เจ้านายแห่งนรก ★Boss of hell ★

7. LAS REGLAS DEL JUEGO

En cuanto entramos a su habitación me acostó en la cama sin dejar de besarme, yo estaba tan excitado que ya había perdido la capacidad de pensar, lo único  que quería era sentirlo enterrarse en mi.

Jungkook terminó el beso dándome una suave mordida en mi labio inferior, me levanto y comenzó a desnudarme, y yo no opuse resistencia, me quitó el saco y la camisa, para después pasar su lengua por mis pezones intercalando entre uno y otro, dejando pequeñas mordidas de vez en cuando, mientras con una mano recorría mi abdomen hasta que llegó a la cintura del pantalón, abrió el botón con facilidad y metió la mano por dentro del boxer y comenzó a frotar mi ya endurecido miembro.

Mientras yo solo podía gemir y tratar torpemente de desabrochar su camisa, mis piernas temblaban por el deseo y cuando sus dedos apretaron un poco la base me fue inevitable no jadear por más.

—Aahh… tus manos se sienten tan bien…

—¿Te gusta? —pregunto mientras me separaba de su cuerpo y sacaba su mano para terminar de quitar su camisa y me volvía a recostar en la cama para quitarme el pantalón liberando mi erección, continuando con su boca lo que su mano inicio, el saboreaba mi pene con placer, lamía desde la punta a la base, chupaba mis bolas dejando escurrir su propia saliva para estimular mi entrada con uno de sus dedos, yo solo podía gemir y tomar su cabello entre mis manos controlando la felación mientras mis caderas buscaban enterrar mi polla hasta su garganta.

—Aahh.. así…

Comencé a sentir pequeños temblores en mi vientre anunciando mi orgasmo, y él lo sintió también pues aumentó el ritmo al tiempo que su dedo pulgar comenzó a entrar y salir de mi agujero haciendo que me corriera convirtiéndome en un desastre de gemidos y jadeos y solo había sido el juego previo.

Se levantó y se quitó el pantalón, dejándome apreciar su cuerpo perfecto y esa gran polla que poseía que goteaba líquido preseminal haciéndome salivar.

—Ahora me toca a mi —le dije tomando su miembro entre mis manos, saque mi lengua y la aplane sobre su extensión, lamiendo y chupando cada parte de ese duro y caliente mástil, succione su glande arrancándole un gemido gutural al meterlo por completo en mi boca.

—Ohh si nene… así.

Metía y sacaba su polla de mi boca lentamente, disfrutando oírlo gemir, tomó mi cabeza y comenzó a mover la cadera para controlar la velocidad de la felación. Un rato después sentí un pequeño espasmo en su miembro y supe que estaba por correrse así que apreté mi boca haciendo más presión sobre la extensión.

—Aghhh… carajo —dijo al tiempo que se corría llenando mi boca de su simiente que yo no dudé en tragar.

Su boca apresó mis labios, fue delirante saber que probó su sabor directo de mi boca, el beso era salvaje, ansioso, recorrió mi cuerpo con sus manos, yo podía sentir su miembro aún despierto. Sin despegar sus boca de la mía estiró su mano para abrir el cajón de su mesilla de noche, y sacó una cajita de condones, saco uno y se lo colocó, se acomodó entre mis piernas frotando su gruesa punta en mi ansiosa entrada, yo cerré los ojos por el placer.

—Abre los ojos, quiero que veas cómo voy a disfrutar enterrarme en ti —me ordenó y yo obedecí.

Pensé que lo haría rápido y de una sola vez, pero no fue así.  Lo hizo despacio, haciéndome sentir como mis pliegues se iban abriendo conforme él iba entrando, mientras yo gemía entre el dolor y placer, hasta que con un último embiste me llenó por completo, espero un momento a qué yo me acostumbrara y comenzó a moverse suavemente.

—Ma… más rápido…

—Lo que tú pidas nene —respondió mientras aumentaba la velocidad con mis piernas sobre sus hombros y se inclinaba al frente para devorar mi boca, era delicioso sentir tan profundamente sus penetraciones.