Obscurus

El renacer de las cenizas

Dolor, Ira, Tristeza.

¿Qué debía sentir un pequeño niño de 11 años que estaba rodeado de nada menos que fuego?, fuego que consumía su hogar, mientras veía a sus hermanos cruzando el lumbral de la vida para ser reclamados por la Muerte, la cual miraba a su campeón de forma monótona.

En el infinito de sus Ojos, se encontraba la respuesta a muchas de las preguntas que el niño necesitaría, respuestas a preguntas que aún no cruzan su mente, la muerte deslizo sus manos heladas y rasposas cual madera robre los hermanos que fueron afectados más y para lo que se les había acabado el tiempo.

El caos estaba presente ante la conmoción, su presencia acompañaba el gran desastre de la madera ardiendo y las flamas que empezaban a consumir todo a su alrededor, Mientras que sus manos extendían el fuego rodeando a su campeón, en sus manos se encontrabas las preguntas a las que solo alguien podría responder, o mas bien algo.

Ambas presencias no se miraban directamente, sabían que sus peleas aquí no tendrían sentido alguno, este momento era especifico para el destino del mundo mágico, un mundo que estaba saliéndose de control.

El pequeño buscaba a sus hermanos con desesperación en su mirada, un miedo incontenible en su corazón junto a un Hoyo en su estómago, sentía que cualquier momento se arrodillaría para gritar como un pequeño.

Sus ojos no tardaron en divisar unos pequeños cuerpos calcinados, los cuales estaban cerca entre sí, algunos aun tenían piel carbonizada, otros tenían el puto hueso de sus bracitos y parte del rostro achicharrado.

-No ... dios mío... No-

Las piernas del niño no lo toleraron y se doblegaron, ¿Por qué le pasaba esto a él?, él había corrido de sus tíos por que lo maltrataban, él había sido abandonado por sus padres en casa de unos horrendos monstruos, había sido violado en múltiples ocasiones... el ya no quería vivir este infierno.

Estos pequeños pedazos de luz que dios le puso en su camino eran el motivo por el cual seguía adelante, pero aquí estaba... arrodillado frente a ellos, sin poder protegerlos.

La ira comenzó a apoderarse de su corazón y su mente, su magia empezaba a responder a su llamado junto a Su obscurus, el fuego comenzaba a avivarse.

La muerte desvió su mirada a Caos, tenia un rostro Vacío sin cambio alguno en el, pero caos sabia que se estaba burlando de él, su campeón la estaba escogiendo para traer la Muerte, para ser su gran ejecutor en el mundo terrenal.

-hermanito-

Fue el Leve balbuceo de su hermana que lo regreso a la realidad, la niña estaba debajo de unos escombros, Harry corría ella su magia respondió a su llamado y el mueble floto lejos de la pequeña, El ojo esperalda miraba el estado de la niña, estaba mucho mejor que sus fallecidos hermanos .

-T-tranquila Tu hermano lo solucionara-

Con la cordura que le quedaba intentaba ser optimista para sacarla de ahí y sanarla, la niña solo pudo extender su mano a el rostro de su hermano mayor, el cual centro su atención en ella, la cual tenía una sonrisa leve.

La niña no mostraba miedo, si no tristeza era el cumpleaños de su hermano ellos habían logrado cocinar un pequeño espagueti para compensar la falta de pastel en el día de su hermano, el día estaba por ser perfecto.

Pero de la nada todo se desbordo, su hermano estaba llorando mientras le decía cosas que ella no alcanzaba a entender por completo, su entendimiento se le escapaba de las manos mientras recordaba su vida.

Había sido abandonada por su madre mientras le decía que su mayor error en la vida había sido dar a luz a una Squib, ella nunca supo lo que significo pero desde ese momento su vida se centro en intentar sobrevivir, recordaba cuando unos hombres la toquetearon pero su hermano llego a salvarla.