NARRADOR : HENRRY.
- Yo...Está bien.. - balbuceó Rika. La verdad, no se si estará preparada para escuchar algo así.
- Cuando pasó el accidente no fuiste la única que cambio a partir de ese día. Como bien sabes, Ryo estuvo dos semanas en coma, y cuando salió de el... Digamos que no estaba del todo recuperado. Su pierna no funcionaba. Tenia grandes dolores, y la única solución que había sería operar. Y cuando digo operar, me refiero a amputar. Su musculo había muerto. - Rika ahogo un grito – El, como bien sabrás, es demasiado cabezón... Y no quería perder su pierna. No quiso que le amputaran. Desde ese día Ryo sufre unos dolores inmensos en su pierna derecha.
- ¿A eso se debe su cambio tan repentino de personalidad ? - preguntó Rika apenas sin voz.Demasiadas emociones para un solo día.
- No Rika, no...-empecé a decir, con mucho cuidado - Creo que el cambio de Ryo... Se debe a las drogas que toma.
- ¿Drogas...? - me dijo Rika, casi desmayándose. Se agarro como pudo al sillón.
-¿Estas bien?- intenté levantarme para sujetarla, pero ella rechazó mi ayuda con un movimiento de su mano.
- Si... Pero... ¿Por qué? No entiendo nada, Henry...
- No estoy muy seguro, pero creo que es heroína, para calmar el dolor. Ahora es invierno, así que no podrías ver las marcas de sus brazos, pero...
- Vale, basta.. No quiero creer esto ... ¿Ryo drogadicto? Suena incluso raro decirlo.
- Lo mejor que puedes hacer es hablar del tema con él, intentar comprender sus motivos. Creo que él también usa esto como vía de escape. Sus monstruos son los dolores que siempre tiene en la pierna, y con esto hace que desaparezcan. Creo que tu podrías ayudarle de algún modo.
- La ultima vez que nos vimos casi saltan chispas de esta habitación... No quiero que vuelva a pasar lo mismo.
- Mantente fuerte, hazle ver que tu dominas la situación.
-¿Puedes contarme más acerca de Ryo? -pregunto Rika tristemente. No pude negarme.
- Claro... Después de ir a rehabilitación y ver que no funcionaba, decidió empezar a drogarse. Tiene una empresa de productos electrónicos, creo, la cual heredó unos meses después.
-¿Alice..? ¿Qué me puedes decir de ella?- Rika cerro los ojos
- No la conozco - mentí - Es decir... He oído hablar de ella, pero no la conozco personalmente. Ryo nos hablo de ella, es su nueva secretaria y persona de confianza.
- Que típico... Que se acueste con la zorra de su secretaria...
- Eh, Rika... Alice es mi prometida - la dije cortando su frase antes de que pudiera decir nada más.NARRADOR: EXTERNO.
- Henry yo.. No lo sabía. -dijo Rika sorprendida -¿Por qué nos has ocultado a tu prometida durante tanto tiempo?
- No sabia como decirlo, pero bueno.. Me lo has acabado sacando tu - contestó Henry dibujando media sonrisa en su rostro .Bep bep. El móvil de Rika de nuevo. Ella se acerco a cogerlo, pensando en lo que acababa de decirle su amigo. No sabia por qué, pero le daba la sensación de que la estaba mintiendo en algo. Decidió dejarlo pasar.
" Nos vemos dentro de media hora en la heladería de Jen. Takato "
- Este Takato siempre tan oportuno... - Rika sonrió, y acto seguido le dijo a Henry lo que ponía en el mensaje.
- Si, a mi me acaba de llegar uno justo igual.
- Entonces deberíamos ir - Ambos se levantaron, Rika guardó sus cosas en el bolso y se dispusieron a salir.Media hora después, cuando Henry y Rika llegaron juntos a la heladería, se encontraron con todos. Kazu, Kenta, Jen, Takato, incluso Ryo estaba allí con la mirada absorta en su vaso de café.
- Somos los últimos - saludó Henry riendo. Rika no dijo nada, se limito a sonreír. Ambos se sentaron en las dos sillas libres, Henry enfrente de Takato y Rika enfrente de Ryo.
-¿Queréis tomar algo? - pregunto Jen sonriendo
- No, gracias - contesto Rika rápidamente - Tengo algo de prisa. ¿Para qué nos habéis llamado?
