Serás mía. (RyoxRika Digimon Tamers).

Historia. (I)

Cada vez que Rika pensaba en ello sentía nauseas. Nunca fue a ver a Ryo al hospital mientras duró su coma. No fue ninguna de las dos semanas. Aunque los demás sabían que no fue porque no sería capaz de ver a Ryo en ese estado, y encima por culpa de su padre. Rika se culpó a cada segundo, e incluso a día de hoy, dos años después del accidente, seguía culpándose.

Sacudió la cabeza, intentando desechar esos pensamientos. Se puso sus gafas de sol, a pesar de que era de noche. Odiaba que la gente la mirara a los ojos.

Nada más llegar a casa, rompió a llorar.

-Por dios Rika, ¿como has llegado a esto? - susurraba, aunque no había nadie que pudiera escucharla.

Pero si sabia como había llegado a eso. Lo tenía presente todos los días, y al parecer Takato también. Sonrió por un momento al pensar en Takato. Durante esos últimos años Takato había sido un pilar muy importante en su vida.

El pitido de su reloj interrumpió sus pensamientos. Eran las dos, y ella estaba tan agotada que ni si quiera se cambio de ropa para irse a dormir. Se quedó dormida de inmediato.

Cuando se despertó, eran las diez. La dolía todo el cuerpo de dormir con la ropa puesta. Automáticamente, como cada mañana, miro el móvil. Y para su sorpresa tenía un sms.

"Felicidades por tu primer día. Cuando quieras quedamos y me cuentas. Henry."

- Vaya... - pensó Rika - Las noticias vuelan...Será mejor que le conteste.

" Si, las cosas han ido bastante bien. ¿Te acuerdas del parque donde solíamos ir de pequeños? Ve al hotel que hay enfrente, pregunta por mí en recepción y te traerán hasta la habitación. ¿Qué te parece a las seis? Rika. "

A los pocos segundos, recibió la respuesta.

" Perfecto "

A las seis, Rika esperaba impaciente a Henry dando vueltas por su habitación. Iba a ver a su amigo después de mucho tiempo, y no sabía que decirle.

Tocaron a la puerta, y el muchacho entro vestido con una sencilla camisa blanca y unos vaqueros. Aun así, estaba muy guapo.

-¡Rika! -exclamó el chico, corriendo hacia ella y abrazándola.

-Henry..¿Cómo estás? -dijo ella algo incomoda en el abrazo

-¡Estas guapísima! - la cogió de la mano y la hizo girar sobre sí misma. La incomodidad de Rika crecía por momentos

-Si, eh..Gracias..

-¿Y tu cómo estás? - pregunto Henry soltándola. Se había dejado llevar por el momento, y no recordaba cuanto detestaba Rika estas escenas.

-Bien, bien...- contestó ella, mientras ambos se sentaban.

- No se te ve bien, la verdad..- dijo él con sumo cuidado.

-Mierda - pensó Rika - Henry es demasiado atento a veces.