Día 9

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🔥 Este capítulo, al igual que la historia en sí, es toda tuya

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🔥 Este capítulo, al igual que la historia en sí, es toda tuya. Te pertenece. Sin ti no habría sido posible, siendo yo la herramienta para ello. Gracias, por todo, siempre. Eres mi inspiración, bella mujer. Mi mejor y más importante descubrimiento ❤

Día 9

En la cotidianidad del día a día Hannibal y Will se enamoraban nuevamente. En esa cotidianidad, la vida misma. Un año ha pasado desde que escaparon del Hospital Psiquiátrico donde Hannibal estaba preso. Baltimore. París. Roma. Barcelona. Cuba.

En la cotidianidad del día a día Hannibal y Will comprendían el dolor de la distancia y, a través de ese recuerdo, crecían como personas. Había ocasiones donde Hannibal se preguntaba si Will añoraba su vida anterior, lejos de él, con una libertad que les rehuía a ambos. No podían quedarse demasiado en un mismo lugar, Hannibal bien lo sabía, Will todavía no lo comprendía del todo.

- ¿Nos quedaremos esta vez? - Will, sentado frente a él, desayunando lo que le ha preparado minutos antes.

En la cotidianidad del día a día Hannibal había descubierto cómo le gustaba el café a Will, a qué olía recién levantado y también que sus sueños estaban llenos de él. Había guardado en su Palacio Mental cada pesadilla y cada susurro en su oído diciéndole que todo estaba bien, que nadie les encontraría nunca. Que no tenía nada que temer, pues él los protegería a ambos.

- Llevamos medio año aquí, Mylimasis - responde-. No creo que podamos quedarnos mucho más - señala la portada del periódico que Will tiene entre sus manos.

En la cotidianidad del día a día Hannibal había hecho poesía en el cuerpo de Will, tantas veces que se pregunta si este fuego se extinguirá algún día o por el contrario arderá hasta ver hecho cenizas el mundo que les rodea. Su lengua rozando el cuerpo del joven, sus manos guardando para sí cada rincón, su mente llena de bocetos que vivirían para siempre en su corazón. En el cuerpo de Will Hannibal había construido su hogar y, dentro de él, Hannibal podía llegar a un Cielo al que sabía jamás accedería de ninguna otra forma. 

- Ah, dices esto - Will gira el periódico, en portada, búsqueda y captura de los dos hombres -. Estoy cansado, Hannibal.

En la cotidianidad del día a día Hannibal leía en Will mejor que en sí mismo, una simbiosis que sólo se consigue con el paso del tiempo y cierta cantidad de confianza. En esa cotidianidad, los regalos que Hannibal le daba y Will aceptaba con recelo. Quizá el perfilador sabía que Hannibal intentaba suplir ese vacío que sentía crecer en el corazón del joven, y que no sabía bien cómo hacerlo desaparecer. Tal vez Will intuía que esos regalos significaban miedo. 

- Podemos quedarnos un poco más, querido. Pensaba que tras un año Jack se cansaría.

- Jack no se cansa nunca - Will, mirando a su compañero por encima de las hojas.

En la cotidianidad del día a día Hannibal había aprendido a ver en los ojos verdeazulados de Will y lo que había descubierto le rompía el corazón. En el mar de su mirada Will todavía permanecía en un bote, sin remos, sin timón, sin absolutamente nada más que el amor que sentía por el psiquiatra y una frágil esperanza que amenazaba con desaparecer ante el más mínimo oleaje. Hannibal callaba cuando Will se sentaba en el porche, su azul escapando a un lugar donde él no podía alcanzarle. 

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⏰ Última actualización: Aug 08, 2023 ⏰

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