó el gruñido de Namjoon.

Dos Alfas, Un Omega Y Un Yoongi - YoonminDonde viven las historias. Descúbrelo ahora