Mi Maktub

Capítulo 11

— Ey tu, mirala- dice el hombre de pelo negro

— Está demasiado guapa para quedarse aquí- le responde el rubio

Estoy a punto de cerrar la puerta para que no me hagan nada pero uno logra agarrarla antes que yo y el otro me toma del brazo.

— ¡Sueltame!- le grito

— ¿Qué vas a hacer si no lo hago?- pregunta el pelinegro

— ¿Enserio lo preguntas?

Digo y le tapo los ojos con la otra mano y dándole una patada en el vientre con el pie izquierdo.

Su amigo me toma el otro brazo y me saca del coche a empujones haciendo que caiga al suelo. Yo agarro mi muleta y me defiendo con ella. Me la quita de la mano, toman mi bolso y sacan el dinero de la cartera.

Ayoub

— ¡AYOUB!¡AYUDAME!- grita una voz femenina

Al darme cuenta que es Yousra voy corriendo hasta llegar cerca del coche y me encuentro a dos chicos robandole e hiriendola. Inmediatamente corro hacia ellos y tomo a uno del pelo por detrás.

— Más te vale soltarla si no quieres acabar en una cama de hospital- amenazo

— ¿Y tú quién te crees?- responde su amigo

— Aléjate- le aviso- Tienes 10 segundos para devolverle su dinero y que tu la sueltes

Comienzo a hacer la cuenta atrás. 10, 9, 8, 7…. y al oír el coche policía sueltan a Yousra y el otro deja el dinero en el suelo y ambos salen corriendo.

Voy hacia Yousra y lo primero que hace ella al sentir mi abrazo es llorar. Llora en mi hombro y yo no la suelto tratando de calmarla.

— Ya está, ya pasó- digo acariciándole la espalda- Te dije que jamás dejaré que te hagan algo mientras esté yo en vida. Y quien se atreva lo pagará muy caro.

Ella levanta su cara y me mira a los ojos, sus ojos se ven cristalinos y veo que tiene la cara roja de llorar y las lágrimas aún le bajan por las mejillas. Le limpio las lágrimas con mi mano y le doy un beso en la frente.

— Gracias, gracias por ayudarme- dice con voz temblorosa

— Toma, bebe esto para calmarte- digo ofreciéndole un café caliente que compré ahora

Ella se sienta en el coche y se limpia las lágrimas antes de tomarlo y luego se acerca un policía a nosotros

— ¿Están bien?- nos pregunta el oficial

— Gracias a Dios si, pero casi le roban a ella- digo mirando a Yousra

— Ese par lleva causando problemas y robos a todo el barrio últimamente y estamos en su búsqueda. Así que vamos a tomarles declaración de lo sucedido, ahora viene mi compañero a tomarla- dice y luego se acerca otro oficial

— Explicame lo sucedido con todos los detalles, hasta lo que te parezca insignificante- dice tomando el boli y una libreta

Ella explica lo sucedido y me siento culpable por ello. Yo le dije que abra la puerta por la calor pero nunca quise que pasara eso. Me quedo tan absorto en mis pensamientos que lo único que ha podido sacarme de ellos ha sido la dulce voz de Yousra llamándome.

— ¿Tienen algún objeto que hayan tocado que podamos llevar para hacer un análisis y encontrar rastros ya sean de huellas, pelo…?

— Si, este dinero- dice Yousra señalando el dinero del suelo- Intentaron robarlo pero lo tiraron al oír el coche policía. Puede que tenga huellas

El policía toma un par de billetes y los mete en una bolsa para luego entregarla a su compañero y el dinero restante se lo devuelve a ella.

Luego de seguir explicando y demás, Yousra y yo nos subimos al coche y arrancamos camino a casa.

— No es tu culpa- me dice ella

— ¿Hm?- pregunto confuso

— No es culpa tuyo lo sucedido, puede que me hayas dicho que abra la puerta pero yo la hubiera abierto igualmente y además aunque esté cerrada podrían haberse acercado y abierto la puerta sin que me de cuenta- explica- Porfavor, no te sientas culpable- dice poniendo su mano encima de la mía estando en el volante

Paro el coche en una zona vacía y la miro a los ojos. En ellos aún veo el miedo de lo sucedido. La tomo de la mano firmemente sin despegar mi mirada de la suya y dejo llevarme por mis sentimientos.