Capítulo 1

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Esa tarde caminaba bajo la lluvia por esa calle totalmente solitaria, mi chaqueta estaba totalmente empapada, tenía frío, pero no quería llegar a casa. Me sentía mucho más segura, con un poco más de paz en la calle que en ese lugar que intentaba llamar hogar. Hace mucho tiempo había dejado de tener algo parecido a un hogar. Suspiré pesadamente mientras pateaba una piedra, y metí las manos a mis bolsillos.


Un sonido llamó mi atención, levanté el rostro para observar qué era. Mi impacto fue enorme al ver aquella figura caminar sola por la otra calle.


Caminaba disfrutando las gotas de lluvia caer sobre su piel, su corto y rubio cabello escurría pero a ella parecía no importarle aquello, mas en cambio sonreía como si le agradara esa sensación de la lluvia chocando con su cuerpo tapado solo por una delgada sudadera. Me pregunté si no estaría perdida, pues no parecía ser de esta zona de la ciudad, alguien como ella no podía vivir por estos rumbos. Aquí solo había peligro, desolación, era una de las zonas más "oscuras" de la ciudad, alguien con un poquito con consciencia evitaría a toda costa vivir aquí.


Levanté un poco más el rostro y logro distinguir a dos tipos con muy mal aspecto detrás de ella, sonreían maliciosamente. "Maldición, la siguen" pensé en ese instante. Algo dentro de mí me decía que no podía permitir que algo le ocurriera a esa hermosa figura que, aunque no sabía quién era, me había dejado tan impactada.


Desde hace mucho yo no era ni lo más mínimo de quien solía ser, pero no podía dejarla sola y que algo malo le pasara. No podría cargar con otra cosa en mi consciencia y menos por dos tipos estúpidos que no pensaban con la cabeza correcta. Tenía que pensar en algo para sacarla de aquí sana y salva.


Rápidamente volteé a todos lados buscando un lugar para ocultarnos, cerca había un bar, podríamos entrar ahí y... no, esa era una mala idea, malísima en realidad. ¡Maldita sea! ¿Qué podía hacer para ponerla a salvo?


Crucé la calle para llegar hasta donde ella estaba, me interpuse en su camino. Lentamente subió su mirada recorriendo todo mi cuerpo, haciendo que sintiera un temblor en mis rodillas «de seguro son los nervios por tener que salvarla de esos dos tipos» susurré en mi mente. Su mirar era penetrante, un chocolate en el que si no tenías cuidado podrías perderte rápidamente. Me mostró una sonrisa.


-Hola –dijo cuándo se detuvo frente a mí. Ella era... hermosa, realmente hermosa. No lo había notado hasta tenerla totalmente frente mí, sentía su mirada quemar mi piel.


-Hmm... ho... -no pude terminar, los tipos notaron mi presencia y comenzaron a correr hacia nosotras. No sé de dónde saqué el valor pero la sujeté de la mano y me perdí en su mirada, error – Confía en mí –realmente mi mirada suplicaba que así lo hiciera. No soportaría otra carga sobre mis hombros. Me miro confundida, pero asintió apretando un poco más mi agarre mientras sonreía.


Corrimos hacia el edificio que estaba a unos pocos metros, subimos las escaleras de igual manera. Al dar la vuelta en el primer piso, nos dimos cuenta de que era un condominio de departamentos y que los tipos subían a nuestro ritmo a escasos metros lejos de nosotras. En definitiva, no nos dejarían en paz, pero yo no dejaría que se acercaran a ella, sin saber porque me había entrado una enorme necesidad de protegerla, fuera quien fuera, necesitaba protegerla, saber que estaría bien.


Seguíamos subiendo, me costaba respirar y podía notar que a ella también. Encontramos una puerta abierta, rápidamente volteé a verla, solo asintió con la cabeza para entrar desesperadamente después. Cerré detrás de ella soltando mi agarre de su mano, sentí como un frío recorría todo mi ser, ¿Quién era ella? No esa no era la pregunta... ¿Por qué había sentido eso?


Centre mi mirada en la puerta frente a mí intentando alejar esas preguntas que comenzaban a acumularse en mi mente, pegue mi oreja a esta. Silencio. Solo lograba escuchar el latir desbocado de mi corazón justo debajo de mi oreja, amenazando con salirse en cualquier momento.


Respiré profundo y pude notar su aroma muy cerca de mí, mis rodillas temblaron de nuevo. ¿Qué me estaba pasando? Me alejé de la puerta volteando a verla, su belleza me volvió a impactar.


Respiraba con dificultad por la carrera, sus ojos estaban cerrados. Agradecí mentalmente por eso, su mirada me volvía débil, me hacía temblar.


- ¿Estás bien? –dudé en preguntar.


-Sí, solo... necesito respirar un poco –dijo mientras levantaba el rostro para regalarme una leve sonrisa sin abrir los ojos, respiro profundo. No pude más, me perdí nuevamente en ella.


Realmente era muy hermosa.


Abrió los ojos y desvié mi mirada viendo por primera vez el lugar en el que nos encontrábamos. Un departamento vacío, bueno si es que se le podía llamar departamento. Estaba sucio, lleno de periódicos viejos y gastados, papeles tirados, basura regada por cada rincón de ese sucio suelo.


¡Demonios! Este tampoco era un lugar seguro.


Probablemente era el centro de reunión de gente adicta para pasar las noches frías como la de esta tarde, sentí un escalofrió recorrer por toda mi espina dorsal al darme cuenta de que podríamos estar en más peligro, no tanto por mí, sino por ella.


-Tenemos que salir de aquí... Rápido –dije seria y volteé hacia la puerta, se escuchaban murmullos del otro lado «No deben estar lejos»...mi corazón se detuvo, eran esos tipos.

Fallen Angel [FREENBECKY]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora