Los capullos de las rosas habían llegado a su máximo esplendor, el tenue olor a ellas ahora era más vivaz pero debajo de ellas el simple recuerdo de un viejo y tormentoso fantasma lo seguía persiguiendo. Por todos los santos, ¿Cuantos años habían pasado desde ese día?
Ya no era el flacucho joven que vendía sus canciones por unos miserables Wons para alimentarse, ya no era el joven de sonrisa falsa que atendía la cafetería del centro por las tardes, tampoco era el iluso joven lleno de esperanzas.
No, claro que ya no era esa persona de antes. Ahora era un hombre recordando sus buenos momentos de juventud.
- Cuánto tiempo faltará para estar juntos, ¿eh? -. Pregunta mientras con dificultad se pone de pie con apoyo de sus temblorosas manos.
Se cumplían diez años de la muerte de su mejor amigo y como cada año el rosal siempre florecía con esplendor sobre los restos de su amigo.
Eran unos niños cuando se conocieron en el patio escolar y desde ese momento habían sido inseparables, compartían comida, se ayudaban mutuamente, dormían en casa del otro incluso en sus familias parecía que ya eran parte de cada una. Pero todo cambio al llegar la adolescencia, mientras uno florecía magníficamente el otro lo hacía talentosamente; eran los opuestos perfectos.
Pero aquella ocasión en donde después de una borrachera in fraganti por el cumpleaños número quince del mayor, donde ambos durmieron en la misma cama y al despertar el menor tenía la pierna sobre el cuerpo del mayor, el menor supo que sus sentimientos hacia el hermoso ser no eran fraternales: Él amaba a su mejor amigo.
-Hoseok dice que no tiene sentido que siga viniendo hasta Seúl para verte-. Murmura. - Pero hay algo que debo decirte antes que, a nadie, Hyung-. Suspira. - Esta será la última vez que vendré a verte tengo veintiocho años, mi música ya no es lo mismo y aún tengo un poco de tiempo para viajar por los lugares que soñábamos-. Sonríe. - Así que no nos veremos en un tiempo, ¿Si? -.
Pero a quien engañaba. Él no podría estar sin Seokjin tanto tiempo, había dejado su vida en Daegu para estar permanentemente cerca de su amigo, pero eso ya no era suficiente...
- ¿Por qué me complicas tanto las cosas, Kim Seokjin? -. Murmura lastimeramente.
<< -Oh, vamos Yoongi-. Anima el mayor. -Solo serán unas clases sencillas de guitarra, ¿Que tan problemático pueden ser para ti, eh? -. Sonríe.
- El problema surge de que mi especialidad es el piano, Hyung-. Gruñe. - La guitarra nunca ha sido lo mío-.
-Solo ayúdame a aprender esa canción para Ji Soo, ¿Acaso no quieres que sea mi pareja para el festival de Hampyeong? -. El pálido se abstiene de contestar y toma asiento a un lado del mayor de hombro anchos.
Tenía dieciocho años cuando se dio cuenta que sus sentimientos nunca serian correspondidos por lo que se prometió hacer todo lo posible para que su Hyung fuera feliz, aunque no fuera gracias a él.>>