Historia. (II)

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NARRADORA: RIKA

- Por qué ... ¿Te querías suicidar? - preguntó Henry. Es la primera vez que lo veía tan aturdido.

-No...- respondí enfadada. Era la misma pregunta que me habían formulado tantos psicólogos meses atrás. Pero estaban todos tan ciegos que no querían hacer caso de mi respuesta. - Yo no me corté para suicidarme.

-Vale, ahora si que estoy totalmente perdido.

- Yo... Necesitaba volver a tomar el control de mi cuerpo. Cortarme era un suspiro de alivio, era la forma de que lo monstruos que tenía dentro de mi salieran a la superficie. Necesitaba volver a tomar las riendas de esto. Ser dueña de mi misma.

" Pero nadie entendió eso. Solo me hartaron de comida. Esa comida que estaba prohibida para mi. Comida, y pastillas. Las había de todos los colores. Pero yo me porté bien. Por que sabía que ser fuerte significaba quedarme allí durante más tiempo, y quizá perder mi empleo. Por eso fingí ser débil, tan débil como ellos.

A las pocas semanas me dieron el alta. Decidieron que estaba lo suficientemente (gorda) mejorada como para poder salir.
Por supuesto, le supliqué a mi madre que no le contara nada a mi abuela. Ella siempre creyó que me había ido de vacaciones con los del trabajo.

De las semanas después de salir del centro poco hay que decir. Me mantuve fuerte y limpia. Vacia. En el trabajo no hacían mas que decirme que estaba muy guapa. Que se me veía bien. (Pero nunca se esta lo suficientemente delgada). Pero yo no me veía así. No me veía con los mismos ojos que me veían los otros.

Mi espejo no era igual.

Mi espejo era el que me gritaba cosas horribles cada mañana, era el que metía a los monstruos horribles debajo de mi piel. Y después se escondían por todo mi cuerpo.

Por eso, cada vez que comía, tenía que recuperar el control de mi cuerpo haciéndome un corte, para que los monstruos desaparecieran. Para que se fueran y no me martirizaran a cada segundo por haber contaminado mi cuerpo con algo de comida.

El problema es que nunca supe vomitar mis monstruos. Odiaba esa sensación. Aunque fuera mucho más fácil llenar tu cuerpo de comida, saciarte, e ir a vomitar.

Pero no. No era lo suficientemente fuerte para eso. El olor, las arcadas, todo mi cuerpo convulsionando . Para luego sentir dolor.

No. Nunca fui capaz. Creo que nunca podre hacerlo.

Yo prefería el camino difícil.

- ¿Nunca pensaste que estabas enferma ? - Henry dijo esta ultima palabra con mucho cuidado. Como si de un momento a otro me fuera a romper.
- Yo no estoy enferma. Yo elegí este camino, quise recorrerlo. Asique no, no estoy enferma. El problema es que otras personas si piensan que lo estoy. Takato, por ejemplo. El quiso recorrer el camino conmigo, intentando ayudarme. Y siempre le estaré agradecida por eso.
-¿Y te ayudó?
- No, aunque el crea que estoy recuperada. Nunca sales completamente de esto. Nunca. Es algo con lo que siempre vas a tener que vivir.
- Ahora entiendo tanto cambio.
-Si, por lo visto todos hemos cambiado... - sonreí amargamente
- ¿A que te refieres ? -me pregunto Henry frotándose los ojos,creo que para despejarse un poco.
- ¿A que va a ser? A Ryo y todo ese rollo tan extraño que se trae... El si que esta completamente distinto. - susurré pensativa. 
- El también tiene una historia que jamas debió de tocarle a el...
- Ah si, ¿el señorito también tiene una historia? - reí irónicamente - Como no ...
- Y ahora -dijo Henry mirándome muy serio de repente, lo cual me asustó. - ¿Estás tu preparada para escuchar esta historia?

Serás mía. (RyoxRika Digimon Tamers).Donde viven las historias. Descúbrelo ahora