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— ¿Por qué lo haces? — llevo las manos alrededor de su cuello y él vuelve a sonreír sobre mis labios.

— ¿No es obvio el por qué?... Te quiero— responde con seguridad y vuelve a besarme, esta vez un poco más apasionado.

Lo que me hace sentir ese rubio es difícil de explicar.

— ¿Como fue que llegamos a esto? — hablo tras separarme solo milímetros de su boca y con la respiración acelerada por falta de aire, él se encoge de hombros y aprieta mi cintura.

— No lo sé, pero puedo alejarme si lo deseas.

—¡No! — grito y ambos reímos — Lo que quiero decir es... Que me gusta cuando haces eso, parte de mí se siente a salvo, y a su vez no quiere dejar de besarte.

Alza una ceja, sorprendido.

— ¿Ah sí?

— Si, basta — me sonrojo ante mi confesión y me escondo en su pecho, Newt me abraza cariñosamente y besa mi frente.

— Te ves tan bonita cuando te ruborizas — susurra cerca de mi oído.

— ¿Acaso pretendes dejarme aún más ruborizada?

— No era mi principal intención, pero ya que lo mencionas — le doy un leve codazo en el brazo — Bueno, bueno — sujeta mi mano y caminamos a unos troncos caídos, sentándonos en la entrada del bosque — No has conocido la otra parte del área, ¿Cierto?

Niego meneando la cabeza.

— Más para allá — señala unos árboles adelante de nosotros — Está la otra parte del área, en dónde tallamos lo nombres, si vas por el bosque encontrarás el lago — explica tranquilamente.

— Cuando talle mi nombre, no entramos al bosque — Newt me abraza y quedó recostada sobre su pecho, con ambas de nuestras manos juntas.

— No linda, supongo que Alby no quería asustarte.

— ¿Asustarme? ¿Por qué? — suspira acariciando mis manos.

— El lago es la parte agradable, el cementerio por otro lado... —deja la palabra en el aire.

— No tanto — agrego a lo bajo — Entiendo — le regalo una sonrisa compresiva y en respuesta Newt deja un corto beso en mis labios.

Así permanecemos no sé cuánto tiempo, hasta que alguien pasa corriendo a unos metros de nosotros.

— Los corredores...

— ¡Ya volvieron! — interrumpo con alegría y a mi mente viene Ben.

— Si linda — se pone de pie y me extiende la mano — Van a la sala de mapas.

— ¿Podemos ir?

— Pero no entrar linda — hago un puchero y de pronto recuerdo algo.

— Pero tu si puedes entrar —señalo cruzándome de brazos.

— Tal vez, pero Minho se pondría de mal humor.

— Pero podrías hacer que se alegre.

— Ese shank tiene un carácter difícil —hace una mueca — ¿Por qué tanta insistencia?

Necesitaba hablar con Ben.

— Solo será,... — dejo la palabra en el aire al escuchar un par de gritos por parte de los habitantes, Newt me lanza una mirada alarmante y nos ponemos de pie corriendo de regreso al centro del área.

Al pasar junto a las cabañas vemos a Gally cerca de los muros tratando de calmar al chico nuevo y al resto de los habitantes corriendo en la misma dirección.

— ¡Ey, ey, tranquilo! —grita Gally alzando las manos y mirando al resto de nosotros.

— ¡Pero que les pasa a todos ustedes! — Chuck retrocede al escucharlo gritar.

— Solo cálmate ¿Sí? — pide Newt cuando nos acercamos lo suficiente al grupo.

— ¡No! No lo hare, ¿Por qué no me dicen que hay afuera? — señala con desesperación el laberinto.

— Intentamos protegerte — explica Alby tratando de acercarse.

—Es por tu propio bien — asegura Newt y temo que el chico intente correr hacia afuera, las puertas están a poco tiempo de cerrarse.

— ¡No pueden encerrarme aquí!

— No dejare que salgas — ordena con firmeza Alby.

— ¡Por qué no!

— ¡Por qué afuera es peligroso! — intervengo con la voz temblorosa.

Al moverse, sus ojos se cruzan con los míos, me observa a detalle, como si le sorprendiera mi presencia, muevo los labios indicando que se calme y su cuerpo se relaja, extrañamente lo hace y da unos pasos al frente, pero se sobresalta al escuchar el laberinto, este se altera y en segundos el suelo bajo nosotros comienza a vibrar, esa aterradora sensación de ver las puertas cerrarse.

Algo en el mecanismo de las puertas cruje y el chico nuevo se da la vuelta, mirando con horror lo que está pasando frente a nosotros.

— ¿Eso que fue? — titubea. El resto desviamos la mirada por el fuerte rugido acompañado de una ráfaga de viento que sale del interior del laberinto.

Cuando las puertas finalmente se cierran dejo de apretar mis brazos con fuerza, no sentí el momento en el que me abracé a mí misma al punto de dejarme el brazo marcado por el agarre.

— La próxima vez —añade Gally dirigiéndose al nuevo — No te detendré.

Al pasar a mi lado palmea mi hombro y sigue caminando, el resto también se dispersa y algunos lo siguen.

— Ven, vámonos — Newt toma mi mano.

— Bienvenido al área — escucho a Alby decir y se gira, caminando hacia nosotros.

Yo también hubiera huido, aunque no tuviera idea de adonde.

— ¡Que prenda! — Alby exclama y lanza una antorcha en llamas, segundos después algunos habitantes hacen lo mismo y la fogata comienza a arder

Después de lo ocurrido, preparamos la fogata de bienvenida en silencio, Chuck se llevó al chico nuevo a una de las cabañas y lo dejaron descansar, horas más tarde, Ben y Minho estaban a mi lado, el primero al pendiente de mi cuidado y el segundo devorando un plato de comida.

— ¿Te duele? — pregunta con tristeza.

— No es nada Ben, descuida — le regalo mi mejor sonrisa — ¿Hubo alguna novedad? — juego con mis manos, esperando alguna respuesta de Canela.

Él se acaricia el cuello, nervioso y saca algo de su bolsillo.

— Encontramos esto — me extiende el collar y un nudo se forma en mi garganta.

Lo tomo temblorosa entre mis manos y esa culpa vuelve a oprimirme el pecho.

— Ahora vuelvo — me pongo de pie enseguida.

— ¿A dónde vas?

— Sé de alguien que quisiera tener esto — señalo el collar y Ben parece entenderme.

—Antes de que te vayas — indica tomando mi brazo — Toma — me extiende uno de sus guantes de mano, aquel de color tinto que parece ser hecho a mano y con los dedos descubiertos.

— ¿Por qué me lo das?

— Solo... Quiero que lo tengas ¿Sí? — su rostro se entristeció, a pesar de la poca luz de la fogata, podía notar sus ojos decaídos.

— ¿Ben que sucede?

— Nada novata, iré a descansar — se pone de pie y besa mi frente, un beso cálido y acogedor, después camina en dirección a las cabañas.

Observó el guante entre mi mano y una sensación angustiante me invade el cuerpo, al levantar mi vista para ver a Ben, siento estar en peligro.

Pero no solo yo, sino todos nosotros.

With You [LCEEA Libro 1] TMRDonde viven las historias. Descúbrelo ahora