Capítulo # 4

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Jeongin ya estaba despierto cuando Minho le envió un mensaje de texto.

-Ven a mi habitación.

Era una petición extraña teniendo en cuenta que cuando el mayor quería molestarlo, simplemente venía hasta su ventana.

Apenas un segundo después llegó otro mensaje.

-Por favor.

Ahora Innie estaba preocupado, ¿había sucedido algo? ¿Minho había escapado a una misión en solitario y se había lastimado? Se suponía que no debía estar patrullando este fin de semana. Jeongin estaba casí listo dos minutos después cuando llegó un tercer y cuarto texto.

-Te necesito.

-Por favor.

Ahora estaba al borde del pánico mientras se ponía los zapatos lo más rápido que podía. No estaba seguro de lo que había sucedido, pero necesitaba ir a verlo lo antes posible.

La habitación de Minho era una pesadilla. Todo lo que había estado en un estante o mesa fue arrojado al piso, los tocadores fueron arrancados de sus lugares, junto a las cosas encima que se habían esparcido por todas partes. El colchón se había desprendido del marco, la ropa de cama estaba esparcida por toda la habitación, y la estantería había sido derribada frente a la puerta, pero no antes de que todos los libros hubieran sido arrancados y arrojados. Jeongin a penas pudo pasar por la pequeña rendija ya que no puedo abrir la puerta en su totalidad.

En medio del desastre, Minho estaba sentado en el suelo con la espalda apoyada en el marco de la cama. Tenía las piernas pegadas al pecho y la frente apoyada en las rodillas. Podía escucharlo murmurar, pero no entendía lo suficiente como para seguir las palabras entrecortadas, sonaba como una oración que había escuchado decir una vez en el pasado.

No parecía herido y no estaba en uniforme, Jeongin dejó caer la rejilla más suave de lo necesario para no asustar al chico que todavía parecía no notar su presencia. Se agachó frente al castaño. Fue a quitarle el cabello de la cara, pero decidió que tocar al joven mercenario probablemente no era una gran idea considerando el estado de la habitación.

-¿Hyung?-Jeongin susurró, el chico finalmente lo miró. Sus ojos inyectados en sangre resplandecieron, con la cara hinchada y enrojecida por las lágrimas.

Minho lo miró con los ojos muy abiertos, una mano temblorosa se levantó y tocó la cara del menor.

Jeongin no se movió ni reaccionó, no iba a hacerlo a menos que uno o ambos estuvieran en peligro por las acciones del otro, iba a dejar que hiciera lo que necesita para sentirse seguro. La mano de Minho se movió hacia abajo y tocó el costado del cuello de Jeongin y luego justo sobre su corazón.

Solo estaba comprobando que Jeongin fuera real y que estaba vivo frente a él, que respiraba y tenía latidos del corazón. Innie había hecho lo mismo en el pasado después de una pesadilla particularmente mala. Considerando la habitación y el hecho de que Minho no estaba usando su uniforme, Jeongin se tomó la libertad de asumir que era eso. Después de que Minho pareció estar satisfecho con su chequeo, se lanzó a sus brazos enterrando su rostro en el cuello del maknae.

Jeongin no había esperado el salto y casi perdió el equilibrio, pero logró salvarlo y lo rodeó con fuerza. Podía sentir las lágrimas y el sudor mezclándose donde Minho había puesto su rostro, todo su cuerpo estaba temblando y Innie podía sentir que respiraba demasiado rápido.

-Hyung, tienes que calmarte-susurró con cautela, frotando su espalda.- Necesitas respirar.- ni siquiera parecía escucharlo, su respiración seguía aumentando constantemente y estaba temblando violentamente. Jeongin lo apartó de encima lo suficiente para mirarlo a los ojos.

•Sobreprotector•|MinjeongDonde viven las historias. Descúbrelo ahora