- Si que queréis ir al grano... - susurró Takato sonrojándose por momentos - Esta bien, Jen y yo nos casamos el mes que viene, y queríamos deciros que por supuesto estáis todos invitados.
- Felicidades - Henry rompió el silencio con un hilo de voz, y poco después todos los fueron felicitando a ambos.Después de celebrarlo con helado y más helado, los chicos decidieron irse poco a poco. Henry fue el primero en marcharse, lo siguieron Kazu y Kenta. Al final, Rika decidió marcharse también.
-Yo os dejo solos también, chicos - dijo Ryo mirando como Rika se marchaba - ¡Y felicidades de nuevo!
Rika se montó en su coche, acto seguido encendió la calefacción. Hacía demasiado frio, y ella había comido demasiado helado. Una porción y ya sentía esa sensación de saciedad dentro de si misma.
Odiaba esa jodida sensación.
Cerro los ojos y dio puñetazos en el volante hasta que sus manos no pudieron más. Se había levantado de la silla tan rápido que aún había puntitos negros en sus ojos. Demasiado rápido. Intento respirar profundamente, pero sus costillas le dolían.
Cuando se disponía a ponerse el cinturón y marcharse de allí, escuchó unos golpecitos en su ventanilla.
- ¿Qué quieres? No estoy de humor, además estoy cansada. - dijo Rika mientras abría la ventanilla. El aire estaba tan frio que le congelaría si estaba allí más de dos minutos seguidos.
- Hace frío, ¿puedo entrar? - dijo Ryo tristemente, pero sonriendo. Como siempre. Rika estaba tan acostumbrada a esas sonrisas vacías, que sabia distinguirlas muy fácilmente.
- En serio Ryo, ¿qué quieres? - Rika estaba demasiado cansada para estos juegos. Le dolían los huesos del frío, y había empezado a temblar, pero no sabía en que momento.
- Hablar. Quería pedirte perdón por lo del otro día - esta vez a Rika le pareció sincero.
- Esta bien, monta. - Rika accedió, pero solo por esta vez. Ademas, sentía que hacia demasiado frío para su piel.Después de que Rika condujera 10 minutos, Ryo se decidió a hablar.
- Bueno ya sabes... Lo siento, no estuvo bien. No se que me pasó.
- Adivina qué. Yo si se lo que te paso. Estás enfermo Ryo, creo que tendrías que ir a algún sitio donde pudieran ayudarte... - Rika se sentía de lo mas incomoda diciéndole esto, pero no quería que aquel chico de ojos azules volviera a acercársela de aquel modo.
- Ahora adivina tú - dijo Ryo mirando directamente a Rika a los ojos. En su voz se percibía el enfado. - Creo que te confundes, princesa. Aquí la única enferma eres tu.
- ¿Enferma yo? - Rika estaba gritando - ¡Yo no soy la que se va drogando por ahí!
- ¿Ah no? ¡Yo tampoco voy por ahí con solo una manzana en el estomago! - gritaba Ryo, aun más alto - Me he dado cuenta de tu comportamiento en la heladería, cuando te han puesto la comida delante de ti . El otro día pude notar tus huesos a través de la ropa, pude ver tus cortes en las caderas. Pude sentirlos. ¡¿Y luego el enfermo soy yo?!
- ¡Tu no tienes ni idea de nada! - las lagrimas cegaban los ojos de Rika - ¡Yo tampoco voy acostándome con las prometidas de mis amigos!
- ¡Al menos puedo acostarme con alguien sin que me de asco mi propio cuerpo!Esa frase ya fue demasiado para Rika. Sus ojos acabaron por nublarse del todo, y no por las lagrimas, si no por sus monstruos.
Solo recordaba a Ryo gritando. Golpe. Estruendo. Humo. Sirenas. Su pecho chocando contra el volante. Sus pulmones que no la dejaban respirar. El olor a sangre . Y después, nada.
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Serás mía. (RyoxRika Digimon Tamers).
RomanceHabía pasado ya mucho tiempo desde que los Digimons volvieron al mundo Digital,y todos los tamers prosiguieron con sus vidas. Takato estaba estudiando dibujo,Henry una carrera de medicina,y Rika,sorprendiendo a todo el mundo, decidió aceptar una ofe...