- ¡Sr. Graham! ¡Sr. Graham!
Al otro lado de la celda, Hannibal escucha cómo Chilton grita a Will sin saber muy bien por qué. Sonríe, qué habrá hecho su querido compañero ahora. Levanta la mirada de su nuevo dibujo y agudiza el oído.
- ¡No puede pasar con ella! - Chilton, molesto por ver socavada su autoridad, intenta por todos los medios que Will y su acompañante no pasen.
- Váyase a la mierda, Frederick. Está encerrado, por el amor de Dios, y vigilado por decenas de cámaras. ¿Piensa que vamos a evaporarnos con él como por arte de magia?
- Ella se queda. No tiene autorización. Usted, si lo desea, puede pasar.
Will suspira. Se gira hacia su acompañante, que nada ha dicho, y que observa todo anotando mentalmente cada rostro, cada pasillo, cada puerta de seguridad.
- ¿Quieres que le diga algo de tu parte? - le pregunta - seguro que se alegra al saber de ti.
Ella niega con la cabeza. Sus ojos, rasgados, miran a Chilton con odio.
- No. Te espero fuera, en el coche. Si me quedo al lado de este tipo soy capaz de muchas cosas.
- Bien. Una hora. No pierdas detalle.
Chiyoh sonríe. Pocas personas más observadoras - además de Hannibal - hay que Will conozca.
- Confía, Will. Lo conseguiremos.
Se da media vuelta y camina por el pasillo que los tres han usado minutos antes. Chilton y Will se miran durante unos segundos sin decir nada, hasta que el director del Hospital da media vuelta, dejando la distancia suficiente entre él y esa extraña mujer para no encontrarse. Will continúa el recorrido acompañado por uno de los guardias.
- Hola, amado.
La voz de Hannibal, grave y con un toque de preocupación, llena el corazón de Will, que hoy concretamente sonríe.
- ¿Está todo bien? - sigue diciendo, al lado del cristal.
- No se te escapa nada - Will sonríe -. A veces olvido que no sólo tu olfato está desarrollado.
- Nuestro amigo en común, Frederick, grita mucho. Ningún misterio aquí.
Will asiente y se acerca al cristal. Se pasa la mano por los rizos mientras Hannibal desea internamente ser él el que haga eso.
- He venido con alguien que conoces. No ha podido pasar.
- ¿Bedelia?
Que Hannibal piense en ella como primera opción molesta a Will, y el psiquiatra lo ve perfectamente en su rostro.
- ¿Qué ocurre, Will?
- ¿Querrías que fuera Bedelia? Nadie sabe dónde está, Hannibal, desde que huyó de Florencia.
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Conversaciones
FanfictionHannibal lleva encerrado dos años tras dejarse atrapar por el FBI. Will, regresa a él, aceptando sus sentimientos. Esos de los que había huído y por los que Hannibal aguardaba, tanto tiempo. "Quiero que sepas exactamente dónde estoy, donde podrás e...