CAPITULO 25

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- ¿Puedes contarme qué está pasando contigo? –indaga Lucas, acomodándose junto a Ryan.

-nad.... –Ryan no logra terminar su frase debido a la mirada aguda con la que Lucas lo escruta, lo que provoca una pequeña sonrisa en él. –No lo sé – responde mientras juega distraídamente con el vaso en sus manos.

-Será mejor que lo averigües pronto – advierte Lucas mientras echa un vistazo fugaz a Paula, quien está a unos metros de distancia contestando una llamada.

- ¿Crees que no lo sé? –comenta Ryan, Fijando su mirada en Paula, mostrando cierto interés.

-Por eso es que no me caso –afirma Lucas, solicitando a uno de los camareros que le traiga un vaso con alcohol.

La respuesta de su amigo divierte tanto a Ryan que no puede evitar soltar una risa burlona. –¿De verdad? Y yo que pensé que el motivo de tu soltería se debía a que eres infiel por naturaleza.

Lucas sonríe divertido ante la ocurrencia de Ryan. –Tal vez – ladea la cabeza de un lado al otro –O lo más seguro es que soy un alma libre que no encuentra felicidad en estar atado.

- ¿Atado? – repite Ryan, con cierto tono sugerente en la voz.

Al notar cómo el ceño de su amigo comienza a fruncirse por sus palabras, Lucas decide rápidamente aclarar su punto de vista.

-No lo tomes a mal, respeto completamente a las personas que encuentran su felicidad al compartir su vida con alguien más –asegura, mirando de manera significativa a Paula y luego a Ryan. –Es solo que siento que eso no es para mí.

- Yo también solía pensar de esa manera, hasta que la conocí –confiesa con cierta nostalgia tanto en la mirada como en su voz.

-vamos – bufó – No me vengas con la típica frase cliché de que estabas incompleto y solo te completaste al encontrarla, ¿verdad?".

El rostro de Ryan se iluminó con una cálida sonrisa mientras negaba suavemente con la cabeza. –No, no se trata de eso en absoluto –aclaró, mientras sus ojos brillaban al mirar a Paula con profundo cariño. –Lo que he descubierto es que a su lado no necesito ser perfecto, a su lado encuentro la libertad de ser yo mismo, sin miedos ni pretensiones. Ella me ama incondicionalmente, con todas mis imperfecciones, y eso me hace sentir aceptado y amado de una manera que nunca antes había experimentado.

-tu sí que estás perdido, mi amigo –asegura Lucas mientras le arrebata el trago a Ryan y se lo bebe de un solo sorbo –definitivamente el amor es un arma completamente peligrosa

-yo no lo veo de esa forma –contradice a su amigo sin dejar de mirar a su esposa, la cual luce notablemente feliz.

Lucas sonríe al notar la expresión enamorada de su amigo al mirar a Paula - Bueno, pero yo sí lo veo así –señala con complicidad - Por eso te sugiero que dejes de perder el tiempo aquí conmigo, contándome lo locamente enamorado que estás de ella, y vayas a confesárselo directamente.

Ryan se queda pensativo, lo cual molesta un poco a Lucas.

-Vamos –alega frunciendo el ceño –deja de hacerte del rogar. Ella vino aquí por ti, está dando el primer paso para arreglar las cosas entre ustedes, y tú simplemente te quedas aquí sentado conmigo sin tomar acción".

-Lucas... –intenta responder Ryan.

- ¿Qué? – le reprocha Lucas –Si es verdad lo que me acabas de decir, levanta tu trasero de esa silla y ve por ella. De lo contrario, no vengas aquí llorando, porque soy pésimo consolando hombres, y para ser sincero, no es algo que disfrute hacer –hace una mueca de desagrado.

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