Capítulo 13

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Han pasado cuatro meses desde que regresamos de Alemania. Cuatro largos meses, la empresa sigue en marcha y debo admitir que esto de estar a cargo no es fácil, pero me siento orgullosa de seguir con el sueño de mi padre. Recuperé la casa de mi familia. Tuve que mover cielo, mar y tierra para poder hacerlo, pero lo conseguí, y ahora vivo en esa casa enorme que tantos recuerdos me traen.


Cuando la vendí lo único que pedí fue que todo lo que estuviera dentro de ella, lo metieran en el sótano y la conservaran tal y como estaba cuando ellos murieron. Para mi sorpresa, el señor que en aquel entonces la compró hizo lo que le pedí y ahora, cada vez que cruzo la puerta de la entrada, puedo sentir ese calor de hogar.


A veces, cuando entro y mi abuela está cocinando mientras que el abuelo ve algún partido en la sala, imagino que son mis padres los que están aquí y mi corazón se aprieta de felicidad triste. Si, felicidad triste o felicidad melancólica, porque me siento en casa, me siento plena, aunque sé que ellos no están físicamente conmigo, lo están desde el cielo.


Es difícil vivir sin ellos, hace un mes se cumplió su año luctuoso. En cualquier otro momento me hubiera embriagado hasta perder el conocimiento para no pensar en ellos, pero ya había madurado. Fui al cementerio, visité sus tres tumbas juntas. Mis abuelos e Irin me acompañaron, dejamos flores, pasamos la tarde en ese lugar recordando anécdotas de cuando ellos vivían.


Podrá sonar un poco extraño, pero juro por lo más preciado que tengo que los pude sentir presentes con nosotros. Ellos nunca me dejan. A pesar de que mis abuelos se pasan la mayor parte del tiempo en casa conmigo, vivo sola. Al regresar a casa esa tarde, me senté en el sofá sola a ver nuestras viejas fotografías lloré, deseando con todas mis fuerzas poder regresar el tiempo atrás y no cometer los errores que cometí.


Esa noche soñé con ellos, soñé que nos reuníamos en la playa. El sol en su punto exacto, una brisa fresca, el sonido del mar al chocar con el rompeolas. La mirada de mi madre, la risa de mí no ta pequeña hermana y los brazos reconfortantes de mi padre. Me decían que me amaban, que me extrañaban y que sin duda alguna estaban orgullosos de mí. Que dejara de culparme por algo que no había sido mi culpa.


Desperté llorando la mañana siguiente y sin realmente sin pensarlo fui a tatuarme sus nombres. Los tres entrelazados, realmente el chico del lugar tuvo mucho ingenio porque es un tatuaje discreto en mi espalda, debajo de mi hombro izquierdo, justo detrás de mi corazón.


Irin puso el grito en el cielo cuando lo vio, sobre todo porque no le avisé para que me acompañara. Las cosas entre nosotras van bien, quiero decir. Somos amigas, simplemente eso. La amo y ella me ama, pero nuestro amor es de hermanas. No puede haber más, sobre todo porque se enamoró de una chica mientras estábamos en Alemania, Noey.




Flashback


Llevamos dos semanas en Berlín, desde hace una quedaron resueltos todos los asuntos de la compañía. El empresario puso de su parte al igual que yo, logrando llegar a un muy buen acuerdo. Nuestra empresa seguiría surtiéndole material para sus construcciones a futuro y él nos recomendaría con sus empresas hermanas.

Fallen Angel [FREENBECKY]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora