Jimin odia a su nuevo jefe, el tipo es un idiota con todos pero sobretodo con él, y por eso le molesta la fuerte atracción que siente hacia ese hombre.
Jungkook es el CEO de una empresa de publicidad y su asistente lo está volviendo loco de deseo, a...
Me quedé en shock al escuchar esas palabras, esas palabras que había esperado escuchar desde que acepté mis sentimientos por Jimin. Estaba congelado, tenía una mezcla de sentimientos, por un lado estaba feliz por saber que él también me amaba, pero por otro lado estaba enojado, pero no con él, sino con el imbécil de Wang por haberse atrevido a tocarlo, por besarlo e intentar robarmelo.
—Jungkook yo sé que habíamos acordado no involucrar sentimientos, que lo nuestro es solo sexo, pero no pude evitarlo.
Jimin hablaba mientras lloraba y eso me hizo salir de mi sorpresa, me moví por impulso y lo abracé para tranquilizarlo, que sintiera todo el amor que yo también sentía por él.
—Tranquilo precioso, deja de llorar todo está bien, te creo, creo todo lo que me has dicho, por favor ya no llores.
Jimin tenía su cara oculta en mi pecho y al escuchar mis palabras sentí como su cuerpo se tensó y se separó un poco de mi para levantar su rostro y verme.
—¿Me crees? ¿De verdad me crees? Yo no bese a Jackson.
—Sí, te creo que no lo besaste y sobre lo que me acabas de decir…
—Jungkook por favor no termines lo nuestro, dame la oportunidad de amarte y hacer que me ames.
Tomé a Jimin de los hombros separándolo de mi cuerpo, no sabía si reír o llorar, ¿cómo decirle que yo ya lo amaba?
—Eso no es necesario que tú me ames significa…
—Ya sé lo que significa, que lo nuestro se acabó —dijo volviendo a interrumpirme entre lágrimas.
—No Jimin, deja de interrumpirme, sabes que lo odio, lo que te iba a decir es que el que me ames significa todo para mi. Jimin yo también te amo, te amo desde hace tiempo y si no te lo había dicho era porque quería que tú también me amarás.
Las lágrimas seguían bañando su rostro pero ahora sonreía, lo acerque nuevamente a mí y levanté su rostro mientras yo me inclinaba para poder besarlo.
Su labios siempre dulces ahora también tenían una mezcla salada por el llanto, Jimin pasó sus manos por mi cuello mientras yo pegaba más su cuerpo al mío y profundizaba el beso, lentamente comencé a bajar mis manos hasta tomar su trasero, mi cuerpo ya estaba listo para él, mi miembro ya se encontraba erecto y pidiendo ser liberado del boxer, pero tenía que esperar un poco más, quería que este momento fuera especial, diferente a todas las ocasiones anteriores, quería hacerle el amor y no solo tener sexo.
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Nos separamos en busca de aire, sus ojos brillaban entre las lágrimas y la pasión, lo guíe hasta la habitación y lo coloque al filo de la cama, Jimin iba a quitarse la ropa pero lo detuve.
—Espera, quiero ser yo quien lo haga precioso.
Jimin asintió y comencé a desabrochar su camisa y mientras la quitaba le daba pequeños besos en sus hombros y cuello, termine de quitar su camisa, sin despegar mi boca de su cuerpo baje hasta atrapar entre mis labios uno de sus pezones succionando y dándole pequeñas mordidas que hacían que su cuerpo temblará, desde la primera vez que estuvimos juntos descubrí lo sensible que era en esa área y yo lo aprovechaba cada que podía, los gemidos que emitía me encendían, todavía más al saber que era yo el que provocaba esas sensaciones en él y me volvía loco.
